Entrar en una de las cervecerías de Praga supone comenzar a disfrutar de uno de los principales motivos por los que merece la pena venir a la capital checa. Sobre todo, si la visita tiene lugar en uno de esos locales que preservan su pátina medieval. Lugares donde reina un ambiente muy agradable y con una clientela siempre dispuesta a una buena conversación en torno a una/s jarra/s de buena cerveza checa.
Pese a que en los últimos tiempos han abierto en Praga varias franquicias internacionales de cerveza, lo cierto es que aún pueden encontrarse decenas de cervecerías que mantienen la autenticidad de lo histórico y lo local.
En esa autenticidad juega un papel muy importante la gastronomía. Porque muchas de las cervecerías de Praga son también los lugares más recomendables donde comer, al tiempo que se degustan las variedades locales.
Antes de adentrarse en cualquiera de estas cervecerías de Praga conviene conocer algunos detalles importantes sobre el producto que se vende en ellas: es decir, la propia cerveza checa.
La cerveza checa
La cerveza es en la República Checa mucho más que una simple bebida. De hecho, puede decirse que es uno de los principales símbolos del país y, desde luego, uno de sus productos más conocidos a nivel internacional.
Un producto tan importante para la economía y la forma de vida checa que trasciende el ámbito de lo gastronómico, para convertirse en una de las principales excusas para salir por Praga o establecer todo tipo de relaciones sociales.
En torno a una jarra de cerveza se cierran tratos comerciales, se hacen declaraciones de amor, se celebran los grandes acontecimientos familiares y, por supuesto, se viven largas noches de diversión.
Tan relevante es esta bebida para los checos que hasta tiene su propio Día Nacional de la Cerveza, que se celebra el día 27 de septiembre. Además de tener reconocida su propia Indicación Geográfica Protegida (IGP): Cerveza Checa.
Pero, ¿cuáles son sus particularidades? Para empezar, la cerveza checa no es una sino varias. Es decir, cada productor local (y en este país los hay a miles) elabora una o varias cervezas según sus propios criterios y recetas.
Aun así, la cerveza más clásica y conocida de cuantas se producen en el país es la tipo Pilsen, o pils. Una variedad con una graduación alcohólica media (3-5%), de color claro (entre el pale y el dorado), con un aroma bastante refinado y con un notable regusto a lúpulo.
Pero quien quiera experimentar con otro tipo de variedades tiene en las cervecerías de Praga una buena opción, porque en esta ciudad se sirven cervezas con sabores, aromas y colores muy sorprendentes.
Por ejemplo, a carne ahumada y almendras (Svatý Florián). O a chocolate, como la Porter de Pardubice. Por supuesto, también están la ya populares con notas de pomelo, pimienta, frutos rojos, hierba, cítricos… Y, de cara a Navidad, las aromatizadas con naranja o canela.
Las cervecerías más antiguas de Praga
La cervecería más antigua de Praga es U Fleků (Křemencova, 11). Por las mesas de este local han pasado, de forma ininterrumpida, decenas de generaciones de praguenses, checos y visitantes extranjeros desde hace más de 500 años: abrió su puertas en 1499.
Hoy esta enorme cervecería (tiene capacidad para 700 personas) está distribuida en ocho grandes salones tematizados, cada uno con una decoración diferente y ocupados por largas mesas corridas. En ellos se sirve una única variedad de cerveza de elaboración propia y con alta graduación alcohólica (13%).
Quienes frecuentan este histórico establecimiento suelen acompañar la cerveza con alguno de los mejores platos de comida típica de Praga.
También merece una visita la cervecería U Supa (Celetná, 22), es decir, la Casa del Buitre que, como la anterior, lleva sirviendo sus propias cervezas desde el siglo XV.
Entre ellas, aquí se puede degustar su variedad Sup, una cerveza lager seminegra de gran popularidad entre los praguenses. También se puede admirar su olla (o cocedero) de cristal, una auténtica rareza en el mundo cervecero.
Cuando hace buen tiempo es toda una delicia degustar las diferentes variedades de cerveza de la casa en su jardín. En él resuena la fuente de la que se ha provisto esta marca para elaborar la cerveza desde hace siglos.
Pero si hablamos de antigüedad, entonces hay que hacerlo de la cervecería del Monasterio de Strahov (Strahovské nádvoří 301/10). Muy cercano al Castillo de Praga, lleva produciendo cerveza desde el siglo XIII, aproximadamente. Eso sí, turbulentos acontecimientos históricos detuvieron la producción y venta de su cerveza durante largos periodos de tiempo.
Tras la visita a la abadía se puede degustar su variedad Sv. Norbert (San Norberto) mientras se degustan algunas de las delicias que salen de la cocina del local.
Cervecerías más famosas para una ruta de cervezas en Praga
Las citadas cervecerías de Praga son un buen ejemplo del clasicismo checo en materia gastronómica. Pero lo cierto es que en esta ciudad hay establecimientos de todo tipo, para todos los gustos y en locales con mayor o menor capacidad.
Las hay en todos y cada uno de los barrios de la ciudad histórica, así que muy bien podría conocerse Praga a través de una ruta que tenga a las cervecerías como placentera parada entre monumentos, museos, iglesias, puentes y palacios.
Estas son algunas de las cervecerías más recomendables de Praga:
- Zlý časy (Čestmírova, 390/5): es una cervecería clásica pero con una gran variedad de opciones de cerveza, casi todas elaboradas por pequeños productores locales de las regiones de Bohemia y Moravia. En la barra de este local hay nada menos que 48 grifos de diferentes variedades.
- Zubatý pes (Slezská, 1357/1): en sus 15 grifos se tira tanto cerveza de productores locales, con algunas destacables rarezas, como algunas marcas internacionales (belgas, danesas, británicas y noruegas).
- Pivovarský klub (Křižíkova 272/17): a diferencia de lo que ocurre en otras cervecerías de Praga, en lugar de ofrecer una sola variedad de cerveza, aquí tienen cientos, tanto de barril como de botella. Todo en un local cálido, donde la madera y el ladrillo rojo son protagonistas.
U Zlatého tygra (Husova 228/17): tras su evocador nombre (El Tigre Dorado) se encuentra una de las cervecerías de Praga más exitosas, siempre abarrotada de un público variopinto. También con un cierto aire literario. De hecho, este fue el local de referencia del gran escritor Bohumil Hrabal. Están especializados en cerveza tipo Pilsen.