La danza de los derviches es una de las tradiciones más llamativas y curiosas que puedes ver en Estambul. Aunque no se trata de un espectáculo turístico, sino más bien de una ceremonia religiosa, te recomendamos que acudas a verlo durante tu visita, ya que es impresionante como giran sin cesar en perfecta coordinación.
Qué son los derviches y cómo surgieron estas hermandades
Los derviches son sufistas islámicos que se agrupan en tariqas o hermandades. Siguen una corriente espiritual mística surgida en Persia en la que sus miembros mantienen una actitud ascética, es decir, indiferente hacia los bienes materiales. Durante siglos, varias tariqas se han formado y disuelto, aunque la primera de la que se tiene constancia, la Qadiriyya, fue creada en 1166. Cada hermandad tiene sus trajes y rituales característicos. Sin embargo, destacan por encima de las demás los Mevleví, también conocidos como Derviches Giróvagos. Éstos buscan un estado de hipnotismo mediante danzas giratorias para alcanzar el éxtasis religioso.
El nombre de la orden proviene de Mevlana, que significa “nuestro señor” en árabe. Así es como llamaban sus seguidores al poeta persa y maestro Rumi, que inventó la danza espiritual de los derviches. Este creía que el uso de la música, la danza y la poesía era el medio para alcanzar a su dios.
Sin embargo, durante 30 años del siglo XX, tanto la danza como la orden de los derviches fue prohibida. El gobierno pretendía acabar con su carácter religioso y enfocarlo únicamente como una danza con fines turísticos. Sin embargo, los tariqs siguieron danzando de forma clandestina hasta que en 1953 se levantó la prohibición.
En qué consiste la ceremonia de los derviches
La ceremonia, conocida como Sema, es una danza-meditación acompañada por música de flauta, tambores y otros instrumentos tradicionales, como el saz o el kamanché. En ella los derviches giran sobre sí mismos, con los brazos extendidos, simbolizando la ascensión hacia la verdad y la perfección, abandonando el ego y volviendo con mayor madurez. Representa un viaje místico de desarrollo espiritual en el que cada movimiento simboliza algo y nada queda al azar. Por ejemplo, la mano derecha se extiende hacia arriba con la palma apuntando hacia el infinito, mientras que la mano izquierda apunta al suelo. Esto quiere decir que el danzante es un mediador entre el cielo y la tierra. Además, el girador debe permanecer con los ojos abiertos sin mirar a ningún punto fijo para que las imágenes que perciba sean borrosas.
Antiguamente recibían, durante 1.001 días, enseñanzas de ética, música, poesía, danza y creencias a partir del rezo recluidos en casa.
El ritual cuenta con 7 actos. Comienza con unas oraciones por Mevlana y todos los presentes visten túnicas negras. Después comienzan a sonar los instrumentos del mutrip (grupo de músicos). Cuando los derviches se levantan y se despojan de las capas negras empiezan a danzar con movimientos suaves. Debajo del negro visten una túnica blanca, que representa la pureza y la muerte del ego. Cada vez giran con mayor rapidez y precisión, y no solo sobre ellos mismos, sino también alrededor de la sala. Esto viene a representar el movimiento del universo, y de los planetas alrededor del sol. Mientras tanto, el líder de la orden camina con total calma y armonía entre los giradores, con los rezos de fondo. Una vez los derviches cierran los ojos y alcanzan el éxtasis, comienzan a aminorar el ritmo hasta finalmente colocarse la túnica negra de nuevo. No se trata de un espectáculo, sino de una ceremonia religiosa, por lo que al final del ritual no hay aplausos.
Lugares donde ver la danza de los derviches en Estambul
Esta tradición religiosa con siglos de historia es, sin duda, una de las ceremonias que más llama la atención a los turistas en Estambul. Si tienes pensado visitar la ciudad reserva algún día para ver la Sema. Aunque los derviches giróvagos son originarios de Konya, a unas 8 horas en coche desde Estambul, en la antigua capital del imperio bizantino también hay lugares donde podrás presenciar esta danza mística.
- Monasterio Mevlevi:
Cerca de la Torre de Gálata, se encuentra este museo cuyo acceso pasa desapercibido. El edificio data de 1491 y fue una de la sedes mevlevíes más importantes de la ciudad. Los derviches no viven encerrados en su hermandad sino que las ceremonias siguen teniendo lugar en el museo de forma puntual. En concreto, en el Semahane, un espacio octogonal arropado por balconadas y numerosas columnas donde los derviches giran sin descanso al ritmo de la música. La ceremonia tiene lugar todos los domingos a las 17:00 horas (hay que pagar una pequeña cantidad).
- Hodjpasha:
Este centro cultural está enfocado al turismo. El espectáculo tiene lugar en un antiguo y hermoso hamman, ubicado en la zona de Sirkeci, todo los días (excepto lunes y viernes) a las 19:00 horas. Cuenta con una proyección multimedia y es un poco más caro que el anterior. Es imprescindible reservar para poder entrar. También se organizan otro tipo de espectáculos de danzas tradicionales.
- Estación de tren Sirkeci:
Cerca del Bazar de las Especias, se encuentra la mítica estación donde llegaba el Orient Express, ese tren lujoso que inspiró la novela de Agatha Christie y que recorría toda Europa desde París hasta Estambul. Dentro del edificio, tiene lugar cada día a las 19:30 horas una Sema.