Carnaval de San José: Costa Rica, turismo en la fiesta de la alegría

Desfiles de caballos y una ciudad entera vestida de fiesta, con vecinos disfrazados como vaqueros, espectáculos de rodeo, trajes exóticos al ritmo de las comparsas y bailes en plena calle que se alargan hasta la madrugada en el Carnaval de San José en Costa Rica. Durante la Navidad, la capital costarricense recupera un año más los festejos en recuerdo de su tradición agrícola y reúne en las calles del centro y en el Parque Central a locales y visitantes con ganas de despedir el año y recibir el próximo como se merece. El día más importante de los carnavales es el 27 de diciembre, cuando el mediodía de estas vistosas fiestas.

Desde la llegada del Festival de la Luz en 1996, este icónico Carnaval había quedado relegado a un segundo plano, hasta que en 2006 el bajo nivel artístico que ofrecía hizo recomendable no celebrarlo y centrar los esfuerzos en el Festival de mediados de diciembre. Sin embargo, en 2016, la Comisión de Fiestas de San José se propuso revitalizar esta arraigada fiesta que tanto tiene que ver con la identidad de la ciudad.

En esta edición, el Carnaval de San José traerá algunos cambios que lo diferencien de los anteriores y aporten ese toque especial que los ticos gustan de dar a todo lo que hacen; por ejemplo, solo habrá grupos de comparsas, carros antiguos y disfraces exóticos. La idea es diferenciar el contenido de esta cita de lo que el viajero puede encontrar en el Festival de la Luz al visitar Costa Rica, centrado en los desfiles de carrozas y las bandas de música local que amenizan la jornada.

El desfile saldrá del Teatro Nacional –en la Avenida Segunda– con dirección al Centro Colón –en el paseo Colón–y contará con el broche de oro de un concierto con artistas nacionales: el grupo Marfil y Huey Dunbar, ex vocalista del grupo DLG, como invitado especial. Este año, se espera la participación de la Comparsa Los Brasileiros, tras años de ausencia. Los festejos contarán este año con 120 coches antiguos, 200 motocicletas, 100 payasos, 120 mascaradas, 4 cimarronas y 12 comparsas de diferentes partes del país.

Nunca has vivido una Navidad en Costa Rica como la que te espera en San José, entre música caribeña, un clima que invita a tostarse al sol y la sucesión de gentes y cantos que recorren desde el Paseo Colón hasta la Avenida Segunda. Una forma maravillosa de conocer la capital en estas fiestas decembrinas, arropado por las comparsas que cruzan frente a los monumentos y plazas más emblemáticos. Se trata de un evento inseparable de las fiestas navideñas, al que acuden gentes de todo el país y viajeros de todo el mundo, encandilados por los ritmos, los deliciosos puestos ambulantes de comida, las refrescantes bebidas y el espíritu tico que reina en este carnaval. Los bosques, volcanes y playas de Costa Rica pueden esperar : en estas fechas es prioritario pasar unos días disfrutando del ambiente festivo del Carnaval de San José.

Pero como no solo de celebraciones vive el hombre, la capital ofrece planes culturales a la altura de cualquier gran metrópoli, pero con el ritmo de vida relajado que caracteriza los países del Caribe. Todos los sábados, la ciudad amanece con un despliegue de tenderetes en el Barrio de Aranjuez, donde desde hace unos años organizan la Feria Verde de San José, el epicentro ecológico de la ciudad que promueve una vida sostenible. En el mercado se pueden comprar alimentos orgánicos como miel, aceites, pan, bollería y repostería vegana, frutas, verduras, y helados artesanales. Es la oportunidad perfecta para disfrutar de un desayuno saludable, acompañado de un buen café servido en taza de cerámica, como marca la costumbre.

Si lo que se quieres es disfrutar de una visión de primera mano de los entresijos de la ciudad, nada como hacerlo de la mano de quienes la conocen bien: Chepecletas. Todos los sábados, este colectivo planifica recorridos guiados en bicicleta que muestran otras caras de la ciudad e incluso bajo distintas temáticas y para todos los públicos. A medida que avanza la mañana, ya sea a pie o provisto de una bici, el viajero va dándose cuenta de que las plazas, jardines y parques de San José se llenan de gente joven y familias que buscan disfrutar de tiempo juntos.

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Hay multitud de propuestas originales que recorren la semana, desde bailar swing criollo hasta hacer yoga, pasando por escuchar música clásica en directo, leer sobre el césped del Parque de España o Parque Morazán, jugar a juegos de mesa en algún coqueto bar, o ver alguna de las actuaciones que se organizan en el Centro Nacional de Cultura. Además, dado que Costa Rica es uno de los productores mundiales más importantes de café, en locales como El Café Rojo, en el Barrio de Amón, es posible disfrutar de una deliciosa taza en una de las pocas casas antiguas de madera que resiste al empuje de la modernidad, y donde además se puede comer en un ambiente relajado de diseño y con buena música. Otras paradas de café muy recomendables son la Cafeoteca, el Viva Café, o Ca-fe-te-ría.

¿No sabes qué ver en Costa Rica? Muy cerca del barrio de Amón no dejes de ver uno de esos espacios que todo lector querría visitar y que cualquier instagramer retrataría al instante. Se trata de la pequeña librería Libros Duluoz, un rinconcito encantador y con gran variedad de poesía y escritores alternativos. Aquí comprar un libro es un acierto seguro, solo tienen lo mejorcito de las letras en Costa Rica. Pero si estabas pensando en otro tipo de recuerdo que llevar contigo a casa o regalar estas Navidades, entonces la siguiente parada obligatoria te espera en la Tienda eÑe, que ocupa uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Edificio Jiménez. No esperes encontrar postales, ni el típico tucán de madera, pero sí objetos de decoración, artículos de papelería, ropa y complementos de más de setenta artistas costarricenses de todas las disciplinas.

El fin del día trae consigo otra actividad que los vecinos de San José disfrutan a menudo: ver una película en uno de los cómodos butacones del Cine Magaly, reabierto en el año 2012 y convertido hoy en toda una institución del lujo en la capital. No en vano, su arquitectura es sorprendente, y acoge una oferta cultural y cinéfila en la que conviven festivales de cine alternativo, proyecciones selectas y, desde hace poco, un cineclub. Su cartelera no defraudará a ningún cinéfilo. Después del cine, si el cuerpo te pide una cerveza para comentar la película, no dudes en visitar el Stiefel Pub, donde te espera la mejor oferta de cerveza artesanal de Costa Rica junto a una selección de música nacional.

Muchos son los planes que convierten San José en un destino vibrante donde merece la pena pasar varios días. Te enamorarán sus rincones con encanto, el buen tiempo para pasear hasta el anochecer y la cantidad de planes con que podrás disfrutar cada minuto del día. Porque hacer turismo en Costa Rica es mucho más que playa, y San José te lo pone muy fácil para disfrutar de una Navidad como nunca antes.

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