La Plaza del 9 de Abril o, simplemente, 9 de Abril es el espacio más icónico del centro histórico de Tánger. Este lugar de visita imprescindible actúa como el gran patio de una casa desde el que dirigirse a distintos lugares de interés de todo el vecindario. Si la Plaza de Francia es el epicentro de la Ville Nouvelle (la zona nueva de Tánger), aquí esta plaza cumpliría idéntica función.

Como este probablemente será el primer punto que conozcas, y donde obtengas las primeras percepciones, te recomendamos que hagas una primera parada en alguna de las terrazas de la plaza. Siéntate cómodamente, pide un té a la menta, y observa el ir y venir de los vecinos de Tánger, las fachadas de los edificios que rodean la plaza, las palmeras que se elevan hacia el cielo, o el trajín de los viandantes… Si, casualmente, se produce la llamada a la oración en ese momento verás como la ciudad parece estremecerse. Es, ciertamente, emocionante escuchar la voz del muecín y su eco impregnando el ambiente.

A continuación te contamos la curiosa historia de esta plaza, lo que puedes hacer en ella y lugares donde probar las delicias tradicionales marroquíes. Si estás pasando un día en Tánger no te faltarán planes porque esta ciudad guarda vitalidad durante todo el día, ya sea en el entorno urbano o en su paseo marítimo.

  1. Historia de la Plaza del 9 de Abril
  2. Qué ver en los alrededores
  3. Comer cerca de la plaza
  4. Hoteles en el centro de Tánger

Historia de la Plaza del 9 de Abril

Seguro que te ha llamado la atención el nombre de esta plaza y te estarás preguntando qué ocurrió ese día en particular. El hecho acaecido el 9 de abril y que dio origen al nombre de una de las plazas más importantes de Tánger, si no la que más, es que a ese lugar y ese día de 1947 acudió Mohamed V (abuelo del actual monarca del país) y allí mismo dio a conocer la independencia de las provincias del norte y la reunificación del Reino de Marruecos.

 

 

La plaza, como punto de inicio para conocer la Tánger histórica, merecía una estética a su nivel, por ese motivo se reformó, y hoy día se pueden ver zonas ajardinadas con altas palmeras y una fuente de mármol. Los bancos suelen estar casi siempre ocupados por paisanos que charlan animadamente o turistas agotados tras callejear por la medina y los zocos.

plaza 9 de abril
Plaza 9 de abril en Tanger

Qué ver en los alrededores

Ya que estás en un singular espacio, comienza dando un paseo por el perímetro de la plaza donde se sitúa la mezquita de Sidi Boub Abib. Si caminas en dirección al Zoco Chico y sigues la rue de la Marine también verás otra mezquita, la Gran Mezquita, que se ubica en el mismo lugar donde también se erigió un templo católico. La reconstrucción más importante la llevó a cabo el Sultán Sulayman en 1815, aunque posteriormente en 1962 y 2001 fuera ampliada y reformada. A primera vista, lo primero que llama la atención en la mezquita son sus blancas paredes de estuco y los azulejos verdes y naranjas de los portales y minarete. Y, por supuesto, la altura del minarete, visible desde casi cualquier punto de la ciudad.

Como no podrás entrar en la mezquita de Sidi Boub Abib, a menos que profeses la religión musulmana, continúa rodeando la plaza y detente frente al Cinema Rif, cuya estética retro atrae desde el primer momento. Si no es el momento de ir al cine (ahora lo gestiona una organización sin ánimo de lucro) lo que sí puedes hacer es tomar algo en su animada cafetería.

plaza 9 de abril
Plaza 9 de Abril en Tanger

Después puedes dedicar un poco de tiempo a las compras en el llamado Gran Zoco, y si te sabe a poco, dirigirte luego al Zoco Chico, más indicado para compras de artesanías. Una vez que atravieses la puerta Bab el Fahs, que sale directamente de la Plaza del 9 de Abril, ya te podrás perder por el micromundo de la Medina. También puedes llegar hasta la Kasbah donde encontrarás el Palacio de Dar el Makhzem, que alberga un interesante museo etnográfico, y un magnífico mirador de la bahía.

Comer cerca de la plaza

En el entorno de la Plaza del 9 de Abril hay muchos restaurantes de comida tradicional, algunos dentro de riads que te ofrecen la oportunidad de curiosear en estas antiguas casas árabes articuladas alrededor de patios, con fuentes cantarinas y llenas de detalles.

Dos opciones interesantes son el restaurante del Riad Al Andalous (rue de las Kasbah, 12), que además de tener una bonita decoración ofrece una exquisita cocina marroquí; y el restaurante Palais Zahia (rue de la Marine, 72), con un interiorismo muy cuidado y platos de cocina tradicional. También puedes comer en otros lugares más económicos que son una referencia en la ciudad como el Restaurante Chez Hassan Bab Kasbah (rue de la Kasbah, 8), donde ofrecen comida casera a buen precio. Sin olvidar Le Salon Blue (rue de la Kasbah, 8), y el Café a la Anglaise (rue de la Kasbah, 37), donde hacer una parada entre el bullicio de la medina. Y para terminar el día, acércate al histórico Café Hafa que, situado en terrazas, ofrece unas preciosas vistas al mar mientras disfrutas de un té a la menta (riquísimo y muy barato).

Hoteles en el centro de Tánger

Entre la variedad de alojamiento de esta ciudad del norte de Marruecos destaca la propuesta del Barceló Tánger. Este cuatro estrellas dispone de 138 amplias habitaciones con todas las comodidades que necesitas para gozar de una estancia de diez en Tánger. Además, sin salir del hotel puedes disfrutar de oferta gastronómica, un restaurante, una cafetería, un snack-bar y un pub. Aunque el hotel está a sólo dos minutos de la playa, puedes optar por pasar alguna tarde en su gran piscina. Sin duda, este establecimiento es lo que necesitas tanto para un viaje de placer (en familia o en pareja) como de negocios.