Cuando visitamos una ciudad árabe o donde parte de la población profesa la religión musulmana siempre buscamos en su skyline el minarete prominente de una mezquita. Si lo hacemos en Tánger, nos sorprenderán varios alminares pero el que más historia nos aporta es el correspondiente a la Gran Mezquita situada en el centro histórico, junto a la medina.

Organiza bien tu escapada a Tánger para aprovechar cada momento sin tener que saltarte ninguna de sus visitas imprescindibles. Si la mezquita mayor de Tánger te atrae, también te gustará conocer los palacios y sus interesantes museos. Al igual que encontrarás un gran placer en recorrer las callejuelas de la Kasbah y de la Medina que transmiten buenas dosis de historia. Reserva también un poco de tiempo para sentarte en alguno de los cafés históricos de Tánger, donde rememorar la vida y milagros de los muchos artistas (como Matisse o Delacroix) que decidieron hacer de esta ciudad uno de sus lugares favoritos en el mundo. Incluso si eres amante de la televisión o el cine, encontrarás algo que hacer porque en Tánger se rodaron muchos filmes, como “El tiempo entre costuras”, una película basada en la maravillosa novela de María Dueñas.

  1. Historia de la Mezquita de Tánger
  2. Cómo es la Mezquita de Tánger
  3. Cómo visitar la Mezquita de Tánger
  4. Dónde alojarse en Tánger

En este artículo nos centraremos en la Gran Mezquita de Tánger y te ofreceremos los datos prácticos que necesitas para admirarla como merece desde el exterior.

Historia de la Mezquita de Tánger

La historia de la Gran Mezquita de Tánger se remonta unos cuantos siglos atrás. A pesar de que la construcción tal cual la vemos proviene del siglo XIX, su ubicación ya era un espacio religioso privilegiado desde el siglo V, cuando se erigió allí una iglesia romana. Tres siglos después de su construcción, con la conquista árabe de Tánger, la familia Marinid mandó adaptar el edificio como mezquita, y ese fue su uso hasta el siglo XV. Llegó la etapa de dominio portugués e inglés y la mezquita fue reemplazada por una iglesia. Sin embargo, ahí no terminó su periplo, ya que en 1684 Moulay Ismail reconquistó la ciudad para la dinastía Alawi que la recuperó como mezquita. El cambio definitivo se produjo en 1815 cuando el sultán Sulayman decide reconstruirla y darle el magnífico aspecto que ofrece hoy día. Ampliado y restaurado posteriormente en 1962 y 2001. Lo único que deja un poco sabor agridulce es que antes era el centro de la ciudad pero cuando los franceses construyeron la Nouvelle Ville, ese punto se reubicó lejos de ella. Como podrás comprobar in situ, este lugar tiene algo especial.

 

 

Cómo es la Mezquita de Tánger

Si pudieses ver una imagen en tres dimensiones te darías cuenta de que tiene forma rectangular, con unos 34 metros de largo en su eje norte-sur y 30 de ancho en el eje este-oeste. La entrada principal se sitúa en el centro del noroeste del complejo, en el eje del mihrab que está colocado en el centro del muro sureste. En el interior, que no podrás más que intuir si te asomas un poco a la puerta, hay una sala de oración y un patio interior (de 11 metros de ancho y 13 de largo) con una fuente para las abluciones. Pero centrémonos en el interior, en primer lugar busca con la mirada el alminar o minarete situado en la esquina noroeste. Tiene una planta cuadrada de unos cuatro metros de lado y se remata en un punto superior con una galería de almenas escalonadas antes de que comience otro fuste más pequeño que termina en una cúpula piramidal con remate metálico.

mezquita de tanger
Mezquita de Tanger

El edificio principal de la Gran Mezquita de Tánger tiene sus paredes cubiertas de estuco blanco, salvo en algunas superficies de alrededor de las puertas y en parte del minarete donde luce azulejos de cerámica verde y naranja con formas geométricas. Si la pudiésemos ver desde un punto elevado, nos percataríamos del brillo de su tejado realizado con tejas de cerámica verde.

gran mezquita de tanger
Mezquita de Tanger

Cómo visitar la Mezquita de Tánger

Por desgracia, no está permitida la visita a la Gran Mezquita de Tánger a quienes no sean musulmanes. Si profesas esta religión y quieres acudir a rezar no te pondrán ningún impedimento. Si eres mujer, tendrás que consultar si existe un espacio separado en el interior. De todos modos, aún cuando no se puede pasar al interior, merece la pena admirar todos los detalles exteriores que ofrece la mezquita y conocer los entresijos históricos que os hemos comentado.

mezquita de tanger
Mezquita de Tanger

Si te quedas con ganas de conocer más mezquitas puedes realizar un recorrido por la ciudad para admirar también la magnífica mezquita de Mohamed V, en la plaza homónima; la mezquita de Casabarata, con unos preciosos arcos de herradura de color ocre; la mezquita de Sidi Bou Abib, en la plaza 9 de Abril; o la curiosa mezquita siria, con un original minarete.

Dónde alojarse en Tánger

La ciudad de Tánger requiere de varios días para conocerla bien por lo que te recomendamos que elijas hotel y te quedes al menos dos o tres noches. Uno de los mejores establecimientos es el Barceló Tánger, un cuatro estrellas con todas las garantías de un grupo hotelero español. En este hotel encontrarás 138 habitaciones muy confortables donde descansar del ajetreo de las visitas turísticas, y unas instalaciones que se completan con una gran piscina, restaurantes, snack-bar, cafetería y pub. Sin duda, una estancia magnífica que se puede combinar con paseos en la playa (a sólo dos minutos) y excursiones por los alrededores.