Madeira es un destino que cuenta con opciones para todos los gustos y presupuestos: planes románticos para viajar en pareja, propuestas de lo más divertidas para disfrutar con amigos y, por supuesto, planes perfectos para disfrutar en familia y hacer que los pequeñines de la casa vivan unas vacaciones fuera de serie.

Descubrir la exuberante naturaleza de la isla, embarcarse en una aventura marinera, disfrutar de la playa, conocer el rico patrimonio cultural local… Madeira es una isla pequeña y fácil de abarcar (apenas 57 km de largo y 22 km de ancho), pero sus dimensiones no le restan un ápice de atractivo y de variedad a las innumerables posibilidades para que niños y niñas, de todas las edades, experimenten, se diviertan y disfruten –ahora sí– a lo grande.

  1. Los mejores planes para disfrutar Madeira con niños
  2. Recomendaciones y consejos
  3. Dónde dormir en Madeira

Los mejores planes para disfrutar Madeira con niños

No importa si tus pequeños son de corte más aventurero o si lo suyo es gozar tranquilamente de la playa; si disfrutan de un atractivo museo o si prefieren cualquier tipo de deporte…, en Madeira, hay planes para todos.

 

 

Aventuras en la Naturaleza

Si algo destaca en esta hermosa isla portuguesa es, desde luego, su impresionante naturaleza, encabezada por los antiguos bosques Laurisilva declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y la mejor manera de descubrirla es recorriendo los maravillosos senderos de la isla. Por supuesto, hay rutas para todos los niveles, incluyendo algunas totalmente accesibles, como el Caminho Real do Monte, en el Parque Ecológico de Funchal, o la Vereda dos Balcões, que sigue la ‘levada’ (canales de irrigación típicos de Madeira) de la Serra do Faial a través de paisajes increíbles. Rutas que se pueden realizar al completo o en partes, y que permiten a los más pequeños disfrutar de la naturaleza de la isla.

Del mismo modo, también hay empresas multiaventura que ofrecen todo tipo de propuestas para disfrutar de la naturaleza de la isla en familia, desde paseos a caballo o en 4×4 hasta escalada, barranquismo, tirolesas y rutas de observación de aves, entre muchas otras alternativas.

Emoción bajo tierra

Las Cuevas de São Vicente, formadas hace casi un millón de años, son una de las primeras cuevas de origen volcánico abiertas al público en todo Portugal y pueden visitarse a través de un alucinante recorrido subterráneo de casi 1.000 metros. Además, sus visitantes, grandes y pequeños, también pueden descubrir el Centro de Vulcanismo, un moderno equipamiento que muestra, de forma lúdica y pedagógica, la evolución geológica de las cuevas, los procesos eruptivos de un volcán y la formación del propio archipiélago de Madeira.

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Madeira

A vista de pájaro.- El escarpado paisaje madeirense, formado por montañas, valles y acantilados, ha provocado la aparición de teleféricos en distintos puntos de la isla. Este peculiar medio de transporte facilita el movimiento cotidiano de la gente, pero también es una excelente manera de apreciar los increíbles paisajes de la isla. El teleférico de Achadas da Cruz, en Porto Moniz; el teleférico del Jardín Botánico, en Funchal; el de Fajã dos Padres, en Quinta Grande; el de Fajãs Cabo Girão, en Câmara de Lobos; el teleférico de Garajau, en la zona de Ponta do Garajau… Escoge el que más te guste, o más de uno, y disfrutar con los peques de un emocionante recorrido a vista de pájaro.

¡Todos a bordo!

Por supuesto, los pequeños piratas y mini Jacques Cousteau podrán disfrutar de todo tipo de aventuras náuticas en las costas de Madeira. Empieza por un emocionante paseo en barco para observar los delfines, las ballenas y los lobos marinos que habitan en las aguas del archipiélago. Y para los más “moviditos”: snorkeling, surf, vela ligera, paddle surf, windsurf, pesca deportiva… ¡Lo difícil será sacarles del agua!

Sol y playa

Seguramente habrá algún niño al que no le guste la playa, pero nadie le conoce. En fin, más allá de los tópicos, Madeira cuenta con distintas playas, como la de Banda Além, en Machico, la de Calheta, la Praia da Prainha, en Caniçal, o la de Ribeira Barava, entre otras, que invitan a disfrutar de un día inolvidable entre castillos de arena y chapoteos en las olas.

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Familia en una de las playas de Madeira

Además, a lo largo del agreste litoral madeirense, también se pueden encontrar varios complejos balnearios que cuentan con todo tipo de servicios (vestuarios, instalaciones sanitarias, bar, restaurante, parques infantiles…) y maravillosas piscinas, en algunos casos artificiales, pero, sobre todo, espectaculares piscinas naturales de origen volcánico, como las de Porto Moniz o las de Seixal, entre otras.

Descubriendo maravillas

Entre todas esas aventuras terrestres, aéreas y marinas, siempre hay tiempo para descubrir otro tipo de maravillas, y los museos de Madeira cuentan con un buen puñado de cosas que sorprenderán a toda la familia. Por ejemplo, el Museo de la Ballena, en Caniçal, ofrece una interesante mirada a estos gigantescos cetáceos –con increíbles modelos de ballenas y delfines en tamaño real– y a la historia ballenera de Madeira. El Acuario de Madeira, en Porto Moniz, también es una parada obligada en cualquier visita al norte de la isla. El Museo del Juguete, en Funchal, que cuenta con una fascinante colección de unas 20.000 piezas de entre finales del siglo XIX y nuestros días, es otra opción súper entretenida, así como el Museo de la Electricidad, el Madeira Story Centre, el Museo de Cristiano Ronaldo o el Museo de Historia Natural, todos ellos también en la capital de la isla.

Una fiesta para chicos y grandes

El famoso Carnaval de Madeira, en febrero; La Fiesta de la Flor, en mayo; el Festival del Atlántico, en junio; el Festival de la Naturaleza, en octubre; la Fiestas de Navidad y Año Nuevo…, la isla es una auténtica explosión de color durante todo el año. Incluso, Madeira ostentó el Record Guinness por el «Mayor Espectáculo Pirotécnico del Mundo» entre 2006 y 2010 por su impresionante despliegue de fuegos artificiales para dar la bienvenida al nuevo año. En cualquier caso, sus grandes fiestas, festivales y eventos artísticos y culturales siempre serán un momento inolvidable para toda la familia.

Además, tanto en Funchal como en los distintos pueblos de la isla, las fiestas populares, de corte más tradicional, que tienen lugar a lo largo del año y que suelen engalanar cada localidad, siempre son una buena manera de descubrir la enorme riqueza cultural de la isla y, por supuesto, una manera de que grandes y pequeños disfruten de experiencias realmente fuera de serie.

Recomendaciones y consejos

Madeira es un destino totalmente seguro, en todos los sentidos, pero, evidentemente, viajar con niños requiere de ciertos “cuidados adicionales” que nunca está de más recordar.

Así, por ejemplo, descubrir los paisajes de Madeira a través de sus senderos de montaña es un must para cualquier visitante, y para ello hay que estar bien preparado, en especial los más pequeños, y tener en cuenta puntos como:

  • Seleccionar la ruta apropiada para cada nivel (fácil, intermedio, alto) y contar con un buen mapa y/o, de preferencia, un guía.
  • Utilizar ropa y calzado adecuado según la época del año (impermeable, sombrero, ropa extra, etc.). Además, obviamente, de protección solar.
  • Llevar algo ligero para comer y, sobre todo, agua suficiente para mantenerse bien hidratado, algo fundamental en el caso de los niños.
  • Respetar normas básicas, como mantenerse dentro de los senderos señalados, evitar perturbar el entorno de cualquier manera y, aunque parezca una obviedad, evitar riesgos innecesarios, entre otras.

En cuanto al resto de consideraciones, Madeira no deja de ser un destino europeo que cuenta con todo lo necesario para vivir unas vacaciones inolvidables, así que un poco de sentido común, la documentación adecuada (pasaportes vigentes, visados y autorizaciones especiales en caso de ser necesarias, etc.) y aquellas cosas que suelen hacer falta aquí y allá, normalmente resultan más que suficientes para disfrutar de unos días maravillosos en una isla mágica.

En todo caso, las autoridades locales, los servicios médico-sanitarios y las oficinas de turismo que se localizan en distintos puntos de la isla son siempre una referencia imprescindible para obtener información adicional y en caso de cualquier contrariedad.