La isla de Madeira te ofrece tantas perspectivas diferentes como excursiones puedes hacer por todo su territorio. Por lo tanto, la mejor manera de conocer a fondo este pequeño territorio insular portugués es organizando una serie de salidas desde el lugar donde te alojes. Un buen lugar para asentarse es Funchal ya que después de hacer las excursiones también tendrás a mano buenas propuestas de cultura, de gastronomía y vida nocturna. Aunque sea una isla pequeña, necesitarás al menos 4 días para poder recorrer sus lugares más destacados. No organices rutas muy extensas en coche, es preferible disfrutar con calma que llevar demasiados lugares apuntados en la agenda.
En función de tus gustos, escoge las mejores excursiones en Madeira. Si te consideras una persona deportista, dedica al menos día a realizar una ruta senderista por una levada, o por un entorno montañoso. Si bien, si eres de los que prefiere ir de pueblos o relajarse en la playa, puedes gestionar tu tiempo por zonas: rutas por la costa, itinerarios por pequeñas aldeas del interior, preciosos miradores en la montaña o paseos a nivel del mar. Las opciones son casi infinitas. A continuación te ofrecemos algunas excursiones imprescindibles como Seixal, Machico, Porto Moniz, Porto da Cruz, Santana, Paul do Mar y Curral das Freiras.
- Seixal, puerto y playa
- Machico, una propuesta cultural
- Porto Moniz y sus bellas piscinas
- Porto da Cruz
- Santana
- Curral das Freiras
- Paul do Mar, el pueblo favorito de los surfistas
- Porto Santo
- Dónde dormir en Madeira
Seixal, puerto y playa
Esta pequeña población del norte de Madeira representa uno de los puntos que se deben marcar en el mapa cuando se organizan excursiones por la isla. Se encuentra situada entre São Vicente y Porto Moniz y su interés, más que en el pueblecito en sí, está en su coqueto puerto, las vistas que se obtienen de los acantilados desde el mirador de Véu da Noiva, y las posibilidades para el baño. Mete bañador y toalla en la mochila porque en Seixal encontrarás una playa de arena volcánica, el Porto do Seixal, la playa da Laje y las piscinas naturales do Seixal. Si te gusta el enoturismo, apunta en tu agenda también ver los viñedos que parecen descolgarse por los acantilados y que producen un vino con un interesante sabor.
Machico, una propuesta cultural
Continuamos las excursiones en Madeira visitando Machico, una ciudad del este de la isla que destaca por sus propuestas monumentales. Como la oferta cultural no es muy amplia en la isla, te recomendamos realizar una visita sin prisas y disfrutando de monumentos como la iglesia Matriz, de estilo manuelino; sus dos fuertes, el de Nossa Senhora do Amparo y de São João Baptista; y el Museo de la Ballena. Además de estas visitas, también se pueden hacer actividades como visitar miradores como el de Pico do Facho y hacer una ruta por las levadas cercanas. Y si aún te queda tiempo, relájate en su playa de Banda Além, una de las pocas de arena dorada en Madeira.
Porto Moniz y sus bellas piscinas
Aunque Porto Moniz es uno de los pueblos más antiguos de Madeira, su fama saltó a las redes sociales por sus bonitas piscinas naturales, un motivo más que justificado para realizar una excursión a este rincón. Antes de sumergirte en sus bellas piscinas sobre roca volcánica y llenas del agua cristalina que entra del mar, da un paseo para visitar el fuerte de São João Baptista y el puente da Ribeira da Janela. En su entorno también se encuentran algunos lugares interesantes como el mirador de Santa y el teleférico das Achadas da Cruz. El resto del día lo puedes pasar tranquilamente disfrutando de los 2.800 m2 de piscinas naturales.
Porto da Cruz
Si haces una excursión por la costa norte de Madeira, una visita que debes apuntar en el itinerario es Porto da Cruz. Es uno de esos sitios donde se debe parar para comer en sus buenos restaurantes y para conocer el mundo del vino madeirense. Si vas en septiembre, no te pierdas la Fiesta de la Uva. Y si lo haces el resto del año, disfruta igualmente de su entramado de casas blancas, jardines y ambiente relajado. Entre las visitas que no se deben perder están la famosa Ciudadela de Porto da Cruz, las ruinas de una fortaleza situadas en un montículo, y la casa señorial de Solar da Nossa Senhora de Belém.
Los amantes del surf pueden aprovechar para practicar su deporte favorito porque las olas de este rincón son propicias para ello. Y si no eres deportista, disfruta igualmente de su playa.
Santana
Continuamos por la costa norte, ahora nos vamos al municipio de Santana, uno de esos lugares que, debido a su pasada inaccesibilidad, se ha mantenido fiel a sus tradiciones. Lo más conocido de Santana son sus casas con tejado vegetal, puertas rojas y bonitos jardines alrededor. Algunas son visitables y se puede ver cómo era su distribución y el mobiliario típico. Además, suelen disponer de productos artesanales a la venta en su interior.
Pero, además de las casas, Santana también propone una amplia oferta natural, por algo fue declarado Reserva de la Biosfera en 2011. Anímate a realizar alguna caminata, a visitar el Pico Ruivo y a conocer sus bonitos miradores.
Curral das Freiras
Una excursión corta pero muy interesantes desde Funchal es a la freguesía de Curral das Freiras. Este pueblecito está situado en un profundo valle cubierto de vegetación y por donde caen impresionantes torrentes. La imagen es impactante desde cualquiera de los miradores que te saldrán en la carretera. La población es pequeña pero cuenta con un excelente restaurante panorámico donde probar los platos tradicionales de la isla (Sabores do Curral), así que merece la pena hacer una paradita para recuperar energías.
Paul do Mar, el pueblo favorito de los surfistas
Este es uno de esos pueblos pintorescos que permanecía al margen del mundo y que debido al surf ahora está en el punto de mira. Dicen que tiene las mejores olas de Europa, así que la presencia de deportistas es constante durante gran parte del año. En su conjunto urbano, formado por casitas custodiadas por altos acantilados, los bares, hostales y restaurantes ofrecen vistas al mar. Sin duda, un lugar idílico para desconectar.
Porto Santo
Esta es la segunda isla habitada del archipiélago de Madeira y es perfecta para una visita de uno o dos días. Una de las principales razones para subir al ferry que une Madeira y Porto Santo –y que tarda unas dos horas– es que cuenta con las mejores playas del conjunto insular. Si eres un enamorado de los arenales dorados te gustará la ensenada que está a los pies de la capital de la isla. Otras visitas de interés son el mirador de Portela, junto al que se sitúan unos bonitos molinos de viento, la capilla de Nuestra Señora de Gracia, las columnas del Pico Ana Ferreira y la Fonte da Areia.
Dónde dormir en Madeira
Un excelente hotel donde descansar durante tu estancia en esta preciosa isla portuguesa es el Allegro Madeira, un Adults only que te proporciona unas instalaciones idóneas para descansar y desde donde hacer las mejores excursiones. Este moderno cuatro estrellas ofrece unas amplias habitaciones con toques de color que aportan una agradable nota de alegría a tu estancia. Además, en las zonas comunes no faltan restaurantes, piscinas, bares, gimnasio, un Centro Wellness y una azotea con vistas panorámicas, el Rooftop Bar 360. Sin duda, una elección más que acertada para poder recorrer la capital en pocos minutos.