El Parque Letná Letenské sady, en checo–, el espacio verde más grande de la capital checa, se alza sobre un promontorio situado en la orilla izquierda del río Moldava. Accesible tanto desde el Barrio Judío de Praga como desde el gran recinto del Castillo, el parque –y sus 52 hectáreas de superficie– está concebido por los praguenses como un lugar de esparcimiento, de deporte y de ocio. Especialmente durante los meses más cálidos del año, la extensa red de caminos asfaltados que posee el parque atrae por igual a patinadores y ciclistas, grupos de jóvenes y familias con niños… Asimismo, los numerosos restaurantes del parque, alojados en palacetes y antiguos pabellones del siglo XIX, permiten al comensal disfrutar de la gastronomía checa mientras se contemplan vistas inmejorables de la ciudad. Y si todo esto nos parece demasiado, entonces las tranquilas y amplias praderas, rodeadas de plátanos, abetos, álamos y sauces, serán razón más que suficiente para adentrarse en el parque y tumbarse a leer sobre su césped.

Por si fuera poco, el Parque Letná es seleccionado habitualmente como lugar de celebración de eventos de toda clase. Si ya en 1996 fue el lugar elegido por Michael Jackson para dar comienzo a su gira mundial ‘History’, posteriormente este pulmón verde de Praga también ha recibido de manera regular festivales tan valorados como el Festival Letni Letna, un importante evento que reúne durante dos semanas lo mejor del mundo circense y del teatro contemporáneo. Si esto te ha parecido interesante, te invitamos a continuar leyendo.

 

 

Parque Letná. Breves apuntes sobre su historia

La historia que rodea al actual Parque Letná se remonta a la Edad Media, cuando estos terrenos eran utilizados por los ejércitos invasores como lugar estratégico donde asentar sus campamentos militares antes de intentar asaltar el castillo. Asimismo, en tiempos de paz las amplias praderas de la zona solían acoger viñedos y jardines; y algunas canteras cercanas eran explotadas por empresarios del metal.

Con la llegada del siglo XIX, la zona que hoy ocupa el Parque Letná –palabra checa que se traduce al castellano como “verano”– comenzó a ser vista por los praguenses como un lugar relativamente retirado, en el que los nobles construían sus casas de campo y los humildes iban a tomar el sol. Mientras tanto, la autoridad municipal empezó a realizar trabajos de acondicionamiento en la zona, dando como resultado la inauguración –en 1858–, del parque que hoy conocemos.

Un paseo por el Parque Letna
Un paseo por el Parque Letná

Durante todo el siglo XX, el Parque Letná ha sido testigo mudo de incontables acontecimientos de gran importancia en el país checo. En este parque, por ejemplo, se inauguró el primer hipódromo de Praga –destruido a causa de un incendio en la Primera Guerra Mundial–. Por otra parte, por sus explanadas también discurrió el primer ferrocarril eléctrico del país. Y, en época más cercana, el parque también acogió manifestaciones masivas durante la Revolución de Terciopelo de 1989, la cual acabaría desembocando en la independencia checoslovaca del poder soviético unos meses más tarde.

Pabellón Hanavsky, las mejores vistas de Letná

Uno de los mayores atractivos del parque lo encontramos en el conocido como Pabellón Hanavsky Hanavský pavilon, en checo–, un hermosísimo palacete neobarroco en forma de torre, construido originalmente como salón de ceremonias durante la Gran Exposición General Nacional de Praga de 1891.

Fue llamado así en honor a su dueño el príncipe Guillermo Hanavský, propietario a su vez de la fábrica siderúrgica Altos hornos Komárovský, que participó, junto a muchas otras empresas industriales checas, en la exposición. Entre los hitos de este edificio destaca el hecho de que fue el primero en Praga cuya construcción se basó exclusivamente en hierro forjado, cemento y cristal –materiales propios del estilo Art Nouveau que nacía entonces–.

Hoy en día, el Pabellón Hanavsky aloja uno de los restaurantes mejor valorados en Praga, tanto por su carta exquisita como por las vistas panorámicas que su mirador ofrece de la ciudad.

Pabellón Hanavsky
Pabellón Hanavsky

Otros atractivos turísticos del parque

El Pabellón Hanavsky nos sirve como punto de partida ideal para nuestra ruta por el resto de atractivos que aloja el parque. Si bien al oeste del palacete encontramos la Villa de Kramář, residencia oficial del Primer Ministro checo desde 1914; al este pronto nos topamos con el Metrónomo rojo, todo un símbolo del parque por su tamaño y su peculiar forma. Apodado popularmente como “la máquina del tiempo”, la construcción de este gigantesco cachivache se remonta a 1991, año de la destrucción del muro de Berlín.

Preciosas vistas desde el parque Letná
Preciosas vistas desde el parque Letná

Situado, en un primer momento, de manera temporal en el Parque Letná, finalmente el metrónomo permaneció en lo alto de la colina, tomándole el pulso a la bulliciosa capital checa. Y es que, si hay algo que caracteriza a este espacio son sus vistas panorámicas, las cuales nos permiten comprender por qué se conoce Praga como ‘la Ciudad de las cien torres’. Además, la plaza que queda a sus espaldas destaca por ser un frecuentado lugar de skate. Como curiosidad, cabe recordar que el metrónomo vino a ocupar el lugar que décadas antes había ocupado un enorme monumento a Stalin –dinamitado por los praguenses en 1962–.

Y si continuamos en dirección este, en paralelo al río Moldava, acabaremos llegando a otra rareza que esconde el parque, el carrusel más antiguo de Europa. Datado a finales del siglo XIX, resulta sorprendente comprobar la autenticidad de esta atracción que los niños de hace más de un siglo disfrutaron con júbilo. Con un diseño Art Nouveau y 19 caballos revestidos con piel de caballo real, el carrusel es, nunca mejor dicho, una atracción que no debemos perdernos.

Carrusel del Parque Letná
Carrusel del Parque Letná

Además, este carrusel comparte plaza con Letenský zámečekmansión de Letná, en castellano–, un palacete de estilo neorrenacentista levantado con motivo de la Exposición Nacional de 1891. Su función original fue la de conectar las vías del primer funicular de Praga y del primer tranvía eléctrico, en un recorrido inédito que finalizaba en el cercano coto real de Stromovka. Hoy en día, además de albergar un restaurante de lujo en su interior, también comparte jardín con el famoso Beer garden de Letná –Biergarten Letna-Schlösschen, considerado como la mejor cervecería al aire libre de Praga.

Finalmente, llegando al extremo del parque, nos encontramos con un vestigio –el único, en realidad– de la muestra que Checoslovaquia presentó en la Exposición Universal de Bruselas de 1958. Se trata del Bruselský PavilonPabellón de Bruselas, en castellano–, un acristalado edificio cuyo diseño geométrico y luminoso nos remite al funcionalismo arquitectónico característico del período de entreguerras. Como no podía ser de otra forma, en la actualidad este edificio también acoge un restaurante en su interior llamado Praha Expo 58.