A Lopburi se la conoce como “la ciudad de los monos”, por la gran cantidad de ejemplares de ese tipo de animales que habitan, literalmente, en cada rincón de la la misma. Pero estos simpáticos (y a ratos insistentes) animales no deberían despistar del hecho de que ésta es una de la principales localidades históricas de Tailandia, con un pasado muy relevante y, por tanto, también con una gran riqueza patrimonial.
A continuación detallamos los principales monumentos, restos arqueológicos y acontecimientos que hacen de Lopburi una más que recomendable excursión de día desde Bangkok, incluso combinándola con la visita a la no tan lejana ciudad histórica de Ayyuthaya (vincular a URL correspondiente).
Contexto histórico y natural
La historia de Lopburi (Tailandia) como gran ciudad comenzó entre los siglos VI y XI, durante el Reino Dvaravati, cuando la influencia india era muy poderosa. Sin embargo, los historiadores insisten en que los primeros pobladores fueron los Lawa, un grupo étnico al que puede deberse su anterior nombre, La-Wo. Fue alrededor del siglo X cuando la ciudad pasó a manos de los jemeres y se convirtió en una de sus capitales periféricas. El budismo Mahayana Khmer también dejó su sello en la arquitectura de la ciudad, imprimiendo un estilo que hoy es conocido como ‘estilo Lopburi’. En la ciudad, se pueden ver restos con motivos arquitectónicos Khmer-hindúes, como el Santuario de Shiva (Prang Khaek), San Phra Kan, Phra Prang San Yot y Wat Phra Si Maha Tat.
A finales del siglo XIII, los tailandeses lucharon contra los jemeres y declararon su independencia. Desde entonces, Lopburi ha sido gobernada por reyes tailandeses. En 1664, el rey Narai convirtió a Lopburi en la segunda capital, con la ayuda de arquitectos fanceses. Por eso, el estilo arquitectónico de Lopburi durante el reinado de Narai fue mitad tailandés mitad occidental. Y esto se aprecia muy bien en su Palacio Real y en la Real Casa de Recepciones.
Los visitantes que llegan a Lopburi en tren son los primeros en descubrir unas ruinas del siglo XI habitadas por monos, las de Wat Phra Sri Ratana Maha Tat, que son los restos de una serie de templos jemeres y que están muy cerca de la estación de ferrocarril. El templo cuenta con varios prangs importantes de los siglos X y XI y que hablan de la influencia de los jemeres de Angkor en la zona. Pero siguen siendo son los monos el gran atractivo de estas ruinas históricas de Lopburi, ya que suelen habitar fundamentalmente en esta zona, donde se les rinde homenaje cada año con una gran fiesta popular. No hay que preocuparse si lo que deseas ver son monos, porque estos divertidos macacos te van a acompañar durante toda tu visita a los diferentes atractivos culturales de Lopburi.
Te decimos, a continuación, qué ver en Lopburi:
Wat Phra Prang Sam Yot, exponente del dominio jemer
Es, sin duda, el gran símbolo monumental de Lopburi, con permiso del Wat Phra Sri Mahathat, del que hablamos más tarde. Se trata de un templo construido durante la época del dominio jemer, allá por el siglo XII, con muchas similitudes en cuanto a su estructura y estética con la camboyana ciudad histórica de Angkor Bat, bajo cuyo dominio estuvo durante cientos de años.
La visita al templo resulta de lo más instructiva respecto al estilo jemer (o khmer), del que es un buen exponente, y también de la historia misma de Tailandia. Respecto a su estructura, está conformado por tres características torres con el estilo característico de aquel antiguo imperio, la del medio de mayor altura que las que la flanquean, que representan a las deidades hindúes Brahma, Visnú y Shiva.
Pero la mayor parte de los visitantes con lo que se quedan es con la presencia de los monos que habitan en este lugar y que suelen “asaltarlos” en búsqueda de comida, botellas de agua o, simplemente, diversión.
Respecto a esto, lo importante es entender que se trata de animales no domesticados pero que, pese a todo, suelen comportarse de una forma pacífica mientras que no se sientan amenazados. Por tanto, es recomendable comportarse de la forma más natural posible y no mostrar ante ellos una actitud agresiva ni especialmente nerviosa.

Wat Nakhon Kosa, un mosaico de culturas y religiones
Este templo de Lopburi, por el que el paso del tiempo se ha mostrado implacable, con un evidente deterioro de su estructura, es otro de los ejemplos del paso del imperio jemer por esta parte de Tailandia. En principio construido para el culto hinduista, fue transformado en un templo budista en el periodo de esplendor de Ayutthaya. Más tarde se colocaron imágenes de Buda de cemento de estilo U-Thong sobre los prangs (agujas de las torres).
Hoy lo que se puede observar de lo que fueron sus esplendorosas salas son algunas estructuras en ladrillo y piedra. El templo está situado al norte de la estación de tren de Lop Buri, cerca del santuario Phra Kan, del que hablamos también en este tema.

El Festival de los Monos, homenaje a los auténticos reyes de Lopburi
Que los monos son los auténticos reyes de Lopburi nadie puede dudarlo. Estos animales, divididos en dos grandes colonias por el trazado del tren, campan a sus anchas en cualquier lugar de esta ciudad y forman parte de la vida cotidiana de la misma como unos vecinos más.
Pero es que, además, durante la última semana de noviembre tiene lugar una gran celebración en su honor: durante esos días los monos de Lopburi reciben de sus habitantes (y también de muchos de sus visitantes) ofrendas en forma de frutas y otros irresistibles alimentos.
El resultado es que durante esas jornadas Lopburi se convierte en un divertido caos, pues los monos, ya bastante descarados el resto del año, toman calles, casas, monumentos y cualquier infraestructura urbana, sabedores de que nada ni nadie puede amenazarlos.
Aunque la celebración actual tenga su origen en el año 1989, lo cierto es que hunde sus orígenes en la veneración que sentían hacia estos animales los antiguos pobladores jemeres de Lopburi.

Wat Phra Sri Mahathat, el gran complejo real de Lopburi
Pese la nomenclatura de wat (templo), el complejo de construcciones de Phra Sri Mahathat fue el antiguo Palacio Real de Lopburi. En él hay también varios prangs (santuarios), todos ellos construidos en estilo jemer.
Tan llamativas como estas construcciones son las imágenes de Buda añadidas por el rey Narai El Grande, en el siglo XVII. Y precisamente, como en el caso del Wat Nakhon Kosa es la pervivencia de simbologías hinduistas y budistas en un mismo lugar una de su particularidades más llamativas.
Una curiosidad: el edificio de acceso a este complejo palaciego, del que hoy se puede adivinar su estructura gracias a las columnas que quedan en pie, era una gran sala que el rey utilizaba simplemente como vestidor antes de sus audiencias y recepciones públicas.

San Phra Kan, un dorado hogar para Visnú
Situado junto a Wat Phra Prang Sam Yot, se trata de un templo bhramanista de dimensiones algo más reducidas que la mayor parte de las construcciones históricas de Lopburi. Se levantó en dos periodos diferentes: la primera (la plataforma sobre el terreno) durante el periodo de dominación jemer y la segunda (el templo como tal) a mediados de los años 50 del siglo XX.
Esta última construcción alberga el más valioso objeto de culto de este santuario: una imagen de Visnú con cuatro brazos y cabeza de Buda. El interior de este templo está completamente recubierto de pan de oro, ofrenda de los muchos fieles que lo visitan cada año.
Es importante saber que este es uno de los principales puntos de concentración de monos en Lopburi y también que el santuario se puede visitar, de forma gratuita, en cualquier momento del día y de la noche.