Puede que muchos no asocien a Omán con un destino para parejas al uso. Pero el sultanato, bañado por las aguas del Golfo Pérsico y plagado de escenográficos desiertos y de los más variados espacios naturales, ofrece un buen puñado de planes románticos.

Desde la experiencia de dormir de bajo el increíble cielo estrellado en mitad de la nada hasta cenas en la playa iluminados por antorchas y velas, la visita a pueblos con sabor y mucha historia o excursiones en dhows por el Estrecho de Ormuz, a continuación ofrecemos nuestra selección de planes románticos en Omán.

 

  1. Una noche en el desierto
  2. Excursión a la isla Masirah
  3. Visita al muy auténtico pueblo de Sur
  4. Nadar en Wadi Shab
  5. Cena en la playa
  6. Ruta en barco por los fiordos de Omán
  7. Observar a las tortugas en Rass Al-Hadd
  8. Perderse por Nizwa, la antigua capital
  9. Dónde dormir en Omán

Una noche en el desierto

Quien haya dormido alguna vez en el desierto, entre dunas y el impresionante cielo plagado de estrellas y luceros, sabe que es una experiencia que no tiene parangón. Y, desde luego, algo que merece ser vivido en pareja. En Omán hay varias posibilidades de hacerlo, incluso en tiendas al estilo de las que usaban las caravanas de mercaderes que recorrían la región arábica hasta hace no tanto tiempo.

Entre los lugares más recomendables donde disfrutar de este plan romántico en Omán están Wadi Shab, Wadi Nani Khalid y Wahiba Sands.

Excursión a la isla Masirah

Considerada como “la isla desierta” de Omán, lo cierto es que Masirah, pese a la relativa cercanía con el continente, es un lugar prácticamente virgen en el que se puede experimentar el magnetismo de la soledad. Aunque es verdad que no se trata de un lugar completamente inhabitado, resulta ideal tanto para una excursión de día como para acampar en aquí y, así, disfrutar de sus playas desiertas, de la contemplación de la naturaleza y de la práctica de diversos deportes acuáticos. 

El paisaje del paraíso de la isla de Masirah. Omán

Visita al muy auténtico pueblo de Sur

Ir a la bonita localidad de Sur es, sin duda, uno de los planes más románticos de Omán. Pasear por su casco urbano, en paralelo al arco que forma su puerto natural, es una auténtica delicia, en todo momento flanqueados por las casitas blanqueadas que caracterizan a este localidad histórica. Merece la pena contemplar el atardecer (también el amanecer) desde las inmediaciones del faro, sin duda la construcción más conocida de este encantador pueblo de pescadores.

Nadar en Wadi Shab

Este cañón fluvial, aparte de una de las mejores atracciones naturales, también puede ser uno de los planes más románticos de Omán. Sobre todo si se trata de nadar en la piscina natural que esconde una de sus cuevas y a la que se accede, siempre bajo el agua, a través de un estrecho pasadizo. 

Wadi Shab es también una buena opción para aquellas parejas amantes del senderismo y la espeleología. 

Cena en la playa

Muchos de los hoteles de costa, sobre todo los que están enfocados a los visitantes extranjeros, suelen ofrecer esta posibilidad. A veces, incluso, con mesas solo iluminadas con candeleros y antorchas, para hacer más íntima y romántica la experiencia. Al tratarse de una cena especial, lo recomendable es reservarla con antelación, incluso antes de la llegada al propio hotel.

Ruta en barco por los fiordos de Omán

Recorrer en barco la parte más angosta del Golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz, entre Omán e Irán, puede resultar de lo más emocionante, instructivo y también romántico. Las empresas que ofrecen esta posibilidad en Musandam, es decir la parte omaní del estrecho, lo hacen en pequeñas y típicas embarcaciones de madera, los dhows.

Algunas de estas compañías, incluso, ofrecen la posibilidad de viajes privados. En estos recorridos, amén del estrecho como total, se visitan los llamados fiordos de Musandam, un impresionante laberinto conformado por lenguas de tierra, golfos e islotes.

Observar a las tortugas en Rass Al-Hadd

Esta playa, situada en el punto más oriental del país, supone uno de los planes más románticos de Omán. No solo por su belleza natural y la posibilidad de disfrutar del mar y el sol, sino porque aquí, en temporada (de julio a septiembre), acuden cientos de tortugas verdes para desovar. Un espectáculo que, por lo general, tiene lugar durante la noche y que se puede observar con la ayuda de empresas y guías especializados, siempre respetando el ciclo vital de estos impresionantes animales.

Perderse por Nizwa, la antigua capital

Esta pequeña ciudad tiene una gran importancia, pues fue la capital del Imanato de Omán y una de las primeras de la región en adoptar el Islam como religión. Se impone una visita a su zoco, por ejemplo para comprar perfumes y esencias, especias y dulces árabes. Pero, sin duda, las compras más apreciadas en Nizwa son las joyas y objetos confeccionados a base de filigranas de plata.

También merece una visita su fortaleza histórica, construida en el siglo XVII y considerada como el monumento más frecuentado del sultanato.

Dónde dormir en Omán

Entre las diversas opciones de alojamiento repartidas por todo el país destacamos el Barceló Mussanah Resort, un complejo de lujo con 234 habitaciones y 74 apartamentos situado frente al Golfo de Omán. A unos 45 minutos tanto de Mascate, capital del sultanato, como de su aeropuerto internacional, está rodeado de bonitos jardines y tiene acceso directo a su playa privada.

Entre las instalaciones destacan los tres restaurantes, adaptados a los gustos de todo tipo de comensales, las cuatro piscinas exteriores y el Zayna Spa, con diez salas de tratamientos y servicios personalizados, incluyendo piscina termal, sauna, baño de vapor, hidromasaje. Para mantener la forma física siempre se puede  visitar el bien equipado Health Fitness Club.