Un plan estupendo para aprovechar al máximo tu día en Praga puede ser que, tras recorrer el imponente recinto del Castillo, pasear por el Callejón del Oro< o subir a la Torre de la Pólvora, dirijas tus pasos al monasterio de Strahov.
Llegarás en unos diez minutos, pues está a menos de un kilómetro de distancia. Visitar este monasterio medieval situado en una colina puede convertirse en una actividad más que provechosa. Sus bellas salas han sido escenario de películas y entre sus muchas curiosidades cuenta con su propia fábrica de cerveza. ¿Quieres conocer la historia completa de este lugar?
Strahov, un monasterio con un convulso devenir
Tras algunos intentos fallidos para instalar una orden canóniga en Praga, Vladislao II fundó el monasterio de Strahov en el año 1140, concediéndolo a la orden premonstratense. Estos primeros monjes levantaron una construcción en madera con una iglesia románica, pero con el paso de los años la piedra sustituyó a la madera.
De hecho, el violento incendio de 1258 obligó a los religiosos a embarcarse en una costosa restauración. Más tarde, durante las guerras husitas, el monasterio fue saqueado y se perdieron numerosos libros y mobiliario.
El auténtico florecimiento de este lugar no llegó hasta finales del siglo XVI con la presencia del abad Jan Lohelius, futuro arzobispo de Praga. Las obras que inició continuaron bajo las órdenes del abad Caspar von Questenberg, que además de enriquecer los diferentes edificios logró trasladar los restos de San Norberto, el fundador de la orden, para que descansaran en la iglesia del monasterio de Strahov.
Hacia 1670 el abad Jeroným Hirnheim construyó una nueva biblioteca que, en la actualidad, recibe el nombre de salón Teológico, una de las maravillas por las que merece la pena acercarse hasta aquí. Las últimas dependencias se añadieron en 1779 gracias al abad Václav Mayer, poniendo el broche de oro a siglos de obras con el bello salón Filosófico y ampliando así el espacio de la biblioteca.
El monasterio de Strahov se ha mantenido en pie tras guerras de religión, dos conflictos mundiales y un régimen comunista. Después de la Revolución del Terciopelo las posesiones del monasterio se devolvieron a la orden premonstratense. Los monjes emprendieron unas tareas de restauración y abrieron una galería de arte. En la actualidad, este sigue siendo el hogar de dicha orden, que mantiene vivo el espíritu y lucha para que no se pierda su historia.
Qué puedes ver en el monasterio de Strahov de Praga
A pesar de que originariamente la estructura era románica, hoy el aspecto exterior que nos da la bienvenida es barroco. Las zonas que se pueden visitar en el monasterio son las siguientes:
Sala Teológica
Sin duda, este espacio es uno de los motivos principales de las visitas a Strahov. Hay dos salas dedicadas a la biblioteca, pero esta tiene un encanto muy especial. Las obras corrieron a cargo del arquitecto Giovanni Domenico Orsi. En primer lugar, llama poderosamente tu atención la decoración con estuco y los frescos del techo, firmados por Siard Nosecký. Estos hacen referencia al oficio de bibliotecario y a la importancia del saber para alcanzar la fe.
Es un lugar que realmente sorprende, pues se crea una atmósfera única entre la colección de más de 18.000 libros, manuscritos e incunables, mapas y globos terráqueos antiguos. El nombre de la sala se debe a que alberga miles de ediciones distintas de la Biblia.
Sala Filosófica
Guarda más de 42.000 ejemplares y es obra de otro arquitecto italiano, Ignác Jan Palliardi. En esta sala se sigue un estilo mucho más clásico. Con sus más de 14 metros de altura, te conquistarán las estanterías de nogal traídas de otro monasterio. En este caso, los frescos los realizó el pintor rococó Franz Anton Muulbertsch, centrándose en la temática de la revolución científica y siempre a favor del conocimiento. No podrás apartar la mirada de los exquisitos colores que destacan en las ropas de los personajes. Aquí se custodian tratados de Filosofía, Derecho o Historia.
Gabinete de curiosidades
Se sitúa entre las dos salas de la biblioteca y es otro de los sitios mas interesantes del monasterio de Strahov. Podrás pasear entre diferentes especies de animales disecados entre los que cabe mencionar un dodo, la famosa ave no voladora ya extinta y autóctona de las islas Mauricio. Insectos, peces, minerales y toda clase de objetos, incluso de la cultura japonesa, se dan cita en este peculiar gabinete que te transportará a otra época.
Pinacoteca
Si te atrae el arte medieval, esta galería es una de las más destacadas de Europa en cuanto a su colección. Posee más de un millar de obras de arte entre las que perderse.
Iglesia de la Asunción
De estilo barroco, en este templo es donde se custodian los restos mortales de San Norberto. Un dato singular tiene que ver con el órgano de la iglesia, pues parece ser que el mismísimo Mozart lo tocó en alguna de sus visitas a la ciudad de Praga. El interior está bellamente decorado con frescos y se puede visitar durante el horario de misa.
Fábrica de cerveza
Seguro que estás deseando recuperar fuerzas tras el recorrido. En la fábrica de cerveza del monasterio de Strahov tendrás una estupenda oportunidad de degustar auténtica cerveza artesana, elaborada según la hacían los monjes siglos atrás. La fábrica forma parte del monasterio casi desde el inicio de su historia, y es un pintoresco entorno con unas vistas fantásticas de la ciudad. La cerveza lleva el nombre del fundador de la orden, San Norberto. También funciona como restaurante, donde podrás probar platos típicos de la gastronomía checa. De esta manera, te marcharás con el mejor sabor de boca posible.