En un bosque profundo de Polonia, cerca de la frontera con Rusia, el líder alemán Adolf Hitler decidió excavar lo que sería su guarida, la Guarida del Lobo. Un búnker desde donde dirigir al ejército nazi durante la mayoría de la II Guerra Mundial de forma segura y tomar las decisiones más cruentas. Sin embargo, la Guarida del Lobo también fue el lugar donde más cerca estuvo de morir por un atentado.
Historia del lugar
En 1941, Adolf Hitler mandó a construir lo que sería el bunker secreto donde el líder nazi pasó más tiempo dirigiendo a las tropas alemanas. La Guarida del Lobo estaba ubicada al norte de Polonia, en mitad de profundo bosque, rodeado de lagos y muy cerca de la frontera rusa por lo que se convirtió en un lugar desde donde Hitler pensaba acabar con el Ejército Rojo.
Sin embargo, en estos 70 edificios, 50 de ellos búnkeres, se produjo el 20 de julio de 1944 el atentado contra Hitler que más cerca estuvo de acabar con su vida. Fue realizado por Claus von Stauffenberg, miembro de la conspiración que se había dado dentro de los altos cargos alemanes.
Además de los cuarteles y los búnkeres, la Guarida contaba con una estación de tren, un aeropuerto con dos pistas, agua y luz. Su protección era máxima, con minas y armas antiaéreas, y los bunkers principales, ocho estaban ocupados por Hitler y sus máximos colaboradores, eran bloques de hormigón, con paredes de más de dos metros de grosor, y sin ventanas.
En este lugar, Hitler, las SS y los aliados tomaron la mayoría de las decisiones de la II Guerra Mundial, puesto que el líder nazi pasó más de 800 días entre estos muros, algunas tan dramáticas como la creación de campos de concentración para los judíos.
El lugar fue abandonado en noviembre de 1944 con la llegada del Ejército Rojo y fueron los mismos alemanes los que minaron el cuartel para evitar que nada cayera en manos rusas.
Recorrido y qué podrás ver
El lugar donde se encuentra La Guarida del Lobo ya tiene su encanto sólo por lo inaccesible que resulta pero además aún quedan algunos búnkeres en ruinas, lo que da una idea de cómo pudo ser esta histórica base y el papel que jugó en la II Guerra Mundial.
Hay muchas visitas organizadas en varios idiomas y con un guía privado pero también se puede acudir por libre, aunque el acceso hasta el lugar es bastante complicado.
Una vez allí, se recorren algunos de los espacios derruidos, con trozos de paredes con cables de acero e interiores de búnkeres que ya están abiertos al exterior.
También se pueden ver varias exposiciones como una sobre el atentado contra Hitler el día 20 de julio de 1944, otra sobre armas y el equipamiento militar y una tercera sobre el Levantamiento de Varsovia y lo que supuso.
Desde 2017, se han recuperado los senderos hacia la Guarida, algunos carteles explicativos recuerdan cómo se estructura esta base y la proyección de un documental en uno de los refugios cuenta cómo era su estructura.
Información para la visita
La Guarida del Lobo está abierta todos los días del año desde las ocho de la mañana hasta el anochecer, por lo que el cierre cambia según el momento del año. El precio de entrada varía dependiendo del mes, pero oscila entre los cinco y los seis euros. Además, los niños hasta seis años no pagan y hay descuentos para estudiantes y jubilados.
El cuartel estaba dividido en tres zonas pero ahora mismo sólo se visita la primera, que es donde estaban los búnkeres de Hitler y sus colaboradores, y la segunda, a la que hay que acceder caminando. Una de las atracciones de moda últimamente es visitar la Guarida en un coche blindado de época que hay que contratar con antelación.
En los alrededores del lugar se ha habilitado un parking para quienes viajen hasta allí en bicicleta, coche o moto, aunque hay que tener en cuenta que es de pago. Lo mismo ocurre con las audioguías que se ofrecen. Hay en alemán, inglés, polaco, lituano y ucraniano.