El Teatro Negro, toda una tradición en Praga, puede considerarse una de las señas de identidad de la capital checa. Este tipo de espectáculo, cargado de fantasía, se ajusta como un guante a una ciudad considerada mágica y misteriosa. Visitar uno de los muchos escenarios de la ciudad es un plan altamente estimulante. En esta urbe, cargada de reminiscencias kafkianas, son muchos los lugares de apariencia enigmática. Pese a su popularidad, las numerosas compañías que ponen en marcha representaciones de Teatro Negro, parecen espacios secretos.

Los efectos de luces y sombras hechizan a los espectadores. Los actores, vestidos de negro, apenas se hacen notar en los numerosos escenarios oscuros que pueden visitarse. Todo estimula el vuelo de la imaginación en estas obras mudas, cada vez más experimentales e innovadoras. Difícil no sentirse cautivados por las historias que se cuentan, por el llamativo vestuario y las sugerentes puestas en escena.

El Teatro Negro de Praga y sus características

El enigma, tan característico de Praga, acompaña al visitante en cada momento. Todo el que acude a un espectáculo de Teatro Negro en Praga lo hace con la intención de dejarse sorprender. Por mucho que le hayan contado, no es capaz de apresar donde radica la magia. Es necesario vivir la experiencia y medir los efectos que provoca. Parece complicado, pero con apenas unos pocos elementos, se obra el milagro.

 

 

En el Teatro Negro, todo es producto de un fenómeno de óptica. Los intérpretes se confunden con el ambiente oscuro y muestran solo lo que quieren que se vea. Los objetos móviles, que están impregnados por un líquido fluorescente, reciben luz ultravioleta y se hacen visibles. Los actores son como magos capaces de conducir al público a un mundo de ilusión donde las cosas cobran vida. Hay personajes que aparecen volando. Hay manos ocultas que mueven mesas y sillas. El espacio se impregna de una engañosa realidad.

Asistir a una representación de Teatro Negro es como estar dentro de un cuadro de Chagall. El juego de movimientos, de luces y sombras, resulta cautivador. Los paisajes de cuento que se recrean hacen que los espectadores olviden todo lo que sucede fuera. La música, la mímica, la interpretación y la acrobacia crean una metáfora irresistible sobre las tablas.

Teatro Negro
En el Teatro Negro, todo es producto de un fenómeno de óptica

Larga historia del Teatro Negro

Para situar los orígenes del Teatro Negro hemos de remontarnos a la China imperial. De la época de las dinastías arrancan las proyecciones con velas para escenificar espectáculos de sombras y siluetas sobre telas blancas. Y la utilización de ropajes negros para generar inquietantes efectos sobre fondos oscuros. En el siglo XVI, este tipo de funciones llegó a Japón, de manos de los titiriteros.

No fue hasta finales del XIX que la técnica se introdujo en Europa. Hombres de teatro como el francés George Lafaille la impulsaron y renovaron. Su influencia llegó a la escena artística checa. En 1959 el matrimonio formado por Josef Lamka y Hana Lamkova fundó la primera compañía de Teatro Negro en Praga. En 1961, el dramaturgo Jiři Srnec creó el Teatro de Luz Negra, una corriente que enriqueció artísticamente este tipo de espectáculos.

A partir de ahí, la fantasía se apropió de los escenarios checos. Los  actores, al fundirse con el fondo negro, se volvían invisibles. En contraste, los objetos, resaltaban gracias al efecto de las luces ultravioleta. La ilusión de la representación se acentuaba con la música y la utilización de vídeos y otros recursos. La compañía de Srnec mostró su arte en giras por todo el mundo. En 2011 fue reconocida con la más alta distinción cultural del estado checo.

El Teatro Negro Srnec, el más veterano de Praga

En Praga, la oferta de espectáculos de Teatro Negro es amplia. Hay distintas compañías que actualmente enriquecen el panorama artístico de la ciudad. Entre ellas, el hoy conocido como Teatro Negro de Luz Srnec, ocupa un lugar especial. De carácter familiar, ha tomado el nombre de su fundador, Jiři Srnec. Este ha traspasado su legado de fantasía a sus descendientes.

Se suele hacer mención a él como “un pequeño teatro de grandes milagros”. Su encantadora sede está situada en la zona de Nové Město, la parte más moderna del casco histórico. Hay aforo para unas cien personas que disfrutan de un espectáculo apto para todos los públicos. Las obras de este veterano cuadro de profesionales se han representado en escenarios de todo el mundo. Han sido vistas por más de cinco millones de personas.

Entre sus piezas más conocidas está la titulada Antología. Recopila escenas del espectáculo oscuro desde su creación en 1961. Sus responsables definen la representación como una experiencia surrealista.

Otras famosas compañías de Teatro Negro en Praga

Entre las compañías más populares de la capital destaca Ta Fantastika, con sede en la histórica calle Karlova. Lleva funcionando desde la década de los 80. Destaca por sus proyecciones en pantalla gigante y por la integración de música en vivo a los espectáculos. Sus títeres también llaman la atención, pues son más grandes de lo normal. El espectáculo más conocido de su programación es Aspects of Alice (Visiones de Alicia). La compañía realiza una adaptación muy particular del célebre relato de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas. La obra ha sido representada en más de treinta países. Se trata de una puesta en escena cargada de poesía y magia. Un paseo por las alegrías y las tristezas de la vida a través de las distintas edades de la protagonista.

Adaptaciones de clásicos al Teatro Negro

La compañía Wow es otra opción a tener en cuenta. Realiza sus representaciones en el teatro Broadway, junto a la torre de la Pólvora. Se caracteriza porque incita al público a subir al escenario y participar en el espectáculo. Y también merece la pena conocer Black Light Theatre of Prague, con sus representaciones de grandes clásicos de la Literatura como Fausto de Goethe y Dr Frankenstein, basado en la mítica novela de Mary Shelley.

También destaca la compañía Hilt, que ha puesto en escena Phantom, en el Teatro Real de Praga. Este grupo independiente renueva el género con las influencias más modernas del teatro contemporáneo e introduce danza y mimo en sus actuaciones.

Para quienes quieran conocer más de cerca los secretos del Teatro Negro es muy recomendable visitar el Teatro Metro, en la avenida Národní. Cada actuación se acompaña, al final, de un taller corto. Es una manera de que los espectadores pueden comprobar cómo se realizan algunos de los trucos utilizados en la función.