Alrededores de Varsovia
Varsovia lleva siendo la capital de Polonia desde el siglo XVI, cuando el rey Segismundo III trasladó su Corte hasta ella desde Cracovia. Así que es fácil entender que, pese a que durante la II Guerra Mundial la ciudad quedó completamente destruida, en los alrededores de Varsovia queden aún importantes vestigios de su rico pasado.
En los alrededores de Varsovia uno de los lugares más importantes desde el punto de vista artístico e histórico es el Palacio Wilanów, construido a finales del siglo XVII y situado a unos 14 kilómetros de la capital. Una residencia levantada por el rey Jan III Sobieski para complacer a su consorte, la reina Marie, en un clarísimo estilo barroco francés, emulando al Palacio de Versalles.
Bastante menos pretencioso en dimensiones y situado a unos 7 kilómetros del anterior, el Palacio Łazienki fue el empeño personal del último rey de Polonia, Estanislao II, en el siglo XVIII. Lo mandó construir sobre lo que eran unos antiguos baños y, de hecho, a esta residencia real se la conoce con el nombre de Palacio sobre el Agua. Pero lo más interesante es que las diferentes dependencias del palacio están inmersas en un enorme jardín de estilo inglés, sede habitual para la celebración de conciertos de música clásica.
En estos alrededores de Varsovia, a unos 20 kilómetros del centro, resulta también muy recomendable la visita al Parque Nacional Kampinos. Una gran superficie cubierta de pinos y otras especies boscosas, que se extiende a lo largo del valle del río Vístula. También hay aquí turberas y una zona de dunas. Es un lugar ideal para un día de excursión tranquila, amenizada con avistamientos ocasionales de animales como alces, castores y linces.
Una excursión habitual de los alrededores de Varsovia es también Żelazowa Wola. Una pequeña localidad con encanto, situada a unos 60 kilómetros de la capital, que es donde nació el genial Fryderyk Chopin. La visita a la casa-museo de este compositor es casi obligada para amantes de la música. Como también para quien quiera conocer parte de las esencias del mundo rural polaco.
A unos 30 kilómetros de esta pequeña aldea se encuentra el Palacio Nieborów, otra de las grandes atracciones de los alrededores de Varsovia, que está a unos 80 kilómetros. Se trata de una gran residencia privada levantada en el siglo XVI. Posteriormente, a finales del siglo XVII, se reconstruyó en estilo barroco y se rodeó de un impresionante y enorme jardín de estilo inglés. La particularidad de esta residencia es que pudo mantener su esplendor y riquezas incluso durante la II Guerra Mundial y la posterior etapa comunista, llegando hasta nuestros días prácticamente inalterada.
Por último, una de las actividades más agradables de los alrededores de Varsovia es navegar por el río Vístula en alguno de los cruceros de día que salen de los puertos de la ciudad, para llegar hasta la cercana Serock. Una vez en esta localidad de poco más de 4.000 habitantes se pueden recorrer las orillas del lago Zegrze y disfrutar del tranquilo entorno natural (y muy verde).