Ubicada entre São Vicente y Porto Moniz, en el corazón de la abrupta costa noroccidental de la isla de Madeira, la pequeña villa de Sexial es un escenario casi fantástico. Los altos acantilados por un lado y las aguas del Atlántico por el otro hacen de esta pequeña localidad un lugar más que atractivo en el que se pueden llevar a cabo distintas actividades o, simplemente, disfrutar de los impactantes contrastes y el inagotable encanto natural de su entorno.
Las terrazas de cultivo que van cortando las laderas de las montañas, las caprichosas formaciones rocosas que dan lugar a increíbles piscinas naturales, los senderos que se van abriendo paso entre bosques y cascadas… Descubre este bucólico rincón de Madeira y disfruta de la expresiva naturaleza de una isla mágica.
- Historia de Seixal
- Rutas de Senderismo
- Piscinas naturales de Seixal
- Praia do Porto do Seixal
- Praia da Laje
- Dónde comer en Seixal
- Dónde dormir cerca de Seixal
Historia de Seixal
Algunos dicen que Seixal se llama así por la cantidad de guijarros (“seixos”, en portugués) que hay en algunas de sus playas –al igual que la ciudad homónima que se encuentra en el distrito de Setúbal, cerca de Lisboa–, pero otros sugieren que el nombre viene de un pequeño árbol de colores verdes muy común en la zona. Sea como fuere, esta pequeña localidad surgió en el siglo XVI a medio camino entre São Vicente y Porto Moniz, justo en el punto en el que uno de los profundos valles que parten de lo alto de la isla se precipita al mar, cortando la agreste línea de acantilados que dibuja la costa.
La agricultura en pequeñas terrazas que van subiendo por las laderas de las montañas e internándose en el valle ha sido siempre la principal actividad de la zona, y particularmente la viticultura. Las viñas, protegidas de los vientos marinos por vallas de helechos y brezo, se aferran a los acantilados creando un paisaje cautivador. En cualquier caso, hace tiempo que Seixal dejó de ser solo un lugar de paso entre dos poblaciones más grandes para convertirse en un atractivo destino turístico de la costa norte de Madeira. Un lugar sencillo, que aún mantiene su peculiar encanto rural, pero que es capaz de ofrecer interesantes experiencias en medio de una naturaleza privilegiada.
Rutas de Senderismo
Seixal es pura naturaleza y un excelente punto de partida para realizar distintas rutas de senderismo que se internan, sobre todo, por la zona conocida como Chão da Ribeira, el profundo y estrecho valle que conecta Seixal con la alta meseta que se forma en el centro de la isla. Ocupado por pequeñas explotaciones agrícolas y zonas en las que aún se conserva el antiguo bosque Laurisilva, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el valle es un escenario perfecto para disfrutar de una buena caminata.
Estos caminos entre fincas, casas de aperos, bosques y cursos de agua llevan hasta lugares tan encantadores como el Poço do Candeeiro, un pequeño estanque con una bonita cascada, o continúan valle arriba, como la Vereda da Cavaca o el Caminho das voltas a Terra Chã, hasta la zona de Fanal, en la parte central de la isla, donde se puede conectar con el sendero PR13 – Vereda do Fanal, que recorre esa pequeña caldera volcánica mostrando sus impresionantes vistas; o con el PR14 – Levada dos Cedros, que acompaña a unas de las famosas levadas de Madeira –canalizaciones hidráulicas típicas de la isla– hasta la parroquia de Ribeira da Janela, cerca de Porto Moniz.
Más cerca de Seixal, hacia la zona del Véu da Noiva –una bonita cascada que se precipita directo al mar, y que se puede observar desde un mirador que se encuentra en la carretera a São Vicente–, surge otra ruta entre viñedos y pequeñas terrazas de cultivo que sube, en poco más de 1km, desde la costa hasta dos bonitas cascadas conocidas como Cascatas do Lombo. Y en el lado opuesto, hacia Porto Moniz, también se puede seguir la antigua carretera de la costa ER101 hasta la pequeña cascada de Ribeira da Pedra Branca, otro idílico escenario de la zona y lugar frecuentado por grupos de barranquismo (canyoning), una actividad muy popular en toda Madeira.
Piscinas naturales de Seixal
De vuelta en el pueblo, uno de los tesoros de Seixal es, sin duda, sus bonitas piscinas naturales. Creadas por pequeños diques de roca volcánica, algunos naturales y otros artificiales, que retienen el agua que entra durante la marea alta, estas pozas o piscinas de agua cristalina son un lugar más que agradable para darse un baño o, simplemente, disfrutar de la belleza del entorno. El acceso es libre y gratuito, se puede llegar a ellas sin ningún problema y cuentan con algunos servicios alrededor, pero no hay socorristas, así que hay tener ciertas precauciones.
La más grande se encuentra a un costado del puerto de Seixal y ofrece distintos servicios a sus alrededor, desde lugar para aparcar y baños hasta un bar y restaurante que funciona un poco como club de playa. Dos piscinas más, conocidas como Poça das Lesmas –no te pierdas su espectacular arco de piedra– y Poça do Mata Sete, están ubicadas en la zona de Ribera da Laje. Las caprichosas formaciones rocosas de este rincón de origen volcánico y las revueltas aguas del mar chochando contra la costa, que contrastan con los apacibles espejos de agua de las propias piscinas, hacen de ellas un lugar realmente mágico.
Praia do Porto do Seixal
Ubicada a un costado del pequeño puerto local, esta bonita playa destaca por el contraste que ofrece su fina arena oscura contra el verde de las montañas que la flanquean. Desde la propia playa, la estampa que ofrecen los acantilados que se clavan en el agua a lo largo de toda la costa es una auténtica obra de arte.
Al estar protegida por el espigón del puerto, las tranquilas aguas de la Praia do Porto ofrecen un buen lugar para darse un baño y disfrutar del mar practicando distintas actividades náuticas. Y como está a un paso de la piscina natural del puerto, puedes pasar de un lago a otro sin ningún problema.
Praia da Laje
En el extremo contario del pueblo, saliendo hacia Porto Moniz y a un costado de las piscinas naturales de Lesmas y Mata Sete, se encuentra esta cala rocosa, algo escondida entre los acantilados y de paisaje bastante más agreste, pero no por ello menos espectacular. Más que un sitio para nadar, este lugar destaca por sus vistas. Además, en la parte alta hay un bar en el que se puede comer y tomar algo disfrutando del maravilloso entorno.
Dónde comer en Seixal
Cocina casera portuguesa, pescados y mariscos, ensaladas… platos sin pretensiones, honestos, como el propio pueblo. Comer en Seixal es, como todo en este pintoresco lugar, una experiencia sencilla y, precisamente por eso, sumamente agradable.
El Lounge Bar del Club Naval, a un lado del puerto; lugares como SolMar y Terras do Avô, en la parte central del pueblo; la Casa de Pasto Justiniano, en el interior de Chão da Ribeira, y Las Caraíbas, o la marisquería Pedra do Mar, ambos en la zona de la Lage, saliendo hacia Porto Moniz, son solo algunas de la alternativas para disfrutar de la rica cocina local.
Dónde dormir cerca de Seixal
Después de un largo día explorando la costa norte de Madeira, toca volver al sur, a Funchal, la capital de la isla, para disfrutar de una estancia extraordinaria en el Allegro Madeira Adults Only. Este moderno hotel, parte de Barceló Hotel Group y recientemente reformado, se encuentra en la zona del Lido, muy cerca del centro de la ciudad, y ofrece 124 habitaciones, piscina, gimnasio, centro wellness, la mejor gastronomía y unas estupendas vistas panorámicas al mar, entre muchas otras posibilidades.