Rabat es una ciudad vibrante, llena de vida y de romanticismo. De hecho, la Kasbah de los Oudayas, su principal atractivo turístico, se convierte en uno de los lugares más visitados por las parejas para disfrutar del atardecer sobre el Océano Atlántico. Pero no podemos olvidarnos de dar un paseo romántico por los Jardines Andaluces o de buscar rincones mágicos en la Medina.
Selección de planes
Atardecer en la Kasbah de los Oudayas
Simplemente entrando a la Kasbah de los Oudayas uno se da cuenta de que es el gran monumento de Rabat. Una escalinata con jardines nos lleva hasta la Bab Oudaia, en forma de arco de herradura y decorada, da acceso a la fortaleza aunque hay que pasar a través de una entrada más discreta. Sin embargo, el secreto de este lugar es que, al atardecer, se convierte en uno de los lugares más románticos de Rabat puesto que la puesta del sol se produce sobre el Océano Atlántico.
Un té en el Café Maure
El Café Maure es uno de los lugares típicos de la capital marroquí que reúne a muchos turistas y autóctonos para disfrutar de sus vistas y de un excelente té a la menta. Hace unos años fue reformado, pero mantiene la esencia de sus terrazas soleadas que son una delicia en primavera y verano. Además, siguen ofreciendo sus pasteles de almendra para acompañar el té, un bocado de los dioses que seguro queremos compartir con nuestra pareja.
Comprar una joya en el Zoco de Oro
Este mercado cerrado en la Medina de Rabat, camino del barrio de los Oudayas, es el lugar donde se concentran la mayoría de los comerciantes de oro, plata y joyas preciosas. Al igual que casi en cualquier lugar de Marruecos, hay que regatear por el precio, pero normalmente el coste depende del peso de la pieza, no ya tanto del trabajo por lo que las joyas más refinadas salen más baratas que en Europa.
Si tenemos suerte, podemos encontrarnos con una novia de Rabat que esté comprando con su madre para elegir las piezas que llevará en la ceremonia.
Las tiendas son bastantes pequeñas, pero los vendedores se conocen entre sí así que es fácil que vayan a la tienda de al lado a traerte algo que quieras si no te gusta su mercancía y luego, entre ellos, se entienden.
Un paseo por los Jardines Andaluces
Estos jardines fueron construidos en el siglo XX, durante el Protectorado francés, pero siguiendo la estructura y la esencia de los parterres andalusíes donde los árboles frutales, las flores aromáticas y el agua son los tres elementos sobre los que se vertebra su construcción.
De hecho, está dividido en zonas rectangulares en cuyo corazón siempre encontramos una fuente o un estanque aunque, curiosamente, no hay ninguna estructura acuífera con los cuatro ríos del paraíso tan propio de los jardines andalusíes, como la famosa Fuente de los Leones en Granada.
Este es un lugar donde se respira paz, naturaleza y una mezcla de esencias que son un remanso después de la ajetreada visita de la Medina.
Recorrer el Cementerio de los Mártires
Este cementerio musulmán con el mar de fondo es una de las atracciones turísticas, aunque no lo parezca. Además, el conocido como camposanto de los Mártires es un lugar donde se respira una increíble sensación de paz debido a las miles de tumbas todas dispuestas hacia la Meca y en unas hileras que parecen alargarse hasta el infinito de las aguas.
Bajando por la colina, llegamos al Faro y al Fuerte de Rotemburg, dos puntos que no suelen estar en las guías turísticas pero que son lugares muy románticos para disfrutar en pareja sobre todo en la puesta de sol.
Spa en Farah Rabat
Este spa está equipado con un precioso hammam, sauna y salas de masajes para todo el quiera vivir una experiencia en pareja. En su carta de tratamientos se puede elegir simplemente la experiencia del hammam y el spa o también algo más especial que haga de nuestra estancia en Rabat un recuerdo memorable.
Se trata de un espacio acogedor, de un hotel de cinco estrellas, y con unos estándares de calidad únicos que permiten, además, disfrutar de una piscina exterior si el tiempo lo permite, antes o después del spa.
Un paseo por la playa de los Oudayas
Una de las mejores playas de Rabat es la que surge debajo de la Kasbah de los Oudayas. Gestionada por el club de vela es el lugar ideal para hacer algún deporte acuático como kayak, kitesurf o windsurf. Pero además, también es un lugar lleno de restaurantes, cafeterías y una larga extensión de arena dorada y fina que, independientemente de la época del año en la que viajemos, invita a dar un paseo tranquilo y romántico escuchando el ir y venir de las olas del mar.
Recomendaciones y consejos
La mejor época para visitar Rabat es entre marzo y mayo, puesto que empieza el calor, pero no hay tanta lluvia. No obstante, el verano también pueden ser meses interesantes sobre todo si queremos practicar algún deporte acuático o bañarnos en el mar.
Las parejas son más que bienvenidas a una ciudad con muchos rincones románticos y una de las puestas de sol más bonitas. Además, es un lugar bastante seguro por lo que sólo tenemos que llevar las precauciones típicas de una gran ciudad.
Si queremos una sesión de hammam o spa, lo mejor es elegir un buen sitio, que cumpla todas las medidas, para que tengamos una experiencia gratificante.
Dónde dormir en Rabat
La mejor opción para alojarse con tu pareja en la capital marroquí es el hotel Farah Rabat, un complejo donde el lujo y la tradición van de la mano. Lo mejor de este hotel es, sin duda, su ubicación, en pleno corazón de la ciudad, y muy cerca de atracciones como la Torre de Hassán y el Mausoleo de Mohammed V.
Sus 191 habitaciones, una de ellas adaptada para personas con movilidad reducida, son perfectas para disfrutar de un fin de semana o unos días en la capital marroquí.
Cuenta además con una amplia oferta gastronómica entre sus el bufé internacional Les Quatre Saisons; el restaurante Le Lorenzo, con una propuesta de comida mediterránea; su Tea Lounge, el mejor bar para tomar un té; y L’Oasis, ubicado junto a la piscina exterior. Por las noches, Le Panorama es el jazz bar ideal para tomar una copa.