Praga, conocida como la Ciudad Dorada y la Ciudad de las Cien Torres, tiene un fascinante casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su maravillosa arquitectura presenta diferentes estilos que la convierten en una de las urbes más interesante del mundo. Sus museos te mostrarán el lado más cultural de Praga. A ello se suma una deliciosa gastronomía regada con una buena jarra de cerveza checa. Cuatro días son el tiempo perfecto para conocer todos los atractivos de Praga con calma, saboreando cada momento. Te contamos cómo aprovecharlos al máximo, paso a paso.
El Reloj Astronómico de Praga, construido con alta tecnología del siglo XV, es uno de los referentes más visitados en la Ciudad Vieja de la capital checa.
El Puente de Carlos es el icono de Praga. Si no te haces una foto allí, con sus singulares esculturas, no podrás decir que has estado en la capital checa.
El Castillo de Praga, que acoge la Catedral de San Vito y un gran conjunto de edificios históricos, es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad.
La isla Kampa es un remanso de tranquilidad y romanticismo a tan solo unos pasos del Puente de Carlos. Acompáñanos y descubre todos sus encantos.
La Plaza de Wenceslao ha sido testigo mudo del devenir histórico de Praga y de momentos cruciales como la Revolución de Terciopelo. Es una visita indispensable.
A la capital de la República Checa no podía faltarle un gran museo, en el que se dieran cita la Historia y las Ciencias Naturales.
Karlovy Vary es una de las ciudades más bellas de la República Checa y una de las mecas europeas del termalismo. Una magnífica opción para visitar desde Praga.
Hay cientos de opciones donde comer en Praga a precios razonables, en lugares históricos o con encanto, disfrutando de lo mejor de la cocina checa.