La historia de los asentamientos judíos en Praga se remonta al siglo X y ha estado jalonada de tristes episodios de acoso y persecución. Por eso, hoy el Barrio Judío de la capital checa, conocido como Josefov, es todo un homenaje a una comunidad que ha tenido que enfrentarse a continuos exilios e incomprensibles desmanes. Por eso, vamos a recorrer esta importante barriada y descubrir el legado patrimonial y cultural del pueblo judío.

Vamos a transitar por dos de las grandes vías urbanas del gueto histórico: la calle Maiselova, donde encontraremos la torre del viejo ayuntamiento, con un reloj de números hebreos y con las manecillas girando en sentido contrario, y la calle Pařižská, una elegante vía dedicada a París y creada a finales del siglo XIX. La mayor parte de Josefov forma parte del Museo Judío, que a su vez integra el antiguo Cementerio Viejo y seis de las grandes sinagogas de Praga.

Museo Judío

Es, posiblemente, el museo más visitado de Praga (U Staré školy). Fundado en 1906, su objetivo es documentar la historia, las tradiciones y las costumbres de la comunidad judía en Chequia y conservar el legado artístico de las sinagogas de la ciudad. Además de la exposición de sus fondos, organiza conciertos y muestras temporales de diferente temática judía.

 

 

¿Qué se puede ver en el Museo Judío de Praga? El museo alberga una colección de objetos formada por unas 40.000 piezas, 100.000 libros y un importante archivo documental de las comunidades judías. Un conjunto que ofrece una imagen fiel de la vida y la historia de los judíos en Chequia y Moravia, de donde proceden todos sus importantes fondos. Además, se da la circunstancia de que los nazis trasladaron a Praga el material procedente de los saqueos de las sinagogas bohemias para ponerlo a disposición de los estudiosos nazis, que consideraban que había que acabar definitivamente con la comunidad judía.

El Museo Judío de Praga se reparte por varios edificios, fundamentalmente seis sinagogas. Son los que vamos a enumerar ahora:

Antiguo Cementerio Judío de Praga

Fundado en la primera mitad del siglo XV, aquí hay 11.000 sepulturas apiñadas y superpuestas en un entorno boscoso de gran belleza. En las lápidas se pueden ver símbolos que indican el nivel social del difunto: manos en posición de bendecir, para los sacerdotes, una jarra y un cuenco para sus ayudantes, un par de tijeras para los sastres, unas pinzas para los médicos, un arpa para los luthiers, un libro para los impresores, etc. Y en el suelo descubriréis pequeños papeles sujetos con piedras con mensajes que los judíos dejan a sus seres queridos. Aquí descansan importantes personalidades judías, como el rabino Rabbi Löw, muerto en 1609, y al que está ligado la leyenda del Golem, una gran figura de barro que ayudaba a lo judíos a defenderse de las persecuciones.

Tumbas del cementerio Judío de Praga
Tumbas del cementerio Judío de Praga

Sinagogas del barrio judío de Praga

  • Sinagoga Vieja-Nueva. Se trata de una de las sinagogas más antiguas y valiosas del mundo. Es una edificación gótica temprana de finales del siglo XIII que tiene una muy rica decoración. Sobre la portada, hay un relieve que representa una higuera, árbol bíblico por excelencia. Hoy esta pequeña sinagoga es el principal lugar de oración de la comunidad judía en Praga.
Sinagoga Vieja-Nueva
Sinagoga Vieja-Nueva
  • Sinagoga de Klaus. Exposición permanente sobre las tradiciones judías vinculadas a las sinagogas y la vida cotidiana y familiar. Se pueden ver copias manuscritas de la Biblia y el Talmud y volúmenes impresos a partir de 1514.
  • Sinagoga Alta. Se trata de un edificio renacentista de dos pisos que fue construido en el siglo XVII. También era conocida como Sinagoga Municipal, porque originalmente formaba parte del Ayuntamiento judío. Hasta 1982 acogía una exposición de piezas textiles de sinagogas, pero desde 1997 se ha vuelto a utilizar como casa de oración de la comunidad judía de Praga.
  • Sinagoga Maisel. Aquí se puede ver la exposición ‘Historia de los judíos en Bohemia y Moravia’.
  • Sinagoga de Pinkas. En este espacio se encuentra el memorial en homenaje a las 77.297 víctimas del Holocausto nazi.
  • Sinagoga Española. De estilo árabe, reúne una importante colección de tejidos sagrados procedentes de toda Europa, desde 1589 a 1930. En su interior suelen celebrarse conciertos de música de cámara. Su nombre se debe a los judíos que se refugiaron en Praga después de que Isabel la Católica los expulsara de España en 1492.
Sinagoga española interior
Interior de la Sinagoga Española

Josefov, el barrio judío de Praga

En el siglo XII, a los judíos se les adjudicó en Praga un territorio de 93.000 metros cuadrados que muy pronto se quedó pequeño, por lo que la población buscó huecos haciendo una especie de laberinto en el que se apilaban diminutas casas de madera y donde sólo había un espacio verde: el cementerio. Además, durante muchos siglos, los judíos no podían salir de este territorio sin llevar un gorro amarillo o algún distintivo que les identificara.

Sinagoga Pinkas
Sinagoga Pinkas

El pueblo judío checo ha sufrido sucesivas matanzas a lo largo de la historia de la república, episodios que solían acabar con incendios. Se tiene fiel constancia de los acaecidos en los años 1338, 1516 y 1754… Hasta que, por fin, en el año 1850 la denominada Ciudad Hebrea comenzó a formar parte de la administración de Praga. Se convertía así en el Quinto Barrio o Josefov, en homenaje al emperador José II, que fue el primero que redujo las discriminaciones contra los judíos.

Remodelación del Josefov

Fue a comienzos del siglo XIX cuando el barrio, situado muy cerca del monasterio de Santa Inés, se sometió a una gran reforma arquitectónica y se derribó una buena parte de los edificios antiguos. Estos se sustituyeron por filas de bloques de estilo Art Nouveau (Secese), y las murallas se cambiaron por alambradas metálicas. Entonces, muchas familias judías consiguieron salir de Josefov. De hecho, Franz Kafka, que cuenta con una estatua en el Barrio Judío de Praga, salió de aquí y se incorporó a la administración regia-imperial. Y dentro del gueto sólo quedaron los judíos más ortodoxos y los más pobres.

El episodio más terrible de los judíos checos tuvo lugar entre los años 1939 y 1945, los de la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis asesinaron y gasearon a población judía.

Así que el Josefov de Praga, una de las mayores comunidades judías de Europa, vive de los recuerdos. Aquí quedan algunas sinagogas y tesoros artísticos que no siempre están a la vista del gran público.