Ubicada a medio camino entre Chichén Itzá y Mérida, y a unos 250km de Cancún, Izamal es una ciudad que resume de una manera excepcional la historia de la Península de Yucatán, tanto de la época prehispánica como del periodo colonial y el México independiente y contemporáneo. Es precisamente por ello que se le conoce como la “Ciudad de las Tres Culturas”.
Antiguas pirámides mayas, impresionantes conventos y casonas del siglo XVI, XVII y XVIII, delicadas artesanías, ejemplos de la mejor cocina yucateca… Izamal es todo eso y más. No es por casualidad que desde 2001 esta ciudad forma parte de la lista de los Pueblos Mágicos de México, una distinción que la señala como una de las localidades más pintorescas e interesantes del país.
De cualquier manera, en tus próximas vacaciones a Riviera Maya tienes que reservar el tiempo para hacer una excursión a Izamal y descubrir este maravilloso destino yucateco. Te vas a enamorar de sus características fachadas pintadas de amarillo y blanco, de sus rincones, de sus plazas y parques, de la hospitalidad de su gente… Deja que todo el encanto de sus tres culturas te cautive y disfruta de un día que, sin lugar a dudas, se te quedará grabado en el corazón.
Qué hacer en Izamal
Izamal es un lugar mágico y, por suerte, también es una ciudad pequeña, que puedes recorrer tranquilamente, descubriendo, paso a paso, sus mil y una maravillas. Pasea por las calles de esta preciosa y tranquila ciudad, a pie, en bici o en sus típicas calesas tiradas por caballos, por tu cuenta o acompañado por un guía local, para descubrir las increíbles experiencias que te tiene reservadas.
1. Convento de San Antonio de Padua
Fundado en 1549 por el misionero franciscano Fray Diego de Landa, este enorme edificio es el símbolo indiscutible de la ciudad y uno de los más importantes ejemplos del rico patrimonio arquitectónico religioso de época colonial. El convento está situado sobre una meseta elevada, que no es otra cosa que el basamento de una antigua pirámide maya conocida como Pop-hol-Chac, cuyas piedras se utilizaron para construir el convento.
Delimitado por 75 arcos, su enorme atrio principal –al que se sube por medio de tres rampas– es el atrio cerrado más grande de América y el segundo más grande del mundo después de la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Todo el conjunto está pintado con los típicos colores de Izamal, el amarillo ocre y el blanco, y en el flanco este se levantan sus edificios principales. Al interior del templo puedes contemplar su hermoso retablo barroco bañado en oro, distintas pinturas murales de los siglos XVI y XVII, y la famosa escultura de la Virgen de la Purísima Concepción, conocida como La Virgen de Izamal y patrona de Yucatán, entre otras importantes obras de arte sacro. ¡Un lugar único!
2. Kinich Kakmó, el templo del dios solar
Fundada por el pueblo maya de los itzaes antes de establecerse en Chichen-Itzá, Izamal fue una de las grandes urbes de la Península de Yucatán en época prehispánica. La pirámide de Kinich Kakmó, ubicada a solo tres calles del Convento de San Antonio, en pleno centro de la ciudad, es uno de sus templos más importantes.
Con sus diez niveles asentados sobre una gran base cuadrangular, Kinich Kakmó es la pirámide más grande en superficie de la Península de Yucatán y la tercera de México (después de la famosa Pirámide del Sol, en Teotihuacán, y la de Cholula, en Puebla, reconocida como el basamento piramidal más grande del mundo). Además de su imponente tamaño, no te pierdas las vistas desde la parte superior del templo, a más de 30 metros sobre las calles de Izamal. Esos sí… ¡ten cuidado al subir!
3. Itzamatul, la pirámide de Zamná
También en pleno centro, a espaldas del Convento de San Antonio de Padua, se encuentra otro de los grandes tesoros arqueológicos de Izamal, la gran pirámide dedicada a Zamná o Itzamná, un legendario sacerdote maya convertido en dios al que la propia ciudad debe su origen y su nombre.
Esta estructura prehispánica de unos 22 metros de altura –la segunda más grande de Izamal, tras la de Kinich Kakmó–, fue construida en tres periodos distintos, entre los años 300 y 600 de nuestra era. La evolución de propio templo narra la historia de esta importante ciudad, desde final del periodo Protoclásico (150 d.C.-250 d.C.) y el Clásico Temprano (250-600 d.C.) hasta el abandono de Izamal en el Postclásico Temprano (1000-1200 d.C.).
4. Por las calles de Izmal
Uno de los principales atractivos de este singular Pueblo Mágico es, simplemente, perderse en sus calles. Las antiguas pirámides mayas se alternan con las viejas casonas coloniales, también amarillas y blancas, con sus placitas y parques, con capillas, pequeñas iglesias… Busca en las paredes las plaquitas que te cuentan las leyendas de la ciudad. Aprovecha para descubrir algún museo, como el de Artesanía o el Centro Cultural y Artesanal Izamal, ambos en la calle 31. Afina el oído y seguro que escuchas a más de un vecino de la ciudad hablando en maya.
Y después de dar una buena paseada, relájate a la sombra en la Plaza 5 de Mayo, entre el Convento de San Antonio y el histórico edificio del Palacio Municipal, y cómete una típica marquesita. O acércate a la vecina Plaza Zamná, la más antigua de Izamal, donde te puedes tomar un heladito o una paleta helada y sacarte una foto con las grandes letras volumétricas que componen el colorido nombre de la ciudad.
Y al caer el sol, no te puedes perder el videomapping “La Luz de los Mayas”, en el atrio del Convento de San Antonio. Un bonito viaje en el tiempo a través de la proyección de imágenes sobre los arcos y la fachada del templo, acompañadas de música y una narración que cuenta la historia de la ciudad, desde la época maya. ¡Todo un espectáculo!
Dónde y qué comer en Izamal
Cochinita pibil, relleno negro, papadzules, queso relleno, salbutes, chaya con huevo, panuchos… la comida típica de la Península de Yucatán es, evidentemente, el corazón de la oferta gastronómica de Izamal, aunque en la ciudad también puede encontrar otras opciones, desde ricas pizza artesanales y hamburguesas hasta pescados y mariscos frescos. Aquí tienes algunas opciones:
Kinichç
El lugar más famoso para comer en la ciudad, un auténtico templo de la cocina tradicional yucateca.
Los Arcos
Bajo la arquería de la Plaza Zamná, este acogedor restaurante-cafetería te ofrece comida tradicional y dicen que sus postres son los mejores de Izamal.
Zamná
Alojado en una antigua casona con una gran palapa, a cuatro calles de San Antonio, este es otro excelente lugar para disfrutar de la comida tradicional yucateca.
La Conquista
Un poquito más alejado del centro, cerca de la antigua estación del ferrocarril, pero también dentro de una bonita casona con palapa, aquí tienes otro ejemplo de mejor comida típica yucateca.
Un tip: Si llegas temprano a Izamal y quieres desayunar riquísimo, o la hora de la comida prefieres unos antojitos típicos sin tener que ir a un restaurante, no dejes de visitar el Mercado Municipal, a un ladito del convento. Entre sus puestos vas encontrar auténticas delicias y un ambiente súper auténtico.
Izamal es cultura viva
La “Ciudad de las Tres Culturas” es precisamente eso, cultura viva, y descubrir, por ejemplo, el fino trabajo de sus artesanos es la mejor manera de comprobar como el México prehispánico, el colonial y el contemporáneo se funden para crear objetos de enorme belleza. Visita cualquiera de los talleres que se encuentran en distintos puntos de la ciudad y podrás comprobar la habilidad, el talento y la creatividad de las manos izamaleñas.
Otra muestra clara de la riqueza cultural de la ciudad son sus fiestas populares, así que si tienes la oportunidad haz que tu visita coincida con cualquiera de las más importantes, como:
La Fiesta de San Antonio
Cada 13 de junio se celebra la fiesta de San Antonio de Padua con música, bailes populares y otros actos especiales en el atrio del Convento.
El Santo Cristo de Sitilpech
Del 19 al 28 de octubre, Izamal celebra las fiestas del Cristo negro de Sitilpech, una de las imágenes más veneradas de la región.
El Hanal Pixan, la comida de las ánimas
Del 31 de octubre al 2 de noviembre se celebra la versión yucateca del Día de Muertos, cuyo rito principal, aunque no el único, es ofrecer a los difuntos comida típica de la temporada en una mesa-altar adornada con flores, velas, ramas de ruda…
La Virgen de la Purísima Concepción
Misas, procesiones y música tradicional celebran a la Inmaculada cada 8 de diciembre. Pero las diversas actividades que giran en torno a esta fiesta en honor a la “Mamá Linda” comienzan una semana antes.