Si viajas a Rabat con amigos, además de conocer los principales puntos de interés de la capital de Marruecos, el extenso litoral de playas bañadas por el océano Atlántico que llegan hasta Casablanca y sus espacios verdes ofrecen la posibilidad de hacer planes con la naturaleza como protagonista. 

Rabat fue declarada capital de Marruecos tras la independencia de Francia y España en 1956 y también es capital de la región Rabat-Salé-Kenitra. Se sitúa en la costa atlántica y es vecina de otra ciudad, Salé, de la que está separada por el río Bu Regreg. 

Actualmente, Rabat sigue siendo una desconocida para los grandes circuitos turísticos por Marruecos, lo que supone una oportunidad para descubrir una ciudad alejada de la masificación y, probablemente, con precios más económicos. Además, cuenta con uno de los principales aeropuertos con conexiones con España.

A continuación, te ofrecemos una selección de planes si viajas a Rabat con amigos. 

  1. Selección planes
  2. Recomendaciones y consejos
  3. Dónde dormir en Rabat

Selección planes

Visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad

Para visitar Rabat a fondo, bastan un par de días. Si vamos con menos tiempo, se pueden ver las principales calles, plazas y monumentos en una jornada. 

Un buen punto de arranque para descubrir Rabat es la Torre Hassan. Con sus 44 metros de altura, esta imponente torre inacabada que data del siglo XII formaba parte del proyecto de la que pretendía ser la mezquita más grande del mundo en su momento. La idea surge durante el mandato del sultán Yacub Al Mansur, que proyectó construir una gran ciudad en más de 400 hectáreas, rodeada de murallas, con fortificaciones y en la que tenía que haber una gran mezquita con 400 columnas. 

Muy cerca de la Torre Hassan se encuentra el Mausoleo Mohamed V, que fue sultán de Marruecos desde 1927 a 1957 y, con la independencia, fue rey hasta 1961. Está considerado como el padre del Marruecos de hoy y de ahí que tenga su propio mausoleo en el que descansan sus restos en un sarcófago dentro de una gran sala interior. El exterior del edificio es de piedra blanca con elementos de mármol de Carrara y tiene un tejado verde, que conecta con el estilo de ciudades como Fez. 

Mausoleo de Mohamed V

La Medina de Rabat es el siguiente punto al que puedes ir con tus amigos. Como en cualquier ciudad marroquí, es un lugar clave por el que adentrarse para callejear y dejarse llevar por los colores, los aromas, los ruidos y la venta ambulante. 

Las puertas de Bab El Alou y Bab El Had sirven de acceso al recinto amurallado de cinco kilómetros de extensión que envuelve la ciudad antigua de Rabat. En el sur de estas murallas (denominadas de los Andaluces) está la parte limítrofe con la ciudad moderna. 

La Kasbah de los Udayas es una de las visitas más bonitas de la ciudad. Se encuentran en una atalaya a orillas de la desembocadura del río Bu Regreg y datan del siglo XII, aunque en el siglo XVIII fueron restaurados. 

Los kasbahs son espacios fortificados propios de la arquitectura marroquí bereber. Están hechos, principalmente, de ladrillos de adobe. Para adentrarse en este barrio amurallado, el acceso es por una puerta de arenisca de la época almohade. Recorrer sus callejuelas, los jardines de los Andalusíes o el Museo de Artes Decorativas de Rabat, son algunos de los principales atractivos, así como disfrutar de unas bellas vistas al mar.

Por último, de obligada visita es la necrópolis de Chellah. Construída en el siglo XIV, esta necrópolis está a unos dos kilómetros de la ciudad, ubicada sobre una colina con vistas al río. Representa el pasado del Imperio Romano y Meriní (imperio antiguo de origen bereber).  

Chellah en Rabat

Un camino pavimentado largo y agradable, bordeado por varios árboles y flores fragantes da la bienvenida al visitante. El minarete de la antigua mezquita, adornado con loza policromada, domina el sitio.

Disfrutar de la playa y de los espacios verdes

Las playas de Rabat, a orillas del Océano Atlántico que baña la costa norte africana, llegan hasta la ciudad de Casablanca (cerca de 90 kilómetros). A lo largo de todo este litoral las playas se suceden y se diferencian, por lo que es un buen plan si viajas a Rabat con amigos. 

Son de arena fina, eso sí, y las hay pequeñas, ubicadas en calas, como otras que son de mayor longitud. Y las hay públicas o privadas. Además de tomar el sol y relajarse, se ofrecen diferentes actividades acuáticas como el kayak, windsurf, moto acuática… 

Por otro lado, Rabat es conocido por albergar 230 hectáreas de espacios verdes, así que pasear, relajarse o hacer un pic-nic en alguno de estos espacios, también es una buena idea para hacer con tus amigos. 

Los Jardines Andaluces, que están en La Kasbah de los Udayas, son una de las principales zonas verdes de la capital de Marruecos. Fueron creado a principios del siglo XX y acogen una gran variedad de plantas. 

Ya a las afueras de la ciudad están los Jardines Exóticos de Bouknadel. Con 4,5 hectáreas, son hogar de cientos de tipos de plantas de todo el mundo, así como de 80 especies animales. Y, por supuesto, el inmenso bosque de Maamora, considerado como el mayor alcornocal del mundo, que también está a las afueras de la ciudad de Rabat y que abarca una enorme extensión natural. 

Bosque de Maamora en Marruecos con árboles de roble de corcho

Planes para hacer cerca de Rabat

Si pasáis varios días conociendo la capital del Reino de Marruecos y queréis ir a otros lugares teniendo a Rabat como centro de operaciones, hay muchas opciones. 

Excursiones a las ciudades de Fez, Casablanca o Kenitra, así como visitar yacimientos arqueológicos de la época romana como Volubilis, son algunas ideas de planes para hacer cerca de Rabat. 

A 40 kilómetros por carretera desde la capital marroquí y camino al norte se sitúa la ciudad costera de Kenitra, capital de la región agrícola Garb-Chrarda-Beni. Romanos, almohades, españoles, portugueses o franceses han pasado a dominar esta ciudad. Cuenta con un puerto fluvial en el río Sebú que a lo largo de la historia se ha utilizado a nivel militar, pesquero y comercial. 

Con más de tres millones de habitantes, Casablanca  es la ciudad más grande de Marruecos y se erige como el epicentro comercial, industrial y portuario. Está a una hora en coche desde Rabat y bien merece una visita de uno o dos días. No solo para conocer sus principales puntos de interés turístico, como la Mezquita de Hassan II, sino también para empaparse una atmósfera de una Marruecos moderno en la ciudad más europea del país del norte de África. Se puede observar en los bulevares como la Corniche, con beach clubs exclusivos o por la calle, viendo a mujeres que no se cubren la cabeza. 

Exterior de la famosa mezquita de Hassan II en la costa de Casablanca en Marruecos

Con doce siglos de historia, Fez es junto a Marrakech, Mequinez y Rabat una de las cuatro “ciudades imperiales” al haber sido capital del país en el pasado. Está a unas dos horas y media por carretera, y se podría visitar en un día saliendo muy temprano y agotando el día hasta la noche. Su Medina, la de Fez el-Bali, está incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1981y se considera como la mayor zona peatonal del mundo.

A una distancia parecida a la de Fez desde Rabat, es decir, a un poco más de dos horas, se sitúa Volubilis, un yacimiento arqueológico de la época romana con 20 hectáreas de superficie excavada. Debido a su excelente grado de conservación, la Unesco la nombró Patrimonio Mundial en 1997. Fue fundada en el siglo III a.C. y se erigió como capital de la Mauritania Tingitana hasta que fue ocupada por el Imperio Romano que la abandonó en el siglo III d.C.

Recomendaciones y consejos

El dírham o dírhem​ marroquí es la moneda oficial de Marruecos. Actualmente, más o menos, un euro serían 11 dirham. Conviene pagar en tarjeta de crédito, pero también llevar dinero en efecto para hacer pagos en puestos de comida callejeros, vendedores ambulantes, etcétera. Podéis cambiar en el aeropuerto de partida desde España o en el de llegado y ya en Rabat en casas de cambio o bancos que lo permitan. v

Los ciudadanos españoles pueden entrar en Marruecos sin visado, pero hace falta pasaporte en vigor y una validez mínima de seis meses. La estancia máxima legal para turistas es de seis meses al año y de no más de 90 días seguidos en cada periodo de seis meses.

A nivel de seguridad, es perfectamente segura durante el día, con gente amable y dispuesta a ayudar. Por la noche, se deben tomar precauciones una vez se vacía la Medina, a partir de las 10 de la noche, aunque como en cualquier otra ciudad.

La ciudad tiene un tamaño perfecto para recorrer a pie y poder visitar los principales lugares de interés prescindiendo del transporte público.

Por otro lado, además del árabe y el francés, es posible encontrarse con personas que hablan español, lo cual puede facilitar la vida en determinadas situaciones. Y, por supuesto, intentarlo con el inglés si no caben las opciones anteriores. 

Dónde dormir en Rabat

Situado en pleno corazón de Rabat, en el margen derecho del río Bouregreg, a pocos metros de la Torre Hassan y del Mausoleo de Mohammed V., el hotel Farah Rabat de la cadena Barceló es un opción ideal para quien busque comodidad y conocer bien la capital marroquí. 

Con unas bellas vistas sobre el río y el puerto deportivo, este hotel de cinco estrellas ofrece a los huéspedes unas habitaciones con las máximas prestaciones y confort, así como una piscina al aire libre situada en lo alto del edificio, un centro de bienestar con spa, hammam, una sauna o sala de fitness, una sala de reuniones y espacios gastronómicos con lo mejor de la comida mediterránea.