Pocas actividades en pareja son tan enriquecedoras como aquellas que implican trasladarse del lugar de residencia habitual y compartir nuevas experiencias. Una escapada sencilla, económica y que no implica grandes desplazamientos es la que tiene a Tánger como destino. Esta ciudad chispeante del norte de Marruecos depara suficientes planes románticos como para que cada momento se convierta en inolvidable.
Si es vuestra primera vez en este país norteafricano nuestra recomendación es que vayáis sin prejuicios, dispuestos a sorprenderos y a comprender cada una de sus singularidades. En un país donde se profesa mayoritariamente otra religión, donde la arquitectura es una mezcolanza de las distintas culturas que por allí pasaron, la gastronomía se viste de exotismo gracias a sus especias y las playas brindan una codiciada soledad debéis tener alerta los cinco sentidos.
Hemos preparado algunos planes románticos en Tánger que ya nosotros hemos podido disfrutar, pero seguro que te surgirán otros que también merecerán la pena. Dejad siempre un poco de tiempo de libre si organizáis vuestra agenda porque en Tánger sales del hotel con un plan y vuelves con diez. Atreveos, disfrutad e improvisad en pareja, las anécdotas se irán forjando una tras otra.
- Pasear por la Medina y la Kasbah
- Compras en los bazares
- Una experiencia gastronómica
- Ver juntos el atardecer desde el Café Hafa
- Un día de playa
- Dónde alojarse en Tánger
Pasear por la Medina y la Kasbah
Un plan romántico en Tánger para el primer día de la escapada es familiarizarte con la ciudad, con su historia y su cultura. Para lograrlo, nada mejor que recorrer el barrio de la Medina, al que accederás desde la Plaza del 9 de Abril, un punto de paso obligado. Caminad por las callejuelas de este barrio histórico, dejaos empapar por la vida que late a cada paso, por la luz que emana de sus paredes blancas y sus puertas y ventanas coloridas. Ese sonido burbujeante os acompañará hasta la Kasbah, la antigua zona fortificada y el recodo más antiguo de Tánger. Es un lugar para caminar sin prisa, admirando los detalles arquitectónicos y alguna que otra casona palaciega. No dejes de subir hasta llegar a la plaza de la Kasbah donde se sitúa un mirador que brinda magníficas vistas del Atlántico y de toda la zona portuaria. Junto a la plaza también se sitúa el palacio del Dar el-Makhzen, con un precioso patio, que alberga un interesante museo histórico y etnográfico.
Compras en los bazares
Aprovechad la jornada que dediquéis a recorrer la Medina para incluir otro de los planes románticos en Tánger que puede ser divertido: hacer compras en los zocos. Si vais por libre, sin visita guiada, los primeros lugares que se suelen recorrer son la Plaza del 9 de Abril, donde antes se situaba el Gran Zoco, y en cuyos alrededores encontraréis mucho producto fresco, y el Zoco Chico, al que se llega desde esta misma plaza. Este último es nuestro favorito para comprar artesanía, curiosear en talleres de artesanía y en tiendas de recuerdos. Seguro que en algún momento os ofrecen visitar alguna “farmacia”, realmente son espacios donde venden productos naturales aunque previamente hay que escuchar veinte minutos de charla en los que te cuentan las bondades de cada uno de ellos. Es una buena oportunidad de comprar aceite de argán 100% puro, hierbas para hacer infusiones curativas y especias. Seguro que picas con algo.
Una experiencia gastronómica
Como las caminatas y las compras abren el apetito, el siguiente plan romántico es disfrutar de una experiencia gastronómica en algún restaurante. A vuestro paso saldrán muchas opciones, algunas pensadas para turistas donde hay gran variedad de comidas y tienen música tradicional y otros con menos glamour pero también precios más bajos. En general, los precios de los menús son bastante asequibles así que puede ser el momento de darse un homenaje en el restaurante de algún riad donde ofrecen una decoración cuidada y un servicio exquisito. Uno que nos gusta especialmente es Al Andalous restaurant, en la rue de la Kasbah, donde gozarás tanto de los aperitivos como de sus platos marroquíes. Por la noche suele estar amenizado con música en directo.
Otra sugerencia para una cena romántica en Tánger es El Morocco Club, con un ambiente elegante y sofisticado, para el que hay que vestir un poco formal. También está en el centro, en la place du Tabor, y ofrece una cocina que definen como mezcla de marroquí, francesa y española. No es un lugar económico pero merece darse el capricho alguna noche, ¿no crees? Además, no tendrás que moverte para tomarte unas copas ya que cuenta con piano bar.
Ver juntos el atardecer desde el Café Hafa
Admirar en pareja un atardecer es otro de los planes románticos en Tánger que también formarán parte de los recuerdos de un viaje único. En la ciudad encontraréis numerosos cafés con terrazas o azoteas desde donde ver cómo la ciudad se tiñe de tonos amarillos y anaranjados. Sin embargo, nuestra recomendación es que os acerquéis al centenario Café Hafa, que ya no tiene el glamour de antaño pero que sigue conservando parte de esa atmósfera que enamoró al escritor Juan Goytisolo, uno de sus asiduos, o al literato americano Paul Bowles. Por allí también pasaron The Rolling Stones y el filósofo francés Bernard-Henri Lévy. Acude antes del ocaso, pide un té a la menta y unos pastelitos árabes y siéntate en alguna de las terrazas encaladas y con un azul intenso. Puede que las mesas y sillas sean desiguales o que allí acudan muchos viajeros que no formen parte de la élite intelectual como antaño, pero la magia del atardecer sigue siendo la misma.
Un día de playa
Todos añoramos las playas poco masificadas donde sentirnos los únicos seres del planeta. Aunque en las playas urbanas de la ciudad de Tánger eso no sea posible, sí lo es darse un chapuzón y pasear por su ancho arenal, basta recorrer unos poco kilómetros fuera de la urbe para que la fina línea azul del mar se torne infinita. Es algo casi mágico, recorrer alguna de las carreteras que llevan hasta las playas del Estrecho o las que conducen en dirección al cabo Espartel porque se descubren rincones donde no hay absolutamente nadie. Sobre todo si viajas en temporada baja. Como plan romántico en Tánger te sugerimos hacer una escapada a la playa Dalia, cuya arena blanca, entorno natural y barcas varadas en la arena te enamoran desde el primer momento. Además, allí mismo encontraréis varios bares donde comer a mediodía sin necesidad de llevar nada y también alquiler de hamacas y sombrillas. En coche tardarás unos 40 minutos en llegar desde Tánger pero merece la pena.
Además de estos cinco planes en Tánger también es recomendable organizar alguna excursión para visitar otros hitos turísticos como las Cuevas de Hércules, o poblaciones tan bonitas como Asilah, Chauen y Tetuán.
Dónde alojarse en Tánger
Para tu escapada romántica a Tánger te recomendamos un hotel situado muy cerca del centro histórico pero también de la playa, además de estar a un paso del ferry, una gran ventaja si llegas en barco a esta ciudad. El Barceló Tánger te brinda una estancia tranquila, con todas las comodidades que puedas necesitar: una amplia habitación, servicio de restauración, una gran piscina y una ubicación inmejorable. Si te quieres dar el capricho, pide una Junior Suite con terraza y vista frontal al mar. ¿Te imaginas desayunando cómodamente en la terraza nada más levantarte? La habitación tiene 84 m2 y un precio nada comparable al habitual de otros establecimientos europeos. Despertar oyendo a las gaviotas o viendo el azul del mar son instantes impagables.