Praga es una de las mejores ciudades para viajar con amigos. La capital checa reúne todos los factores para hacer un viaje increíble de varios días, combinando a la perfección el lado cultural y el festivo que toda ciudad europea debe tener. Si todavía no te decides, en este artículo te traemos algunas ideas para decidirte por Praga para tu próxima escapada de amigos.
El centro y el este de Europa ofrecen numerosos atractivos que dan forma a ese viaje perfecto. Son países a una distancia de avión asumible, unas dos o tres horas; lugares asequibles, donde darse el gusto de una buena cena o un buen hotel no es privativo; con un buen ambiente en las calles, y la combinación perfecta de cultura y ocio.
Conviene recordar que Praga es una de las 10 ciudades más visitadas de Europa, un ranking del que nunca baja año tras año, pese a la dura competencia. Por algo será.
VISITAR PRAGA CON AMIGOS
¿Es Praga el viaje perfecto para ir con amigos? Lo es. Primero, porque dos días dedicados al turismo son suficientes para empaparnos de las maravillas que esconde esta ciudad de cuento.
Empezando por la Ciudad Vieja (Staré Město), el recorrido es muy sencillo y permite conocer sus hitos más importantes: la plaza de la Ciudad Vieja, la Catedral de San Vito, el Reloj Astronómico, la torre de la Pólvora, cruzar el Puente de Carlos y visitar el Castillo de Praga, en lo alto de Malá Strana. Praga se recorre perfectamente a pie, por lo que no debes preocuparte de distancias o transportes.
Este es un primer día intenso para recibir frescos ese impacto de belleza que solo transmiten las ciudades como Praga. Y por sentirnos especiales, vayamos a disfrutar de una merienda en el Café Savoy para impregnarnos de la bohemia de esta histórica capital.
Praga, judíos y la Segunda Guerra Mundial
Un segundo día es necesario para continuar descubriendo rincones de Praga. Puede ser el momento perfecto para tematizar un poco la visita. Uno de los temas estrella en muchos lugares es, casi siempre, la Segunda Guerra Mundial. Y Praga nos ofrece un itinerario muy interesante para conocer qué sucedió aquí durante el conflicto que marcó el siglo XX.
Primero, para entender la notable presencia judía en la ciudad a lo largo de la historia, nada mejor que visitar el cementerio judío y las sinagogas. A continuación, la plaza de Wenceslao y la iglesia de San Cirilo, nos darán algunas pistas e interesantes historias sobre varios sucesos acontecidos en la ciudad durante el conflicto bélico y el posterior período comunista.
Restaurantes para disfrutar con amigos
La historia nos abre el apetito. ¿Qué tal comer en algún restaurante histórico donde combinar la gastronomía checa con alguna buena cerveza sin pasteurizar? U Medvídku (Na Perštýně 345/7) puede ser una opción fantástica donde probar un codillo y la cerveza más fuerte del mundo, de venta en este histórico restaurante que abrió en 1466 como fábrica de cerveza. Si tu grupo de amigos quieren rendir culto a la cerveza, también podéis probar Lokal (Dlouhá 33), donde la cerveza se tira directamente de un tanque con fecha de caducidad.
Tras reponer fuerzas, una genial idea puede ser cruzar el Moldava por el cercano Puente de las Legiones (Most Legií) para ir hacia la isla Kampa. Este rincón de la ciudad sorprende por su tranquilidad al pie del río. Una encantadora barriada de casas nobles atravesada por un canal. Así llegamos al Muro de John Lennon, donde la bohemia y la juventud se apoderan del ambiente, y nos sirve de introducción al barrio de Malá Strana. ¿Apetece una cerveza en el pub dedicado al exBeatle?
Malá Strana es el barrio con más encanto –y más antiguo– de Praga. La mejor manera de explorarlo es perderse directamente por sus callejuelas. Podemos llegar hasta la plaza de Malostranke, corazón del barrio, para luego ascender por alguna de las calles que se dirigen al castillo de Praga. Y si quedan energías y llega el atardecer, ¿qué mejor idea que rematar el día contemplando Praga desde el monte Petřín, con su famosa torre mirador de estilo Eiffel?
Tour de la cerveza en Praga
Los checos son los mayores consumidores de cerveza del mundo y eso en Praga es muy fácil de experimentar. Aquí se fabrica cerveza desde hace muchos siglos, y en el centro de la capital son innumerables las cervecerías donde es posible disfrutar de los sabores de esta popular bebida.
Una genial propuesta en un viaje a Praga con amigos es hacer un tour de la cerveza. El recorrido nos muestra auténticos templos cerveceros en la capital checa y nos sirve para conocer un poco más sobre la historia, la cultura y las características que la diferencian de otras cervezas europeas. Normalmente, las rutas incluyen cuatro o cinco cervezas en bares o restaurantes bien elegidos donde hay algo que explicar.
Estas rutas de la cerveza son ideales para hacer piña e incluso abrirnos a conocer gente nueva, mientras seguimos conociendo la ciudad.
Fin de año en la capital checa
¿Y si propones a tus amigos un Fin de año en Praga? Una ciudad de cuento, bajo la dulce amenaza de la nieve, con decoración navideña por los cuatro costados. Por supuesto, los mercados navideños no pueden faltar en Praga. En la plaza de la Ciudad Vieja se instala el mercado más importante junto a un gran abeto iluminado.
Pero el colofón al fin de año praguense son los fuegos artificiales que se lanzan desde la zona alta de la ciudad. Una espectacular propuesta puede ser cenar en uno de los cruceros que recorren el río Moldava en fin de año. ¡La estampa de la silueta de la ciudad con los fuegos quedará en la retina de todo el grupo!