Una visita a un hamman de Marruecos es la mejor forma de conectar con la vida tradicional de los marroquíes. Este ancestral servicio de estética y relajación corporal se ha exportado a todo el mundo, por lo que podemos encontrar baños árabes en muchos países extranjeros. Su origen es una herencia de las aguas termales romanas, cuyo uso se extendió por todo el imperio otomano.
En todas las ciudades de Marruecos, y en Tánger también, hay baños árabes, públicos y privados. Los hay de grandes dimensiones que tienen salas separadas para hombres y mujeres, pero otros, más pequeños, sólo atienden a uno u otro sexo. Existe una tercera categoría de hamman, y son los que tienen días de la semana o diferentes horarios reservados para hombres y para mujeres. Lo que no hay son hamman públicos de carácter mixto.
Uno de los grandes secretos de los hamman es el jabón negro o beldi, elaborado con aceite de oliva negra y que tiene propiedades exfoliantes naturales. De un tiempo a esta parte han proliferado en Tánger los baños de vapor privados orientados al turismo.
- Qué es un hamman. Historia de los baños de vapor
- El hamman, una actividad ¿semanal?
- Selección de los mejores hamman de Tánger
- Normas y qué llevar al hamman
- Dónde dormir en Tánger
Qué es un hamman. Historia de los baños de vapor
Un hamman, también conocido como baño árabe o baño turco, es un tipo de baño de vapor que, además de limpiar el cuerpo, persigue un estado de relajación general. Los hamman han desempeñado un destacado papel en las culturas orientales como punto de reunión social, como ritual de higiene y como espacio arquitectónico.
En la cultura islámica, el baño turco tenía un significado tanto religioso como cívico, ya que en su interior se realizaban abluciones rituales. Hay constancia de que este tipo de baños públicos ya existía en el califato omeya (siglos VII y VIII) y lo curioso es que su importancia se ha mantenido hasta hoy. Los primeros baños turcos islámicos fueron construidos, al parecer, en la región de Siria como parte de palacios y castillos en el desierto. También dicen que fueron los otomanos los que introdujeron los hamman en Europa central y oriental, desde Grecia hasta Hungría. En Marruecos, muchos baños turcos siguen funcionando en la actualidad en ciudades como Fez, Marrakech o Tánger, fundamentalmente en las medinas.
Una curiosidad: la palabra “hamman” significa “calor” y el término “baño turco” se registró por primera vez en inglés en el año 1644.
El itinerario que se sigue dentro de un hamman en Marruecos es el siguiente: primero se accede a la habitación caliente, donde el cuerpo se acostumbra a una temperatura alta; después, la ruta continua hasta la sala templada, donde los poros de la piel se abren para permitir una limpieza mayor; más tarde, se vuelve a la habitación caliente para darse un baño a fondo con jabón y, por último, se llega al cuarto frío, para eliminar el jabón y el sudor, además de acostumbrar al cuerpo a una temperatura normal.
El hamman, una actividad ¿semanal?
Las propiedades y beneficios de un hamman son muchas. Dicen que aumenta el intercambio de oxígeno en los pulmones, que abre las vías respiratorias, que relaja el sistema nervioso y reduce el estrés y la ansiedad, que dilata los poros de la piel dejándola lisa y suave, que libera toxinas a través del sudor, que se aceleran las funciones metabólicas y se estimula el sistema hormonal, produciendo sensaciones de bienestar; que es beneficioso para el cabello, que alivia los síntomas de la menstruación y que contribuye a reducir el acné de los adolescentes.
Por éstas y otras razones, se recomienda acudir al hamman una o dos veces a la semana. Desde luego, lo que sí está claro es que sirve para despertar los cinco sentidos.
Selección de los mejores hamman de Tánger
Si quieres tener una agradable experiencia en un hamman o baño árabe en Tánger, debes seleccionar uno entre los que tienen mejores valoraciones en la ciudad. Te ayudamos a que encuentres el mejor hamman o spa de Tánger:
La Tangerina (Rue Riad Sultan, 19). Situado en plena kasbah de Tánger, este antiguo baño árabe fue resucitado de entre las ruinas por dos jóvenes emprendedores que lo descubrieron cuando estaban haciendo su casa. Es uno de los pocos baños que quedan en la kasbah y está abierto al público previa reserva, porque sólo entran en él cuatro personas. Tiene la particularidad de que admite parejas y ofrece tratamientos de “peeling” y masaje tradicional.
Bayt Alice (calle Khatib, 26). Situado al lado de la plaza del Zoco Chico, este hamman se alimenta de energía solar y ofrece tratamientos exfoliantes, masajes del cabello y corporales con aceite de argán que acaban con té y pasteles. Está abierto a todo tipo de público.
Serenity Day Spa (Rue Adodlfo Fesser). El edificio es muy bonito y la experiencia es gratificante. El baño tiene grandes dimensiones, está bien ubicado y muy limpio. Ofrecen sesiones de hamman con henna y vapor caliente y te ofrecen una bebida de limón, té o una botella de agua. También cuenta con piscina y gimnasio y el precio es razonable. Si lo deseas, hay servicio de estética.
Massage Hamman Tanger (Av. Sanhaja, 21). Este baño de vapor funciona también como centro de masajes y estética, pero sólo para un público masculino. Tienen servicio de pedicura, estética facial y masajes terapéuticos.
Normas y qué llevar al hamman
Dicen los marroquíes que las reglas básicas para tomar un baño en un hamman no están escritas en piedra, pero es cierto que muchos usuarios no saben cuáles son las normas que deben de seguir. Aquí te contamos lo que tienes que hacer y llevar si decides visitar un hamman en Tánger.
Todos los hamman tienen un vestuario donde se guarda la ropa, pero conviene que no lleves objetos de valor para no estar pendiente de la seguridad y disfrutar con tranquilidad de la experiencia. La mayoría de las personas se dejan puesta la ropa interior, pero hay quien se muestra menos pudoroso y opta por el desnudo integral. Mejor pregunta a los responsables del local. Debes de informarte antes de si es necesario que lleves tu propio champú y tus guantes si quieres tomar un baño completo. Lo mismo sucede con las toallas y otros artículos, aunque suelen ofrecerlos por poco dinero. También es conveniente que lleves tu propia esterilla sobre la que realizar el baño y haz de saber que no debes meter los pies ni sentarte en los cubos de agua. Cuando hables, lo tienes que hacer en voz muy baja. Eso sí, relajarse y disfrutar es obligatorio, ya que se trata de una experiencia única.
Dónde dormir en Tánger
El mejor sitio para hospedarse, por su inmejorable ubicación, por su buen trato y familiaridad, y por su excelente relación calidad-precio, es el hotel Barceló Tánger. Se trata de un alojamiento situado en el centro de la ciudad, en la zona más turística y renovada, con vistas panorámicas al mar y a 2 minutos a pie de la playa. Tiene 138 habitaciones equipadas con todo tipo de comodidades y su oferta gastronómica incluye un restaurante de cocina internacional, un snack-bar y una cafetería. Además, cuenta con una gran piscina exterior y un pub o bar que suele programar música en vivo. El Barceló Tánger te permitirá disfrutar al máximo de esta ciudad y vivir unas vacaciones inolvidables junto al mar.