Visitar Praga en tres días es la escapada urbana perfecta para ese fin de semana largo o puente que tienes marcado en el calendario. Es una ciudad cómoda, con el tamaño justo, manejable, y sobre todo, bonita, para ocuparnos sin prisa pero sin pausa durante 72 horas.
Para que nada se quede en el tintero, ni te entren agobios por pretender verlo todo, en este artículo vamos a recorrer a pie Praga en 3 días. ¡Bienvenido a una de las ciudades más bellas de Europa!
El Reloj Astronómico de Praga, construido con alta tecnología del siglo XV, es uno de los referentes más visitados en la Ciudad Vieja de la capital checa.
El Puente de Carlos es el icono de Praga. Si no te haces una foto allí, con sus singulares esculturas, no podrás decir que has estado en la capital checa.
El Castillo de Praga, que acoge la Catedral de San Vito y un gran conjunto de edificios históricos, es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad.
El antiguo cementerio judío de Praga y seis sinagogas dan fe de la importancia que alcanzó la comunidad judía en el barrio praguense de Josefov.
La Plaza de Wenceslao ha sido testigo mudo del devenir histórico de Praga y de momentos cruciales como la Revolución de Terciopelo. Es una visita indispensable.
Poco tiene que ver la comida típica de Praga con la cocina mediterránea: se impone lo contundente, lo calórico y los sabores intensos e inolvidables.