Un wadi es una palabra árabe que sirve para designar un cauce o cañón extremadamente seco que, en ocasiones puntuales, sobre todo en época de fuertes lluvias, se inunda. Suelen estar en zonas desérticas o semidesérticas, donde abundan las colinas y las planicies. Por eso, en Omán, debido a su particular orografía, abundan los wadis, si bien el más célebre es el Wadi Bani Khalid, situado entre los Montes Hajar Orientales, a escasos kilómetros al norte de Al-Kamil. Son formaciones muy particulares, bordeadas de barrancos con abundantes curvas, que dibujan paisajes en los que predominan los tonos ocres y rojizos. En el entorno de tanta belleza, suele haber aldeas, campos cultivados y fuentes de aguas termales.
¿Qué es un wadi?
Un wadi es un término árabe que significa algo parecido a una rambla, si bien en los países árabes también sirve para denominar a los barrancos y los torrentes de montaña y, en último término, a los valles y cauces. Hay que recordar que en España el nombre de muchos ríos tienen la raíz “guad-“ porque fueron ‘bautizados’ durante la época árabe. En cualquier caso, la palabra designa a los cauces secos o estacionales de ríos, arroyos y torrentes de regiones cálidas y desérticas. Son cauces que pueden tener hasta 100 metros de ancho y que sólo reciben agua durante las épocas de lluvia. Suelen estar rodeados de árboles que se ubican frente a las paredes de las montañas y en muchos se forman piscinas naturales o pozas, además de oasis.
Los mejores wadis de Omán
Al ser un país semidesértico, Omán cuenta con numerosos wadis que forman espectaculares paisajes que bien merece la pena descubrir. Son todo un espectáculo digno de ver. Los mejores wadis del país se sitúan en la provincia de Ash Sharquiyah y los más célebres son los siguientes:
Wadi Bani Khalid
Es, posiblemente, el wadi más popular de todos los existentes en Omán, ya que cuenta con agua durante todo el año. Son muchos los viajeros que llegan hasta aquí de excursión para descubrir sus fuentes de agua y sus piscinas naturales. En los alrededores de la Cueva Moqal, también se puede hacer picnic y darse un chapuzón. Eso sí, hay que recordar que la zona suele estar muy concurrida, especialmente durante los fines de semana. Este wadi está situado a 260 kilómetros de Mascate y cuenta con piscinas naturales de agua traslúcida. El paisaje está salpicado de palmeras, cascadas, cuevas y montañas.
Wadi Shab
Dicen que es uno de los wadis más bonitos de Omán. Se encuentra a unos 150 kilómetros de Mascate y su acceso es bastante sencillo en coche. Existe un sendero que te lleva por un cañón de altas paredes de roca que ha ido formando el cauce del río. En el entorno, encontrarás palmeras y campos cultivados, además de pozas con agua color turquesa en las que, a veces, es posible darse un baño.
Wadi Al Arbeieen
El acceso a este wadi es más complicado, porque se necesita un todoterreno para llegar al aparcamiento y acercarse hasta el entorno. Está a unos 130 kilómetros de Mascate y suele tener agua durante casi todo el año. Se trata de un cañón milenario salpicado de pozas, rocas, palmeras y limoneros. También encontrarás cascadas y lagos en el recorrido.
Wadi Darbat
Aunque no es tan célebre como los anteriores, tiene la particularidad de que tiene una cascada de unos 30 metros que suele formarse entre los meses de julio y septiembre. También es un espectáculo que merece la pena disfrutar.