Decir Asilah (Marruecos) es evocar un entramado de callejones repleto de casas blancas y limpias, de paredes recién pintadas que casi deslumbran cuando el sol se posa sobre ellas. Aquí se escucha el mar, porque la ciudad mira y se baña en el Mediterráneo, y en algunos rincones se detecta cierta semejanza con determinados pueblos costeros de Cádiz. Dicen que Asilah (o Arcila, como también se la conoce) tiene la medina más limpia y cuidada de Marruecos y es que los habitantes de este territorio antiguo cuidan y miman sus rincones y edificaciones neoárabes como si fueran la niña de sus ojos.
Casi todas las casas son de color blanco y algunas rompen esta blancura infinita con franjas y puertas o ventanas añiles o verdes. Algunas edificaciones están adornadas con pinturas murales de los artistas que llegan atraídos hasta esta localidad de diseño andalusí y otras se han transformado en coquetos comercios a los que acceden los turistas que deambulan por la ciudad antigua, interesados en conocer los atractivos de Assilah y disfrutarlos junto a sus poco más de 30.000 habitantes.
Es obligatorio pasear por la medina de Asilah y empaparse del encanto de sus rincones, de sus plazas, de sus diseños, de las puertas de las casas y de las pequeñas mezquitas. Es todo un placer para los sentidos y, si uno levanta la vista, se topa con el infinito azul del cielo y el mar.
Qué visitar en Asilah
El centro histórico de Asilah se encuentra detrás de unas bonitas murallas de color ocre que desafían al océano Atlántico desde hace cinco siglos y a cuyos pies se instala un zoco todos los jueves que añade color y productos de la tierra a la estampa, que parece sacada de una postal. La actividad económica de esta localidad entrañable se basa en el turismo y uno de sus grandes atractivos son sus largas playas de arena y los festivales culturales que se desarrollan en verano y que animan sus calles. A continuación, te enumeramos los lugares imprescindibles que tienes que ver en Asilah:
Medina de Asilah
Es la parte más antigua de Asilah. Sus rincones y calles enrevesadas giran y se esconden en un entramado sinuoso que conforma un territorio muy limpio y cuidado que cautiva al turista con sus edificaciones blancas, algunas de ellas alteradas por la mano de artistas del mundo entero. Las murallas que rodean la ciudad antigua fueron levantadas por Alfonso V de Portugal en el siglo XV y cuentan con tres puertas principales por las que se accede a la medina: Bab Homar o Puerta de Tierra, Bab el Kasbah (frente al cementerio musulmán) y Bab el Bahar o Puerta del Mar, situada junto a la torre cuadrada portuguesa que domina toda la ciudad.
Gran Mezquita
Se encuentra en el camino a la plaza de Ibn Khaldun, muy cerca de la puerta de la Kasbah (Bab el Kasbah). En ella lo que más destaca es su blanco minarete de forma hexagonal. Frente a ella, está el Centro Cultural Hassan II, donde se organizan exposiciones, congresos y conferencias y que adquiere especial importancia en verano, con el Festival Cultural Internacional. Esta mezquita, de casi 10 siglos, es el único templo que existe dentro de la medina.
Borj Al Kamra
Es la torre defensiva más representativa de las murallas de Asilah, que fueron construidas en el siglo XV. Se encuentra en la plaza Ibn Khaldun, a la derecha de la Gran Mezquita, en un entorno animado de la ciudad, donde proliferan las terrazas donde el viajero puede tomar tranquilamente un té o un zumo.
Cementerio y Mausoleo de Sidi Ahmed El Mansur
Es el único cementerio que existe dentro de la medina y, aunque tiene un tamaño reducido, sus tumbas atesoran toda la magia de la tradición árabe y musulmana, miran en dirección a la Meca y tienen cerámicas multicolores. Aquí se encuentra el Mausoleo de Sidi Ahmed El Mansur, quien reconquistó Asilah tras la célebre “batalla de los tres reyes”.
Zoco
En Asilah existen numerosos artesanos marroquíes que venden sus cuidadas mercancías en el Zoco de la medina. Te sorprenderá cómo realizan “in situ” sus valiosas creaciones. Se sienten orgullosos de compartir su saber con los viajeros que llegan hasta la puerta de sus comercios y talleres.
Playa de Asilah
Conocida como Paradise Beach o playa de las Cuevas, en la playa de Asilah suele haber camellos y carritos tirados por burros para quienes desean hacerse una fotografía de recuerdo. Esta imagen sorprende, pero si sólo deseas darte un paseo por la arena, es un espacio ideal para disfrutar del sol y la arena. Y si la marea está baja, podrás buscar la entrada a la cueva que da también nombre al arenal.
Dónde comer en Asilah
Hay que disfrutar de la deliciosa gastronomía marroquí en los locales tradicionales de Asilah. Hay platos deliciosos que sería una pena que no probaras. Te podemos recomendar algunos restaurantes donde disfrutarás de menús deliciosos. Uno es el restaurante La Place (7, Ave. Moulay Hassan ben el-Mehdi), que se halla junto a la puerta principal de la medina y que tiene una pequeña terraza donde puedes tomar el pulso a la ciudad. Si prefieres tomar pescado fresco, tu sitio es el restaurante Port XIV y está ubicado frente al espigón y muy cerca del anterior restaurante. Otro lugar muy recomendable es el restaurante Dar Al Maghribia (Rue Al Banafsaje, 7). También hay restaurantes españoles: Océano Casa Pepe y Casa García.
Cómo llegar desde Tánger
Desde Tánger hasta Asilah hay unos 50 kilómetros de distancia que se recorren, en vehículo privado, en apenas tres cuartos de hora por la carretera A5. También hay autobuses públicos y taxis que conectan ambas ciudades.
Dónde alojarse cerca de Asilah
El mejor sitio para alojarse, con garantía, cerca de Asilah es Tánger. Y dentro de esta ciudad, se recomienda, por su inmejorable ubicación, por su buen trato y familiaridad, y por su excelente relación calidad-precio, el hotel Barceló Tánger. Se trata de un alojamiento situado en el centro de la ciudad, en la zona más turística y renovada, con vistas panorámicas al mar y a 2 minutos a pie de la playa. Tiene 138 habitaciones equipadas con todo tipo de comodidades y su oferta gastronómica incluye un restaurante de cocina internacional, un snack-bar y una cafetería. Además, cuenta con una gran piscina exterior y un pub que suele programar música en vivo. El Barceló Tánger te permitirá disfrutar al máximo de esta ciudad y vivir unas vacaciones inolvidables junto al mar. Desde aquí, puedes programar una excursión de un día a Asilah y descubrir sus tesoros y sus imponentes murallas de color ocre que miran al océano.