Situada en el suroeste de Sri Lanka, Galle está a unos 120 kilómetros de Colombo. Se trata de una preciosa ciudad de unos 100.000 habitantes que ha conservado las huellas de un pasado colonial y que se ha convertido en parada obligatoria en cualquier viaje de turismo por el país. Tanto su urbanismo como su arquitectura evocan las ciudades de Europa, aunque en este caso se añaden toques exóticos y singulares. Algunos historiadores dicen que Galle era el puerto de la antigua ciudad de Tarsis, donde el rey Salomón consiguió gemas, marfil y especias según relata la Biblia. Pero leyendas aparte, hay que decir que se sabe muy poco del pasado anterior a la llegada de los europeos, ya que no hay documentos escritos.
Hay quien dice que el nombre de Galle procede de los sonidos de un gallo (galo en portugués), si bien lo más probable es que sea una derivación de ‘Gala’, un nombre que en la lengua nativa aludía a las rocas.
Historia de la localidad
Al parecer, una expedición portuguesa se desvió a comienzos del siglo XVI, a causa de una tormenta, de su camino hacia Mauricio y se refugió en Galle. Aquí se formó un pequeño asentamiento desde el que comerciaban con los monarcas cingaleses. Y en uno de los periodos más tensos, los portugueses fortificaron la península. Era el año 1589 y le dieron el nombre de Santa Cruz. Después, la ciudad fue conquistada por los holandeses (1640), que reforzaron las murallas con baluartes y un perímetro más robusto. Durante dos siglos, Galle fue el principal puerto de Sri Lanka y aquí hacían escala los barcos que viajaban de Asia a Europa. Sin embargo, esto cambió con la llegada de los ingleses en 1796, que apostaron por Colombo, donde construyeron un puerto para barcos con mayor calado y envergadura.

Qué podrás ver en Galle
¿Qué ver en Galle (Sri Lanka)? Además de las magníficas murallas de Fort, hay muchos atractivos para el visitante. Es necesario darse un paseo detenido por las calles de esta ciudad colonial, donde el patrimonio cultural sale al encuentro del viajero. Porque en este recorrido, descubrirá edificios y mansiones coloniales, restaurantes, tiendas de artesanía, iglesias, mezquitas, templos budistas y parques. No hay que olvidar que Galle fue designada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1988.
Es imprescindible visitar Galle Fort, nombre con el que se conoce la fortaleza que rodea Galle y que alberga varios monumentos y edificios coloniales, porque aquí descubriremos estrechas y bulliciosas callejuelas en un bonito entorno tropical. Las principales calles que conviene recorrer son Leyn Baan Street, donde antiguamente se hilaba la cuerda de coco; Lighthouse Street, Pedlar Street, Chando Street, Church Street y Parawa Street.
También merece la pena subirse a las murallas Fort Walk desde la Torre del Reloj hasta la Gran Puert. Desde aquí se puede llegar al faro de Galle, antes de alcanzar la Mezquita Meeran, Flag Rock y Triton Bastion, y finalizar el recorrido en Star Bastion, con vistas a la costa norte.
Conviene detenerse en la Torre del Reloj, que fue construida en 1883 mediante colecta popular en reconocimiento al Dr. P. D. Anthonisz por su labor como médico en el Hospital Militar de Galle y por su oposición a demoler las murallas del fuerte holandés del siglo XVII.

¿Qué tal un museo en Galle, Sri Lanka, que ver? Aquí se encuentran la Mansión Histórica, que cuenta con una colección privada que da fe de cómo era la vida más opulenta de los colonos. El acceso, además, es gratuito. Otro museo interesante es el Nacional de Arqueología Marítima, centrado en la historia marina de Galle y Sri Lanka, con objetos rescatados de naufragios y barcos hundidos. También merece la pena el Museo Nacional de Galle, que brinda un recorrido histórico de los colonizadores lusos, holandeses y británicos a través de objetos con los que se comerciaba, como conchas de tortuga, tejidos de encaje o máscaras de madera tallada.
Playas cercanas a Galle
En los alrededores de Galle hay playas exóticas y muy atractivas para pasar un agradable día de sol. Las más célebres son las de Unawatuna, Welligama o Mirissa. En Unawatuna, puedes aprovechar para dar un paseo por la selva, subir en bote de alquiler o ver la Pagoda de la Paz, construida con el deseo de establecer la paz durante la guerra civil. Desde Mirissa, parten muchas excursiones para ver ballenas.

Qué ver en los alrededores de Galle
A las afueras de Galle, hay diferentes mercados que conviene visitar para descubrir la auténtica vida local. Uno es el Raigama Wella – Fish Market, donde los pescadores venden sus capturas. Otro es el Old Dutch Market, donde podrás adquirir especias y curry, ya que aquí estos productos son mucho más baratos que en las boutiques de moda. Si buscas naturaleza, adéntrate en el bosque de Kanneliya, donde podrás bañarte en pozas y ver la catarata de Anagimale. O visita el centro de incubación de tortugas marinas Mahamodara, cuyo objetivo es incubar y después liberar las tortugas en el océano.