¿Pensando en la escapada romántica perfecta? No busques más, tu próximo destino en pareja tiene que ser Marruecos. El contraste de una cultura tan diferentes a la nuestra, el misterio que rodea cada uno de sus rincones y los estímulos sensitivos, harán que vuestra aventura para dos sea inolvidable. Ciudades laberínticas, puestas de sol únicas en el desierto, cielos plagados de estrellas y una gastronomía deliciosa, serán los ingredientes principales. ¿Quieres saber qué planes son indispensables para pasar unos románticos días en Marruecos?
Marrakech y sus lugares más íntimos
De las cuatro ciudades imperiales en Marruecos, a cada cual más hermosa, quizás es Marrakech la más romántica. Dejando a un lado las visitas fundamentales, como el burbujeante zoco o la espectacular plaza de Jemaa el Fna, hay diversos sitios que os brindarán instantes muy especiales en la Ciudad Roja.
Uno de ellos es el Jardín Majorelle, donde el Art Déco se funde con el estilo árabe, inundando todo de azul, amarillo o verde. Pasad a última hora para evitar a los turistas y caminar por el jardín a vuestro aire.
Pasear por la kasbah de Marrakech, en la parte sur de la medina, será un momento muy especial; este espacio fortificado, donde se retuercen pequeñas calles con tiendas y cafés, os brindará un espacio ideal para haceros fotos. Podéis aprovechar para conocer también las Tumbas Saadíes, muy próximas.
Otro jardín donde esconderos es Le Jardin Secret, en la zona de Mouassine. Es un verdadero oasis, repleto de vegetación y perfecto para relajarse; está dividido entre un jardín islámico y otro exótico, una joya de la que no querréis marcharos.
Acabar el día cenando bajo las estrellas, con magníficas vistas al Atlas y a la Koutoubia, pondrá la nota final a la velada. Una noche así es posible en la Terrace des Épices. Igualmente recomendable es el restaurante Bo Zin, que cuenta con una terraza, zona chill out, jardines y un menú que propone un viaje alrededor del mundo.
Si, además, completáis vuestra estancia con el alojamiento en el Barceló Palmeraie, os regalaréis un lujoso remanso de paz en el palmeral de Marrakech. Cinco espacios gastronómicos, que te acercan a la cultura local, o un fabuloso spa con un amplio catálogo de tratamientos, están entre la gran cantidad de servicios que disfrutaréis.
La magia del desierto en Marruecos
Vivir la experiencia que supone adentrarse en el desierto del Sahara, es uno de los mejores planes para hacer en pareja en Marruecos. El desierto de Merzouga es el más célebre, con sus grandes dunas de un intenso color rojo, que conforman un paisaje de ensueño. Por otra parte, el desierto de Zagora es el que se encuentra más cercano a Marrakech. Aunque es algo más árido y rocoso, resulta igualmente encantador para una noche romántica.
Podréis montar juntos en camello, contemplar el mejor atardecer posible sentados entre las dunas, además de dormir en una jaima, mientras os cubre un manto plagado de estrellas. Si sois más aventureros, coged un quad o un 4×4 para recorrer el desierto. Sobre todo, disfrutad de la cultura bereber, presente en la gastronomía y en la música, al ritmo de los tambores. No os faltará un té en la mano, para empaparos del Marruecos más fascinante y auténtico.
Las Cascadas de Ouzoud y su espectáculo natural
La maravilla de la naturaleza que suponen las Cascadas de Ouzoud, os brindarán ese paraje romántico que estabais imaginando. Se hallan a medio camino entre Marrakech y Fez, en Tanaghmeilt, en la zona del Medio Atlas.
Si los entornos al aire libre están entre vuestras actividades favoritas, esta impresionante cascada de 110 metros de altura no os dejará indiferentes. Cuando el calor acompaña, refrescarse en sus aguas es de lo más recomendable. Las cascadas se pueden rodear por ambos lados, buscad un rincón solo para vosotros. El paseo que llega hasta las cascadas está lleno de restaurantes, algunos de ellos con unas panorámicas impagables. ¿Qué tal un delicioso cuscús mientras contempláis como cae el agua?
Fez y los colores de su Medina
La excitante urbe que constituye Fez es uno de los principales centros culturales de Marruecos. Siendo una de las cuatro ciudades imperiales, su medina es de las más bellas de todo el país, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sin duda, tiene que estar entre vuestras paradas imprescindibles.
¿Queréis recorrer de la mano un verdadero laberinto? Entonces tenéis que aventuraros en la medina de Fez. El entramado que conforman los más de 7.000 callejones del zoco, os sumergirá por completo en el bullicio de Marruecos.
El espectáculo de colores que supone visitar las curtidurías de Fez, os dejará algunas de las mejores fotografías de vuestro viaje. Aquí, el cuero aún se tiñe de forma artesanal en tinas. El característico (e intenso) olor no será lo más agradable del viaje pero es un escenario que hay que conocer.
Las playas vírgenes entre Essaouira y Agadir
Si sois más de costa, en Marruecos tenéis donde elegir. La preciosa ciudad amurallada de Essaouira se sitúa junto al mar, mostrando su pasado colonial en las calles. Se trata de un lugar de postal, donde la actividad estrella es ir al puerto para ver el atardecer entre los barcos pesqueros, y acabar cenando un estupendo pescado fresco a la brasa.
Si continuáis vuestro itinerario hasta Agadir, los kilómetros de costa que separan estas dos urbes están plagados de playas prácticamente vírgenes. Además, suele ser una zona poco transitada, por lo que alquilar una furgoneta y dormir en plena naturaleza será un escenario perfecto. Cabo Sim os hará creer que estáis en pleno desierto, con sus increíbles playas de dunas. Las playas vírgenes de Akawcht y Sidi Mbarak están rodeadas por montes.
Agadir es uno de los complejos costeros más importantes de Marruecos, sobre todo por su gran extensión de arena. La playa de Sidi Ribat se encuentra en el corazón del Parque Nacional de Souss-Massa y cuenta con una reserva de aves, una de las playas más excepcionales de esta zona. La mayoría tienen pequeños pueblos de pescadores cerca, seguro que descubrís un sinfín de lugares encantadores.
Si preferís optar por unos días de relax en las playas de Agadir, alojaros en el hotel Allegro Agadir de Barceló, rodeado de jardines y en pleno corazón de la ciudad. Aquí disfrutaréis de un régimen todo incluido, una gran piscina exterior y la proximidad de la playa.
Chefchaouen o “el pueblo azul”
Si hay un destino en Marruecos romántico, capaz de trasladarte directamente a otro mundo, ese es Chefchaouen. El tiempo se detiene y todo se convierte en un reino de calles azules. Calificado como el pueblo más bonito de todo el país, fue fundado en el siglo XV por los bereberes, que levantaron su bella medina.
Rodeada por las montañas del Rif, Chefchaouen ha sido considerada a lo largo de su historia una ciudad sagrada. Convertida ahora en uno de los puntos más turísticos de Marruecos, una parada aquí es indispensable para vuestra escapada romántica. ¿Os imagináis las fotos que podéis haceros con este escenario de fondo? Seguro que querréis enmarcarlas todas.
Marruecos os aportará todo el romanticismo y exotismo que tanto estabais buscando. Tanto si sois amantes de la naturaleza, como de las bellas ciudades milenarias, el abanico de posibilidades es enorme. Hay muchísimos lugares y experiencias que no podéis dejar en el tintero, como el Ksar de Ait Ben Haddou, una increíble kasbah de arcilla donde se han grabado multitud de películas; las espectaculares ruinas romanas de Volúbilis; el bellísimo Valle de las Rosas, a los pies de las montañas del Alto Atlas; el Valle del Dades, para recorrer juntos en coche; el mítico Rick’s Café de Casablanca; o la riqueza arquitectónica de las ciudades imperiales de Rabat o Meknès. ¿Necesitáis algún motivo más para hacer de Marruecos vuestra “luna de miel” particular?