El Coliseo es, seguramente, la obra más grandiosa de la arquitectura romana y uno de esos monumentos que hay que ver obligatoriamente en una escapada a Roma. Da lo mismo el tiempo que dure nuestra estancia. Se encuentra en el corazón de la ciudad y uno se sobrecoge cuando piensa que esta edificación tan imponente y esbelta fue construida hace nada menos que 20 siglos. Es, sin duda, una de las grandes atracciones turísticas de la moderna Roma.

Dicen que para hacerse una idea de la magnitud del Coliseo hay que divisarlo desde la lejanía. Hay dos lugares privilegiados para observar este monumento, el más grande que ha sobrevivido de la Antigua Roma. Uno de ellos es el Colle Oppio, un parque cercano al Coliseo, y otro el Belvedere (Largo Agnes), junto a la salida del Metro de Colosseo. Es el momento de disfrutar de la vista, sacar la cámara de fotos e inmortalizar la experiencia.

Historia del Coliseo de Roma

A continuación, te contamos cinco datos que debes saber de la historia del Coliseo Romano. De esta manera, disfrutarás mucho más de tu visita:

Origen

Las obras del Coliseo Romano comenzaron en el año 70 d.C. por encargo del emperador Vespasiano. Quiso inspirarse en el no muy lejano teatro di Marcello, pero eligió un lugar en el que había un lago artificial, junto a la casa de Nerón (la Domus Aurea o Casa Dorada).

 

 

El Coliseo Romano
El Coliseo Romano

Cimientos

La zona donde se asienta el Coliseo es de naturaleza pantanosa, por lo que hubo muchos problemas para su edificación. Hubo que realizar numerosos desagües y poner unos cimientos a prueba de agua.

Coste del Coliseo Romano

Los gastos de la construcción del Coliseo se costearon con los botines de guerra, en concreto con los del triunfo sobre los judíos en el año 70. Se invirtieron 50 toneladas de oro y plata que llegaron del templo de Jerusalén. ¿La mano de obra? Al parecer, fue construido por los esclavos judíos que fueron capturados durante la campaña.

Inauguración

Como Vespasiano murió en el año 79, fue su hijo, Tito, quien inauguró el Coliseo en el año 80 con grandes celebraciones. Al parecer, se sacrificaron 9.000 animales durante los 100 días que duró la fiesta.

Coliseo Romano
La historia hace memoria en sus dura piedra.

Estructura y capacidad del Coliseo. Dispone de 80 hileras de asientos, otras tantas salidas o vomitorio. La capacidad del Coliseo Romano es de entre 50.000 y 70.000 espectadores, pero hoy, por razones de seguridad y protección del patrimonio, sólo se permite el acceso a 3.000 personas al mismo tiempo. En la época de la Roma clásica, los asientos estaban cubiertos por un techo de loneta que protegía al público de las inclemencias del tiempo y que se accionaba mediante poleas. En este monumento se emplearon las más variadas técnicas de construcción.

Visitar el Coliseo Romano por dentro

También conocido como anfiteatro Flavio, el Coliseo Romano por dentro es mucho menos espectacular que por fuera, ya que buena parte de los asientos originales y el suelo han desaparecido. Además, un importante incendio que se declaró en el año 217 se llevó por delante las plantas superiores y el suelo original de madera.

El Coliseo Romano
Interior de el Coliseo Romano

Pero no fue la única tragedia que vivió el Coliseo Romano, pues durante los 400 años siguientes hubo más incendios y terremotos. En el siglo VI, el escenario se utilizó como  taller y cementerio, y después tuvo otros usos: fábrica, sede religiosa, fortaleza, cantera, refugio, etc. Hasta que mucho después, ya en el siglo XIV, gran parte del lado sur del monumento se derrumbó completamente. ¿Y qué se hizo con las piedras caídas? Pues acabaron en iglesias, carreteras, muelles y palacios. Es el caso del palacio Venezia, el palacio Farnese o el palacio Barberini.

Curiosidades que debes saber del Coliseo Romano

  • La principal función del Coliseo era ofrecer espectáculos de gladiadores.
  • Los espectadores tenían un sitio diferente según su estatus social y género. El emperador y las vestales se ponían en los pisos de abajo. Al lado, se colocaban los senadores, que vestían de blanco y llevaban sus propias sillas. En el piso superior, estaban los caballeros y los aristócratas. Por encima, se situaba el pueblo llano y, más arriba aún, se colocaban las mujeres, los esclavos y los pobres. Había incluso quienes no podían entrar, como los enterradores, los actores y los gladiadores retirados.
  • Su nombre deriva de una gran estatua que había cerca del Coliseo, el “Coloso de Nerón”, que no ha sobrevivido.
  • El Coliseo Romano tiene 189 metros de largo por 156 de ancho y 57 de altura, y un perímetro de 524 metros. Los ingenieros dicen que es un modelo para los recintos deportivos modernos, ya que los romanos encontraron soluciones eficaces a problemas que siguen siendo actuales.
Fotografía del Coliseo
Nubes pasajeras sobre el Coliseo.
  • En 1980 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y el 7 de julio de 2008 se incluyó en Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
  • El Coliseo ha sido escenario de numerosas películas: Vacaciones en Roma (1953), Gladiator (2000), Demetrio y los gladiadores (1954), 20 Million Miles to Earth (1957), Double Team (1997), The Core (2003), Jumper (2008) y muchas más. También se ha integrado en algunos videojuegos de éxito, como ‘Colosseum Road to Freedom’, ‘Gladiator Begins’, ‘Assassin’s Creed: Brotherhood’ o ‘RYSE: Son of Rome’.

Recomendaciones en el Coliseo Romano

Si puedes evitarlo, no te acerques a los bares, cafés y restaurantes que se encuentran en las inmediaciones del Coliseo porque suelen tener precios excesivos para lo que ofertan. Puedes dirigirte, mejor, a la vía Cavour o a la vía di San Giovanni in Laterano.

El Coliseo es muy bonito de día, pero tiene un encanto especial durante la noche. Si tienes ocasión, acércate al monumento cuando el sol haya caído para verlo iluminado.

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Coliseo Romano

Si ves que hay demasiados turistas y prefieres esperar a que pase la hora punta, puedes disfrutar mientras tanto del vecino parque Colle Oppio.

Si tienes la suerte de estar en Roma un Viernes Santo, descubrirás que el Papa sigue encabezando el tradicional Vía Crucis desde el Coliseo. Y es que durante mucho tiempo el Coliseo fue considerado un santuario cristiano.

Cuando llegues al Coliseo Romano, posiblemente te encontrarás a personas vestidas de romanos o gladiadores que te ofrecerán hacerse una foto contigo a cambio de una propina. Si accedes, negocia bien el precio con anterioridad para ahorrarte un mal rato.

Qué ver cerca del Coliseo Romano

La visita al Coliseo Romano se puede aprovechar para conocer otros lugares interesantes cerca del mismo. Te mencionamos seis pero tu paseo por los alrededores irás encontrando muchos más que llamarán tu atención:

  • Foro romano

El Foro romano, situado junto al coliseo, representaba en su tiempo el centro de la vida política, social y económica de la ciudad. Para visitarlo puedes comenzar cruzando el arco de Tito y siguiendo la Vía Sacra. En el foro se pueden ver algunos restos del templo de Júpiter, la Curia, la basílica de Majencio, etc.

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Foro romano
  • Circo Máximo

Aunque del Circo Máximo sólo se conserva una explanada, no está de más pasear por aquí e imaginar cómo era el mayor circo de Roma. Medía 620 metros de largo y 140 de ancho, y tenía capacidad para unos 250.000 espectadores.

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Circo Máximo
  • Basílica de San Juan Letrán

La Basílica de San Juan Letrán, es la basílica más antigua de Roma y la más importante, ya que es la Catedral (y su obispo es el Papa). Merece la pena entrar para admirar algunos elementos de su interior, como el baldaquino gótico del altar papal, el mosaico de su ábside, su baptisterio octogonal y un bonito claustro.

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Basílica de San Juan Letrán
  • Arco de Constantino

Muy bien conservado, el Arco de Constantino del siglo XIV d.C. conmemora la victoria, en la batalla de Puente Milvio, de Constantino sobre Majencio. En el propio arco los investigadores han encontrado restos de otros monumentos, como medallones y esculturas. Ya se empleaba el reciclaje en aquella época.

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Arco de Constantino
  • Monte Palatino

El Monte Palatino es la colina más céntrica, de las siete que tiene Roma, y está a un paso del Coliseo y del arco de Constantino. Es recomendable conocer este lugar tanto por su historia, ya que se dice que aquí fundó Rómulo esta ciudad, como por la presencia de yacimientos arqueológicos.

Hipódromo Domiciano
Monte Palatino
  • Basílica San Pietro in Vincoli

En la Basílica San Pietro in Vincoli hay dos elementos que se deben admirar. El primero es el mausoleo de Julio II, que es obra de Miguel Ángel y que cuenta con un conocida escultura de Moisés. Y el segundo, una cadena que, según la leyenda, fue la que sujetó a San Pedro cuando estuvo encarcelado en Jerusalén.

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Basílica San Pietro in Vincoli

Dónde comer cerca del Coliseo Romano

Los amantes de la comida italiana disfrutarán enormemente ante el gran número de buenos restaurantes de Roma. Nuestra recomendación es probar especialidades locales y atreverse con sabores desconocidos hasta ahora.

  • Ristoro della Salute (plaza del Coliseo, 2). Tiene una decoración muy agradable y una carta amplia donde escoger carne, pescado, pasta, pizza o lo que te apetezca. Si tienes dudas, algunos platos que no defraudan son el bistec a la florentina y los espaguetis “al pomodoro”.
  • Restaurante Gran Caffè Rossi Martini (plaza del Coliseo, 3). Con vistas al Coliseo y especializado en comida italiana, es ideal para no perder un segundo en tu ruta turística. Algunos de sus platos más afamados son la pasta con salsa a la amatriciana o a la carbonara y los “fettuccine al ragù di cinghiale”.
  • Hostaria al Gladiatore (plaza del Coliseo, 5). Interior o terraza pero con platos espectaculares. Deliciosos sus espaguetis a la carbonara y los espaguetis con aceite de oliva, ajo y almejas.
  • Pizza Forum al Colosseo (Via di S. Giovanni in Laterano, 34). A 200 metros del coliseo y con una amplia oferta de pizzas, además de otras especialidades italianas. Te costará elegir entre tanta variedad. Tiene también buena relación calidad-precio.
  • Pane & Vino (Via Ostilia, 10). Ideal para hacer un parón antes de continuar el día turístico en Roma. Unos bocatas con una cerveza artesana y saldrás más que contento. Tienen algunos exquisitos como el Vittoriano, servido en pan de tomate, y que lleva mozzarella de búfala, champiñón, lechuga, berenjena a la plancha, aceitunas, pesto, etc.  Si no lo tienes muy claro consulta a los camareros, son muy amables.