En el extremo sur de Quintana Roo, muy cerca de Chetumal –la capital del estado–, se encuentra uno de esos lugares que son capaces de sorprender a cualquiera. Un paraíso natural muy especial que ofrece paisajes realmente increíbles, a la altura de sitios como la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an o las lagunas rosadas de Las Coloradas. Se trata de la Laguna de Bacalar, uno de los pocos cuerpos permanentes de agua superficial en toda la Península de Yucatán y una auténtica maravilla de la Madre Naturaleza.
Durante tu estancia en Riviera Maya, organízate una visita a esta hermosa laguna y disfruta de uno de los paisajes más espectaculares de la Península de Yucatán. Explora la zona, échate una nadadita en sus aguas cristalinas, descubre sus rincones más curiosos, relájate en alguno de los balnearios que hay en sus orillas… Ya verás que visitar Bacalar y su laguna es una experiencia que vale muchísimo la pena.
- La laguna de los 7 colores
- Qué hacer en la Laguna de Bacalar
- Consejos para visitar la Laguna de Bacalar: cuídala y cuídate
La laguna de los 7 colores
Azul turquesa, azul verdoso, azul marino… Siete, ese es el número de tonalidades, de colores, que se pueden apreciar en las aguas de la Laguna de Bacalar. Y que conste que su belleza multicolor es solo uno de los encantos que puedes encontrar en los cerca de 50 kilómetros de largo y poco más de 2 km en su parte más ancha de esta hermosa lengua de agua.
Más allá de sus impresionantes colores, provocados por las diferentes profundidades y tipos de suelo de la laguna, este cuerpo de agua es un lugar de enorme valor ecológico y paisajístico, enmarcado por un gran sistema de lagunas menores, cenotes, ríos y humedales que conectan con la bahía de Chetumal y el mar Caribe. Un paisaje verdaderamente mágico en el que habita desde el mangle rojo y el mangle blanco, el zacate y varios tipos de palmas, entre otros ejemplos de su abundante flora, hasta distintas especies de aves, peces y pequeños mamíferos y reptiles, y el característico caracol rosado, todo un símbolo de la zona.
También entre sus valores ambientales más importantes, Bacalar contiene uno de los conjuntos de estromatolitos de agua dulce más grandes del mundo. Estas pequeñas acumulaciones de sedimentos y material orgánico producido por bacterias, o sea “piedras vivas”, se formaron hace unos 8 mil años, pero se trata de formas de vida que se remiten al origen de la Tierra y son unos de los principales responsables de que en nuestro planeta se haya comenzado a producir oxígeno.
Qué hacer en la Laguna de Bacalar
Visitar la Laguna de Bacalar te permite realizar un montón de actividades. En distintos puntos de la ribera de la laguna, pero sobre todo en el pueblo de Bacalar, se encuentran pequeños restaurantes, hotelitos, clubs de playa o balnearios, algunos públicos y otros privados, en los que puedes nadar, tomar y comer algo rico, realizar actividades acuáticas –paseos en kayak, buceo, esnórquel, etc.–, incluso algunos tienen sus propios muelles desde los que salen los paseos en lancha por la laguna, la principal actividad de la zona.
Canal de los piratas
Como su nombre indica, este histórico canal fue utilizado por piratas para entrar en la Laguna de Bacalar. A través del río Hondo, el estero de Chaac, la laguna Mariscal y otros pequeños canales, los piratas podían conectar la bahía de Chetumal con Bacalar para atacar el pueblo, que en época colonial era el más importante de la región. Hoy en día hay recorridos en lancha que te llevan por la ruta de los viejos corsarios y bucaneros, una aventura increíble en medio de un paisaje que te van a dejar con la boca abierta.
Cenote negro
Una de las características más especiales de la laguna es que sus aguas surgen, en buena medida, del fondo de la tierra, y lo hacen a través de varios cenotes que se encentran dentro de la propia laguna, como el cenote Cocalitos, el cenote Esmeralda y el cenote la Bruja o cenote Negro. Este último tiene nada más y nada menos que 90 metros de profundidad y es un lugar muy visitado para nadar y apreciar el azul intenso de sus aguas.
Isla de los pájaros
Garzas, gavilanes caracoleros, loros, cenzontle, calandrias…, la Laguna de Bacalar es un hogar de todo tipo de especies de aves y la Isla de los Pájaros, ubicada en medio de la laguna, es uno de sus lugares favoritos. Este islote cubierto de vegetación está protegido para salvaguardar los espacios de anidación, pero los paseos en lancha por la laguna se suelen acercar para ver a las aves en su hábitat natural.
Rápidos de Bacalar
Entre el cuerpo principal de la laguna y la parte sur, conocida como la laguna de Xul-Há, hay un estrechamiento conocido como los Rápidos de Bacalar. Según la época del año, la corriente que conecta las dos lagunas puede ser más fuerte o más débil, pero en ningún caso hay problema para navegarla en kayak, por ejemplo, o simplemente dejarte llevar por la corriente flotando sobre las cristalinas aguas de Bacalar. Un pequeño balneario ofrece acceso a los rápidos y varios servicios más, para que disfrutes de este maravilloso lugar.
Bacalar, pueblo mágico
En la ribera de la laguna hay varios lugares más o menos habitados, casas privadas, hoteles boutique, zonas de acampada…, pero el núcleo de población más importante es Bacalar, un lugar muy especial que desde 2007 forma parte del programa Pueblos Mágicos. El fuerte de San Felipe, del siglo XVIII, la plaza principal, la parroquia de San Joaquín o los más de 100 murales que se ha pintado en distintas partes del pueblo son solo algunos de los atractivos de este bonito lugar fundado por los mayas en el siglo V d.C. y refundado por los conquistadores españoles en el s. XVI.
Consejos para visitar la Laguna de Bacalar: cuídala y cuídate
Realizar actividades en la naturaleza es, sin duda, uno de los principales atractivos de Riviera Maya, en general, y de la Laguna de Bacalar, en particular, pero no te olvides de que estás en una zona tropical de enorme valor ecológico y que, por lo tanto, es importante tener algunas precauciones.
En primer lugar, cuida del medio ambiente y respeta los estromatolitos, estas estructuras solo existen en unos cuantos lugares de nuestro planeta y Bacalar es uno de esos sitios afortunados. Últimamente, la presión de turismo ha comenzado a dejar huella en la laguna y su entorno, aumentando los niveles de contaminación del agua y mayor presencia de basura. Es responsabilidad de todos cuidar esta maravilla natural.
Además, el recorrido por la laguna lo puedes hacer en velero o catamarán ligero y la experiencia es todavía más bonita… y ayudas a proteger el medio ambiente. Si eres más aventurero y deportista, mejor explora Bacalar en kayak –hay excursiones organizadas–, es la manera más íntima de descubrir este increíble paraíso natural.
Por último, cuídate tú también: protégete del sol tropical, que pega duro, y mantente bien hidratado, sobre todo si vas en la temporada seca (la mejor para disfrutar de la laguna), entre noviembre y abril, porque no te va a tapar ni una nubecita. Usa gorra, lentes oscuros, una camiseta de neopreno que te proteja del sol… pero, si puedes, no uses bloqueador, aunque sea biodegradable, porque el sensible ecosistema de la laguna se ve afectado. Además, si vas a Bacalar en coche y por tu cuenta, ten cuidado con el regreso, en la noche la carretera puede tener mucho tráfico de camiones pesados.