Descubrir destinos como Madeira en pareja permite vivir mil y una aventuras. No hay lugar para el aburrimiento y sí para decenas de planes románticos. Este vergel situado en mitad del Atlántico, a más de mil kilómetros de Portugal, conserva buena parte de las tradiciones, arquitectura y cultura gastronómica del país luso. Sin embargo, también muestra una serie de rasgos propios que hacen que el viaje se convierta en un aprendizaje continuo.

Las únicas dos islas habitadas del archipiélago, Madeira y Porto Santo, representan una oferta turística complementaria, ya que la primera es perfecta para realizar actividades relacionadas con la naturaleza (senderismo y deportes activos) y la segunda invita más al relax en sus playas. Estas islas de orografía montañosa guardan secretos en cada recodo del camino, pequeños pueblos, inmensos valles, miradores de infarto… que os permitirán compartir muchos momentos de complicidad. Nuestra recomendación es combinar momentos de actividad en el medio natural, con paseos por Funchal, cenas a la luz de las velas, excursiones marítimas y relax en las piscinas naturales de Madeira. Entre los elementos imprescindible en vuestra maleta deben estar unas buenas botas de trekking, un chubasquero y un polar porque en las cotas más altas suele hacer frío, y, por supuesto, bañador. ¿Algo más? Muchas ganas de pasarlo bien.

  1. Casco viejo de Funchal
  2. Dos paseos en la capital: uno romántico y otro frenético
  3. Ruta senderista por una levada
  4. Piscinas naturales
  5. Cena romántica en Madeira
  6. Mirador de Cabo Girão y Cámara de Lobos
  7. Excursión a Porto Santo
  8. Dónde dormir en Madeira

 

 

Casco viejo de Funchal

Si os alojáis en Funchal, el primer día de viaje se puede dedicar a recorrer la capital de Madeira. Aunque esta isla no se identifique con el turismo urbano, esta ciudad guarda suficientes atractivos como para pasar varios días recorriendo sus calles y visitando sus monumentos. Uno de los barrios que más nos gustan de Funchal es el de Santa María, en la Zona Vieja, un dédalo de callejuelas que ocultan bonitos rincones y restaurantes por doquier. Y, también, un sinfín de puertas decoradas por artistas locales donde la creatividad no tiene fin. Entre las visitas obligadas en el centro histórico de Funchal está el Mercado de los Labradores (o Mercado dos Lavradores), un espacio ideal para conocer las flores, la fruta tropical y el pescado de la isla. Se encuentra en un edificio que aúna estilos art déco y modernismo.

funchal
Funchal

También muy singulares en la isla son los bordados, como seguro que pasaréis en algún momento delante de los talleres de Bordal (Rua Dr. Fernão de Ornelas 77), no estaría de más hacer una parada y admirar estas labores. ¿Qué os parece llevaros un mantel bordado a mano para recordar este viaje romántico a Madeira?

Si entre vuestros planes románticos siempre incluís monumentos y museos, en Funchal encontraréis lugares tan curiosos como el Fuerte de Santiago (o São Tiago), donde se dan ambas condiciones; la Casa-Museo Federico de Freitas, de los condes de Calçada; la Sé o Catedral de Funchal, con sus preciosos techos; y muchos otros palacios y templos.

Dos paseos en la capital: uno romántico y otro frenético

Desde la Zona Vieja de Funchal se puede tomar un teleférico que, en menos de quince minutos, os llevará hasta el barrio de Monte. Este recorrido se hace de forma pausada y permite ir admirando la capital desde las alturas. Una vez arriba hay varias actividades que se podría decir que son obligadas. La más romántica es recorrer cogidos de la mano el precioso Jardín Tropical del Monte Palace, con decenas de senderos, plantas, árboles, flores y fuentes. Algunos de sus rincones ideales para haceros unas fotografías están en el entorno del Jardín Japonés. Es uno de esos lugares donde podrías pasar horas paseando.

Y tras esos instantes románticos, nuestra propuesta es que bajéis las empinadas calles de este barrio en los típicos carros de cesto. Sentados cómodamente en unos sillones seréis lanzados calle abajo (tipo trineo) durante dos kilómetros. Aunque no lo parezca, es muy seguro, y dispara la adrenalina.

Ruta senderista por una levada

Las levadas son una de las particularidades de la isla de Madeira y, sí o sí, hay que recorrer algunos de sus 2.500 kilómetros. Con el nombre de levadas se conocen los antiguos canales de riego que se hicieron para reconducir el agua por la isla, para los cultivos y las poblaciones. Existen decenas de rutas senderistas que siguen la línea de estos canales, de distinta extensión y dificultad por lo que podéis escoger alguna que os haga sentir cómodos para poder ir disfrutando del paisaje. Entre ellas, nos gusta especialmente la Levada do Caldeirão Verde (16 km, ida y vuelta), que transcurre por el Parque Forestal de Queimadas y atraviesa montañas, túneles excavados en la roca y valles. Sale de Santana y llega hasta el lago de Caldeirão Verde.

Consultad todos los itinerarios posibles de rutas por levadas porque hay muchas opciones.

planes romanticos en madeira
Rutas senderistas en Madeira

Piscinas naturales

Como todo no va a ser caminar ni hacer deportes activos, este nuevo plan romántico en Madeira os permitirá relajaros y disfrutar de un rato tranquilo en el que no hacer nada. Bueno, sí, enamoraros del entorno de las piscinas naturales que os sugerimos conocer. Como comentamos inicialmente, Madeira no cuenta con playas alucinantes, aunque tenga algunas que están bien, así que es buena idea aprovechar los pequeños lagos que se crean entre las rocas. Dos piscinas que es interesante que visitéis son la de Porto Moniz, que cuenta con vigilancia y todas las comodidades, y la de Seixal, de uso libre pero sin servicios para el usuario. Estas son las piscinas naturales, pero también hay otras más turísticas (y artificiales) en otras zonas.

Cena romántica en Madeira

En una isla donde se come tan bien como en Madeira hay que darse un capricho y reservar una cena románica a la luz de las velas en algún lugar especial. Uno de los restaurantes que se prestan a ello es el DC Atelier situado en el Centro de Diseño de Nini Andrade Silva, en pleno puerto de Funchal, y con unas vistas espectaculares de la ciudad al atardecer. Su cocina emplea productos locales pero a las recetas se les da un toque creativo. Sin duda, una de las mejores opciones para un plan romántico en Madeira. Otras propuestas serían el restaurante Do Forte, situado en el fuerte de São Tiago; y el restaurante Villa Cipriani, con bonitas vistas al mar.

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Cena romántica en Madeira

Mirador de Cabo Girão y Cámara de Lobos

Una excursión romántica desde Funchal puede ser visitar la pequeña y coqueta población de Câmara de Lobos, con sus bonitos barcos pintados de alegres colores. Y luego continuar el paseo hasta el mirador de Cabo Girão, donde os espera una sorprendente plataforma de cristal que ofrece unas vistas de infarto a 850 metros sobre el nivel del mar. Además, justo al lado, se sitúa el teleférico que permite bajar hasta la playa y que proporciona unas panorámicas muy singulares con los terrenos cultivados en terrazas.

Excursión a Porto Santo

El último plan romántico en Madeira que os proponemos es una excursión en ferry a Porto Santo. Esta isla, más pequeña que la anterior, es perfecta para pasar un día de playa y una comida a pie de mar. Incluso podéis reservar una visita guiada por la isla que os lleve a sus puntos más emblemáticos. Su playa más grande y atractiva se extiende a los pies de Vila Baleira y tiene nueve kilómetros de arena dorada. En esta población, la capital de la isla, encontraréis numerosos restaurantes donde comer pero también podéis ir a O Calhetas (situado en Ponta da Caleta) donde cuentan con una espectacular carta marinera.

planes romanticos en madeira
Planes románticos en Madeira

Dónde dormir en Madeira

En la ciudad de Funchal, en la zona del Lido, encontraréis un hotel ideal para una escapada en pareja: el hotel Allegro Madeira. Este cuatro estrellas Adults only cuenta con todas las comodidades que se pueden desear para disfrutar de una estancia de diez. Entre sus 124 habitaciones, totalmente renovadas y decoradas con tonos alegres, encontraréis dobles y junior suites con vistas al mar o a la ciudad. Las instalaciones del Allegro Madeira disponen de espacios para la relajación, como las piscinas y el centro Wellness; para degustar la cocina local, en su restaurante Lido; y, también, para tomar una copa con vistas desde su Rooftop 360… Incluso os ofrecen todos los servicios necesarios (wifi, material de oficina, etc.) para teletrabajar desde allí si os apetece quedaros una temporada.