Dice la canción que “Sevilla tiene un color especial”, pero lo cierto es que no sólo tiene un color, sino todo un arcoíris. Cada rincón posee una personalidad distinta y cada calle esconde alguna sorpresa.
Es una ciudad preciosa se mire por donde se mire. Su luz la hace mágica, su olor a azahar, inolvidable, y su ambiente también se recuerda. Tiene arte, “duende” flamenco, cultura… y una historia fascinante que tiene su reflejo en los monumentos históricos.
Hay quien se ha aventurado a asegurar que es una de las ciudades más bonitas de mundo. En cualquier caso, regala experiencias inolvidables porque hay muchas cosas que hacer en Sevilla.
Si vas a planificar un viaje a la capital hispalense, te ayudamos a elaborar una lista de lugares para visitar en Sevilla, una selección con la que descubrirás todas sus maravillas y secretos.
Los lugares imprescindibles de Sevilla
1. Catedral y Giralda de Sevilla
La Catedral de Sevilla es uno de los templos góticos más grandes del mundo. Imponente y hermosa, se ubica en el corazón de la ciudad y merece la pena verla sólo por admirar su fachada. Plagada de pórticos y con un interior suntuoso, fue levantada sobre una antigua mezquita almohade en 1401, aunque las obras, por su magnitud, se prolongaron durante más de cien años. No te pierdas su Capilla Mayor, la colección de joyas y pinturas, o la tumba de Cristóbal Colón. Por algo fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Junto a la Catedral, la torre de la Giralda, que ejerce de campanario y custodia la ciudad de Sevilla desde sus 104 metros de altura. Antaño fue el alminar de la antigua mezquita árabe que se ubicaba en ese mismo lugar. La Giralda ha sufrido importantes modificaciones a lo largo de la historia, sobre todo cuando la ciudad pasó de ser árabe a cristiana. Se le añadió la sección superior para situar 24 campanas, lo que convierte a la torre en el campanario con más campanas de España. Si subes hasta él, disfrutarás de unas vistas impresionantes. El célebre “Giraldillo” es su veleta, una escultura de más de tres metros que simboliza el triunfo del cristianismo sobre el islam. Avenida de la Constitución, s/n.
2. Plaza de España de Sevilla
Fue construida en 1928 con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 para conmemorar el Descubrimiento de América. La Plaza de España tiene forma circular y consta de varios canales por los que se puede navegar en pequeños barcos. Hay cuatro puentes que simbolizan los antiguos reinos de España; arcadas, fuentes y sus famosos 48 bancos que representan las provincias españolas. Este monumental espacio público ha sido el escenario de muchas series y películas, como ‘La guerra de las galaxias’, y el diseño de los azulejos de su decoración ha dado la vuelta al mundo.
3. El parque de María Luisa de Sevilla
Frente a la Plaza de España se encuentra el parque más importante de Sevilla, el gran pulmón verde de la ciudad. Es el Parque de María Luisa, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico. Se inauguró en 1914 y en un principio formaba parte de los jardines privados del palacio de San Telmo. La infanta María Luisa Fernanda, de la que recibe su nombre, los donó a la ciudad. Sus fuentes más singulares son las de las Ranas, la de los Leones o la Isleta de los Patos. Dentro de su recinto, se halla el Museo Arqueológico de Sevilla y el Museo de Artes y Tradiciones Populares.
4. Torre del Oro
La llaman la “niña bonita de Sevilla”. La Torre del Oro, situada a orillas del río Guadalquivir, fue construida en el siglo XIII para reforzar las defensas militares de la ciudad. Los árabes también la utilizaron para controlar el tráfico de barcos, para lo que conectaban, con una enorme cadena, la Torre del Oro y otra torre que estaba al otro lado del río. En la actualidad, alberga el Museo Naval, con una exposición de maquetas y herramientas antiguas de navegación. Desde lo alto, podrás tener una bonita vista del barrio de Triana, la Catedral y el Guadalquivir. Paseo de Cristóbal Colón, s/n.
5. Metropol Parasol
También conocido como Las Setas, el Metropol Parasol es un curioso mirador. Construido en 2011, tiene una arquitectura vanguardista que simula seis grandes setas o paraguas (parasoles) y su estructura es de madera. No tiene nada que ver con el estilo tradicional andaluz, por lo que aporta una nota de originalidad y modernismo al clasicismo que reina en la ciudad. Desde la parte superior del edificio, puedes tener unas vistas panorámicas de 360 grados. Plaza de la Encarnación, s/n.
6. Isla de la Cartuja
Aunque su aspecto no es precisamente el de una isla, este espacio que abraza el río Guadalquivir fue la sede de la Exposición Universal de 1992, y aún se pueden ver algunos de los pabellones construidos para el evento. A través de una pasarela de madera se puede llegar al Jardín Americano, un exótico jardín botánico con más de 300 especies originarias de América.
En esta isla está también el monasterio de la Cartuja o monasterio de Santa María de las Cuevas que data del siglo XV y que actualmente es el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Aquí está también Isla Mágica, un parque temático de atracciones y otro acuático, Agua Mágica. Los dos son ideales para visitar Sevilla con niños.
7. La Maestranza de Sevilla
La Maestranza de Sevilla es la plaza de toros de la ciudad y cada año, coincidiendo con la Feria de Abril, acoge una de las fiestas taurinas más importantes de España. Es pequeña y coqueta, de color blanco y amarillo, y su Puerta del Príncipe es la más codiciada por los toreros. La tradición taurina es muy intensa en Andalucía. También puedes visitar la plaza y el Museo Taurino que hay en su interior. Paseo de Cristóbal Colón, 12.
8. El Real Alcázar de Sevilla
El Real Alcázar de Sevilla se encuentra justo al lado de la Catedral y fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Aquí se aloja la familia real cuando va de visita oficial a Sevilla. Es un antiguo palacio árabe decorado con gran lujo y majestuosidad. Sus enormes jardines están jalonados por fuentes y en sus dependencias hay elementos del arte mudéjar, gótico, renacentista y barroco, como prueba de su larga historia. Es una visita obligada en una escapada turística a Sevilla, porque es toda una explosión de arte y cultura. Patio de Banderas, s/n.
8. Basílica de la Macarena
La Basílica de la Macarena, oficialmente Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena, es uno de los templos más queridos de la ciudad de Sevilla. Situado en la calle Bécquer del barrio de La Macarena es la sede oficial de la hermandad de La Esperanza Macarena, que sale en procesión durante la madrugada del Viernes Santo con las imágenes de la virgen titular del templo y la de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia.
Esta basílica fue construida en 1941 y bendecida en 1949 para albergar las imágenes de la hermandad, que habían estado en la capilla de la Parroquia de San Gil, incendiada en 1936. El arquitecto responsable fue el sevillano Aurelio Gómez Millán, quien concibió un edificio de estilo barroco con una sola nave, bóveda de cañón y cuatro capillas laterales. El carácter de basílica menor fue un honor que le concedió el papa Pablo VI en 1966.
La apariencia de esta basílica es majestuosa, con una puerta de acceso cuyo arco y dintel se sustentan sobre columnas de mármol. En el interior destaca también la decoración marmórea y las pinturas al fresco de Rafael Rodríguez centradas en la virgen madre. En el presbiterio y en las capillas laterales se pueden ver retablos dorados de madera, procedentes del taller de Juan Pérez Calvo. El retablo Mayor acoge en un camarín de fina orfebrería, de Fernando Marmolejo Camargo, a la Santísima Virgen de la Esperanza.
Las capillas laterales se dedican a las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, la Virgen del Santo Rosario, Cristo de la Salvación y las Patronas de Hispanoamérica.
9. Palacio de Dueñas
El palacio de las Dueñas es una visita muy recomendable tanto para conocer esta tipología de viviendas en Andalucía como por el glamour que lo ha envuelto en los últimos siglos. En este palacete han residido o han estado de visita, en el siglo XX, personajes tan relevantes como la emperatriz Eugenia de Montijo, Alfonso XIII, Jacqueline Kennedy, Grace Kelly y Rainiero de Mónaco, Eduardo VIII y su hermano Jorge VI, y el político inglés, Lord Holland. Sin mencionar a Antonio Machado, que vivió allí durante ocho años un siglo antes, en el XIX, debido a que su padre Antonio Machado Álvarez era el administrador de esta propiedad.
Los orígenes de este palacio, que tomó este nombre de un monasterio cercano ya desaparecido y que hoy tenemos el privilegio de visitar, se remontan a los siglos XV o XVI. La casa palacio inicialmente era la de los Pineda, de los señores de Casa Bermeja, uno de los linajes del patriciado de Sevilla. De esta familia pasó como herencia a Fernando Enríquez de Ribera, II marqués de Villanueva del Río y padre de Antonia Enríquez de Ribera, que se casó en 1612 con Fernando Álvarez de Toledo, futuro VI duque de Alba. Este listado de apellidos explica que hoy día pertenezca a la Casa de Alba.
¿Qué es lo que el visitante puede esperar de esta visita? Un paseo por el palacio de las Dueñas ofrece la oportunidad de conocer la distribución de este tipo de conjuntos donde no faltan varios patios, jardines, caballerizas, capillas y salones para recepciones. Sin duda, es un placer recorrer un lugar con tanta historia.
10. Casa de Pilatos
Conocida también como casa de Alcalá de los Gazules, este monumental palacio, ubicado en el número 1 de la plaza de Pilatos, tiene su origen en el siglo XV debido a la unión de dos linajes: Enríquez y Ribera, que mantenían una relación excelente con Italia y amaban el arte del Renacimiento. El verdadero fundador de la Casa e impulsor del ascenso social del linaje fue Per Afan de Ribera “el Viejo”, pero, a mediados del siglo XIX, el Palacio de los Adelantados Mayores de Andalucía, que así se denomina, sufrió una amplia remodelación en la que se incorporaron elementos y formas propios del gusto del Romanticismo. Conviene disfrutar de sus excelentes artesonados y de la colección de escultura clásica del I Duque de Alcalá.
En la Casa de Pilatos se han rodado cuatro superproducciones de Hollywood: “Lawrence de Arabia”, ganadora de 7 Oscar; “Knight and Day”, de Tom Cruise; y dos películas dirigidas por Ridley Scott: “1492: la conquista del paraíso” y “El reino de los cielos”. El emblemático edificio pertenece a la Casa de Medinaceli y sus magníficas instalaciones están abiertas al público todos los días de la semana de 9 a 18 horas.
11. Hospital de los Venerables
Ubicado en el barrio de Santa Cruz, el antiguo Hospital de los Venerables Sacerdotes fue fundado hace más de tres siglos para acoger y dar cuidado a clérigos ancianos y desvalidos, si bien perdió su función asistencial en la década de los 70 del siglo XX. En su interior se encuentra, desde 2007, el célebre Centro Velázquez, una institución que trata de divulgar e investigar en profundidad la obra de Velázquez junto a otros autores del Barroco, como Murillo, Martínez Montañés o Pedro Roldán.
Las estancias del Hospital de los Venerables se organizan en torno a sus patios. Merece la pena destacar la iglesia donde los sacerdotes enfermos recibían los sacramentos y atención espiritual. Fue edificada a finales del siglo XVII con el concurso de pintores como Murillo y Valdés Leal o escultores como Pedro Roldán. Hay que fijarse en las pinturas al fresco de las bóvedas y de la cúpula, que fueron realizadas con la técnica del trampantojo con escenas diseñadas por Juan de Valdés Leal y ejecutadas por su hijo Lucas Valdés.
Curiosamene, también se puede disfrutar de una gran colección de arte contemporáneo en el Hospital de los Venerables, exactamente en lo que fue una de las enfermerías del edificio, donde se exhiben obras, por ejemplo, de Carmen Laffón, Ramón Gaya, Luis Gordillo o Pérez Villalta.
Hay que recordar que el solar sobre el que se edificó el Hospital de los Venerables estuvo ocupado antes por el corral de comedias de Doña Elvira, en el que se representaban obras de Lope de Vega, Tirso de Molina y Miguel de Cervantes para divertimento popular durante los siglos XVI y XVII.
12. Fábrica de Tabacos de Sevilla
Este monumental edificio que evoca la historia de la célebre cigarrera de la ópera “Carmen” de Bizet fue construido en el siglo XVIII para albergar la primera fábrica de tabacos de Europa. Sin embargo, y desde mediados del siglo XX, está ocupada por el rectorado de la Universidad de Sevilla y por algunas facultades.
Ubicada junto a la Puerta de Jerez y el Convento de San Diego, la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla tiene una planta rectangular y hoy es el edificio industrial más importante de España del siglo XVIII, sólo superado en tamaño por el Monasterio de El Escorial. Hasta el punto de que Richard Ford, en su visita a Sevilla, lo definió como “el Escorial tabaquero”. El recinto está rodeado en tres de sus lados por un foso que lo aísla del exterior y, en su fachada principal, se aprecia la influencia del estilo barroco. Presenta una portada con dobles columnas a cada lado y, por encima, se puede ver la estatua de la Fama. Desde 1959, cuenta con la calificación de Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento Histórico.
13. Conjunto Arqueológico de Itálica
Situado a solo 7 kilómetros de Sevilla, en la localidad de Santiponce, es uno de los conjuntos arqueológicos de origen romano más impresionantes y completos de cuantos existen en España. También tiene una gran importancia histórica, porque Itálica fue la primera ciudad romana fundada más allá de la península italiana.
En este Conjunto Arqueológico de Itálica (vincular a URL correspondiente) entre los lugares que merecen una contemplación pausada e intensa están el Anfiteatro, cuya construcción terminó en el año 138 de nuestra era y que tuvo una capacidad aproximada de 25.000 espectadores. También el Teatro, levantado a lo largo de dos centurias hasta el siglo I de nuestra era y cuyas gradas se descubrieron en 1949. No menos interesantes resultan las Termas Menores, que ocupan cerca de 1.500 metros cuadrados, y las Termas Mayores, parcialmente descubiertas y de las que se cree ocupan una superficie de unos 32.000 metros cuadrados.
Junto a las grandes construcciones hay en Itálica un buen puñado de restos de casas particulares, entre las que destaca la de Neptuno, Exefra, la del Patio Rodio, la de Hylas y la de los Pájaros, en cuyo interior se pueden observar aún numerosos detalles del esplendor de la ciudad durante el periodo del emperador Adriano.
14. Plaza de San Francisco
El epicentro de la vida civil sevillana se sitúa en esta plaza, presidida por la renacentista Casa Consistorial, sede del Ayuntamiento hispalense. Si no fuera por este edificio, la Plaza de San Francisco formaría un todo con la contigua Plaza Nueva. De hecho, ambos espacios fueron parte de los terrenos y dependencias del desaparecido convento de San Francisco.
La plaza está flanqueada por bonitas casas con balcones pintadas de vivos colores y algunas construcciones de interés histórico-artístico. Pese a su carácter civil, la Plaza de san Francisco fue escenario de autos de fe inquisitoriales y hoy es uno de los lugares de privilegio para contemplar la carrera oficial de la Semana Santa, con sus palcos hereditarios. En el pasado también se celebraron aquí festejos taurinos.
Las zonas de Sevilla que tienes que conocer
1. Barrio de Triana
El barrio de Triana, situado a orillas del río Guadalquivir, es una de las señas de identidad de Sevilla. Sus orígenes son humildes, pero su marcada personalidad y la cultura que engendró traspasó sus fronteras. Es la cuna de muchos artistas del cante, del baile y de las artes plásticas, de toreros y de diseñadores de moda. El arte se palpa en cada una de sus calles, y la gracia impregna el carácter y la personalidad de sus gentes. La ribera del río está llena de locales de tapas, restaurantes, tablaos flamencos… La calle de la Pureza lleva hasta la Virgen de Triana, tan venerada por los sevillanos, y el Puente de Triana da acceso al barrio.
2. El barrio de Santa Cruz de Sevilla
Es una de las zonas más turísticas de Sevilla puesto que se encuentra en parte del casco antiguo de la ciudad, con una gran concentración de monumentos. Podrás pasear por sus calles peatonales, tomar un café o una tapa en sus numerosas terrazas, disfrutar de sus casas señoriales con sus típicos patios y zaguanes, comprar en sus numerosas tiendas de recuerdos y descubrir sus encantadoras plazoletas.
El barrio de Santa Cruz era el antiguo barrio judío y es un laberinto de estrechas calles que guardan parte de la esencia sevillana. En la Plaza de Santa Cruz descansan los restos de Murillo. También podrás disfrutar de algún espectáculo flamenco en alguno de sus numerosos tablaos.
3. Barrio El Arenal de Sevilla
Este barrio de El Arenal es uno de los más transitados por los viajeros que acuden a la capital hispalense en busca de cultura. Sus límites son al Este, la Catedral; al Sur, los Jardines de Cristina; y al Norte, la calle Reyes Católicos. Dentro del mismo se encuentran monumentos como la mencionada Catedral, la Torre del Oro, la plaza de toros de la Maestranza o los jardines del Marques de Contadero, junto al Guadalquivir.
La gran ventaja de Sevilla es que todo está a mano y barrios como este resultan muy asumibles para pasearlos y empaparnos de su idiosincrasia. Capillas, teatros, mercados y muchas terrazas salen al paso del visitante. Algunos consejos para vivir la ciudad como un auténtico sevillano es ir dosificando las visitas e intercalarlas con las tabernas más típicas donde degustar la cocina tradicional. En esta ciudad hay mucha costumbre de tapeo, así que visita la Catedral con su Giralda y luego tómate un descanso, sigue por la Torre del Oro y después relájate por la orilla del Guadalquivir, que en verano es uno de los lugares más agradables. Y aprovecha por la noche para caminar por la ribera del río para ver los puentes iluminados.
Museos para visitar en Sevilla
1. Archivo de Indias
El Archivo de Indias fue construido por deseo de Carlos III en 1785. Se creó para recoger y centralizar toda la documentación administrativa referente a los territorios de ultramar españoles que hasta entonces se hallaban desperdigados por diferentes archivos e instituciones. Está situado junto al Alcázar y la Catedral y, aunque no es un sitio muy turístico, merece la pena visitarlo por su interesante arquitectura y por la memoria de un pasado de esplendor. Avenida de la Constitución, s/n.
2. CaixaForum Sevilla
El CaixaForum Sevilla es uno de los centros más recientes de la red cultural de la Obra Social La Caixa, ya que fue inaugurado en marzo de 2017. Se puede localizar en la emblemática Torre de Sevilla, también conocida como Torre Pelli, ya que fue firmada por el arquitecto César Pelli. La filosofía que define a este museo, al igual que a los de esta red, es su interés en divulgar el conocimiento entre todos los segmentos de edad.
Aunque pasa un poco desapercibido externamente, dispone de una superficie de 7.500 m2, un espacio que se distribuye entre dos salas de exposiciones, un auditorio, dos aulas polivalentes, una tienda con librería y una cafetería. El encargado de adecuar la instalación para acoger este museo fue Guillermo Vázquez Consuegra, un arquitecto sevillano que, además, transformó el espacio con añadidos como una marquesina fabricada en espuma de aluminio, a través de la que se accede al centro. De hecho, su proyecto ganó el premio Building of the Year Awards 2018, un galardón concedido por Archdaily, un reconocido portal de arquitectura a nivel internacional.
En la primera planta de CaixaForum Sevilla se encuentran la administración y el restaurante, y las salas de exposición y el auditorio se han colocado en la planta -1, es decir, en un nivel inferior al de la plaza que le da acceso. En este centro se organizan visitas guiadas al edificio, talleres y cuentan con interesantes exposiciones temporales que anuncian previamente en su web.
3. Museo del Baile Flamenco
El innovador museo del Baile Flamenco ha sido promovido por Cristina Hoyos, una de las grandes bailaoras de flamenco. Es un espacio cultural imprescindible para conocer y valorar el baile flamenco, y el flamenco en general. Está situado en un edificio histórico del barrio de Santa Cruz, una de las cunas del flamenco en Andalucía.
En el edificio se han combinado las salas de exposiciones con otras más interactivas donde se imparten clases y talleres, una sala donde se realiza un espectáculo diario, estancias de relajación y tienda de recuerdos.
Como se encuentra en una zona que no está abierta al tráfico rodado (c/ Manuel Rojas Marcos, 3), lo más útil es acercarse en tranvía hasta la parada del Archivo de Indias, o en metro hasta Puerta de Jerez, que se encuentra a unos 10 minutos a pie del museo.
4. Museo de Bellas Artes de Sevilla
El Museo de Bellas Artes de Sevilla es la segunda pinacoteca más importante de España después del Museo del Prado. Aquí podrás ver obras de Zurbarán, Velázquez, Valdés Leal y, por supuesto, de Murillo, el pintor sevillano que tiene en este museo su gran templo. Las colecciones del museo sirven para dar un paseo por el Barroco, el Renacimiento, el arte medieval y el arte del siglo XIX.
Contiene, sobre todo, obras pictóricas, pero también muestra esculturas, cerámica y artes decorativas. El edificio en el que se ubica es el antiguo convento de la Merced Descalza, del siglo XIII. La plaza que está junto al museo tiene una escultura en bronce dedicada a Murillo. Plaza del Museo, 9.
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Dónde comer en Sevilla
Además de preguntarse dónde comer en Sevilla habría que plantearse de qué manera hacerlo. Porque, aunque en esta ciudad hay muchísimos, variados y cualificados restaurantes en los que sentarse a la mesa, lo cierto es que ésta es también la capital del tapeo. Una vez aclarado esto, solo queda elegir la zona sevillana en la que degustar sus mejores delicias gastronómicas. Entre las más populares y demandadas están:
El Centro. En torno a la Catedral, el barrio de Santa Cruz, la Plaza Nueva y el Gudalquivir, hay numerosos bares y restaurantes, entre los que se puede citar La Taberna del Alabardero (Zaragoza, 20), el restaurante de Carlos Baena (Rastro, 28), Burladero Tapas y Tintos (Canalejas, 1) y los situados en el Mercado del Barranco.
La Alameda de Hércules. Esta es una de las zonas más animadas de la ciudad durante el día y también la noche. Aquí se puede disfrutar de las propuestas de comedores como Puro Fuego (en el número 56), Maestro Rufino (en el número 97) o la Bodeguita Romero (Harinas, 10).
Calle Betis. Al otro lado del río, entre los puentes de Triana y el de San Telmo, se concentran varios restaurantes con vistas al río Guadalquivir y el casco histórico sevillano. Entre ellos Pura Esencia (Betis, 56), que es también un tablao flamenco; Alboroque (Pagés del Corro, 107), La Salina (Betis, 6) y La Frida (Betis, 41), que ofrece una original cocina mexicana de autor.