Como un antiguo galán de cine, el Teatro Cervantes de Tánger sigue conservando su atractivo a pesar de la situación de abandono en la que se encuentra. Y no es que se haya dejado a su suerte sino que se ha intentando desde hace años conservar el edificio y devolverle la vitalidad perdida sin mucho éxito hasta el momento. Su historia te la contaremos más adelante, ahora sólo queremos que te quedes con un dato: el Teatro Cervantes fue el espacio teatral más grande y con mayor éxito de todo el norte de África hasta buena parte del siglo XX.

Si te gusta la historia, trata de incluir en tu ruta turística el paseo por delante de la fachada del teatro donde luce un maravilloso letrero que indica la fecha de inauguración, 1913. A pesar de su aspecto un poco desolador, sigue conservando ese viejo glamour de su estética, una bellísima puerta enrejada en la entrada, algunos relieves, esculturas y adornos en la fachada.

Quienes recuerdan su pasado lleno de glamour, estrenos teatrales, fiestas y bailes, no pueden evitar la pena al observar que las obras de acondicionamiento se alargan y el “patito feo” no llega a convertirse en el cisne que era y que merece volver a ser este histórico teatro.

  1. Historia del Teatro Cervantes de Tánger
  2. Situación actual del teatro y planes de futuro
  3. Dónde alojarse en Tánger

Historia del Teatro Cervantes de Tánger

Por iniciativa privada y por el empeño, sobre todo, de Esperanza Orellana, su marido Manuel Peña y del empresario Antonio Gallego se llevó a cabo entre 1911 y 1913 el proyecto de crear un gran teatro en Tánger. Esta sería una construcción de la que todos estarían orgulloso. Al acto de inauguración acudió lo más granado de la sociedad, incluido el pachá de Tánger, Hadj Ben Abdessadak. A partir de ese momento comenzaron a acudir a su escenario artistas reconocidos que interpretaron obras no menos afamadas como el Otelo de Shakespeare. Las 1.400 butacas del teatro eran ocupadas con tanta rapidez que no había que despistarse si se querían seguir en vivo sus espectáculos. Por allí pasaron artistas como Lola Flores, María Cabellé, Enrico Caruso, Imperio Argentina o Juanito Valderrama.

 

 

Ese brillo de las grandes obras de teatro y espectáculos musicales también trascendía y tocaba a las fiestas privadas y celebraciones de fin de año que nadie quería perderse. Sin embargo, el fulgor fue decayendo con el paso de las décadas hasta que en los años ochenta tuvo lugar su última función. El espacio fue aprovechado hasta los noventa, pero exactamente en 1993 se realizó una exposición fotográfica que puso el broche final.

Sus paredes deslucidas merecían una oportunidad y en 2006 el Ministerio de Cultura español decidió invertir cien mil euros en rehabilitarlo, si bien su estructura siguió dañada y no llegó a recuperar su aspecto original. Incluso la pintora Consuelo Hernández, junto a los escritores Santiago Martín, Jesús Carazo y Mezouar El Idrissi, llegó a editar un libro cuando se cumplió un siglo de vida del teatro (1913-2013) para recaudar fondos: ‘Un escenario en ruinas. Llamamiento artístico-literario por la recuperación del Gran Teatro de Tánger’, pero poco se pudo hacer.

Situación actual del teatro y planes de futuro

Si te acercas a visitarlo actualmente percibirás que predomina el aspecto ruinoso tanto fuera como dentro, donde no se puede acceder por el peligro que conlleva. Aún así, no es que el estado español lo haya abandonado sino que en 2019 lo donó a Marruecos con la condición de que lo restaurase respetando su arquitectura, además de conservar su nombre y ofrecer una programación cultural con componente español. El plazo dado para llevar a cabo tales trabajos era de tres años pero parece ser que los trabajos no están muy avanzados. Por el momento sólo sabemos que en octubre de 2021 se han retomado las obras de restauración y que el gobierno marroquí se ha comprometido a sufragar los gastos totales de renovación, gestión y mantenimiento.

Sólo nos queda esperar que el Gran Teatro Cervantes de Tánger vuelve a brillar y a llenar de ovaciones su impresionante sala principal.

Dónde alojarse en Tánger

Un viaje a Tánger debe contar con una buena planificación para poder admirar cada uno de los rincones de la ciudad, realizar algunas excursiones a los alrededores y contar con un alojamiento de confianza donde descansar en un entorno tranquilo. Una buena recomendación es el Barceló Tánger, un cuatro estrellas de confianza que cuenta con unas instalaciones amplias y con todos los servicios necesarios para el turismo. Dispone de 138 habitaciones, algunas con terraza y vistas al mar, además de una gran piscina, restaurante, cafetería, snack-bar y pub. Además, tiene la ventaja de que está cerca tanto del centro histórico como de la playa, por lo que podrás ir caminando a cualquier sitio. Es un hotel capaz de satisfacer tanto a los clientes vacacionales –ya viajen solos, en pareja o en familia– como a los de negocios porque dispone de salas de reuniones con capacidad de hasta 400 personas.