La Casa Vicens, visita la primera casa de Gaudí en Barcelona

La ruta modernista de Gaudí en Barcelona suma un gran monumento, la Casa Vicens, que abre al público. Visita esta joya de la arquitectura y del modernismo.

Casa Vicens de Gaudí, apertura al público
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Este 16 de noviembre abre al público la Casa Vicens, la primera que construyó el maestro del modernismo catalán Antoni Gaudí. Por ello, qué mejor excusa que esta para recorrer Barcelona siguiendo el rastro de sus mejores obras.

Abre al público por primera vez la Casa Vicens de Gaudí

En 1883, Gracia aún no era un barrio de Barcelona sino un municipio independiente y Antoni Gaudí tenía 31 años. Ya licenciado, había recibido algunos encargos, como las farolas de la Plaza Real de Barcelona o la Cooperativa obrera Mataronense pero ese año se comenzaría a construir su primer encargo de importancia: la segunda residencia de la familia Vicens. Hoy, la Casa Vicens en Barcelona es Patrimonio de la Humanidad y, por primera vez desde su construcción, este 16 de noviembre, abre sus puertas al público.

Casa Vicens

Considerada la obra manifiesto de Gaudí, destaca su fachada recubierta de azulejos con flores de clavel de moro, la misma flor que el arquitecto se encontró en el solar de la casa y que también está representada, junto con la hoja de palmito, en la reja de hierro fundido que rodea la vivienda. Con cuatro niveles,  dos de ellos están dedicados a vivienda, uno subterráneo para la bodega y una buhardilla, la casa Vicens es una explosión de influencias que van desde el arte mudéjar hasta el oriental pasando por el persa o el bizantino. La ornamentación interior tiene unas abundantes policromías y se funde con el jardín y la naturaleza colindante. Gaudí aún no es Gaudí y aquí puede verse su evolución posterior.

Y la mejor forma para seguir los pasos del genio del modernismo catalán es hacer una ruta por la ciudad en la que dejó su impronta: Recorremos la Barcelona modernista de Gaudí.

MODERNISMO EN BARCELONA A TRAVÉS DE LA RUTA GAUDÍ

El monumento más popular de Barcelona: Sagrada Familia

Fue uno de los primeros proyectos de Gaudí y a día de hoy, más de 130 años después, continúa inacabada. Cuando Gaudí recibió el encargo, la basílica ya había comenzado a construirse pero el arquitecto al cargo – Francisco de Paula del Villar y Lozano- abandonó el proyecto. Como el joven Gaudí había sido ayudante de Villar, el encargo recayó sobre él y, nada más llegar a sus manos, decidió modificarlo por completo. Gaudí dedicó sus 43 años de vida restante –los últimos 15 en exclusiva – a esta obra pero solo pudo ver levantada una de las 18 torres que tendrá el templo.

Qué ver en Barcelona

A 15 minutos de la playa de Nova Mar Bella, se encuentra La Sagrada Familia que es, junto con el museo del Prado y la Alhambra de Granada, uno de los monumentos más visitados de España. Cuenta con tres fachadas, cada una representa un momento de la vida de Jesús: Su nacimiento; su pasión muerte y resurrección; y su gloria presente y futura.  Sus torres cónicas, su elaborada ornamentación y sus inmensos pórticos son seña de identidad, no solo de Gaudí, sino de Barcelona ya que se trata sin duda de su obra más icónica.

Ruta modernista al aire libre: Park Güell, etapa naturalista de Gaudí

Es otro de los emblemas de la ciudad de Barcelona y uno de sus lugares más visitados. Se encuentra en la parte superior de la ciudad, en el Monte Carmelo, a 20 minutos de la estación de Sants, centro neurálgico de la ciudad. El parque deja patente una de las obsesiones de Gaudí, la fusión entre la naturaleza y la arquitectura, y corresponde a su etapa naturalista por lo que abundan los motivos animales como las serpientes de las fuentes o la salamandra de cerámica de colores que recibe a los visitantes a la entrada del recinto.

Parque Güell en Barcelona

Es indispensable pasear –y esconderse-  entre las 86 columnas inclinadas de 6 metros de alto que componen la sala hipóstila y que soportan la plaza superior con su característico banco ondulado. Y si eres de los que no quieres perderte ni un detalle, puedes subir a El Calvario, el detalle religioso que Gaudí dejó en este parque, debido a su gran devoción.

Casa Calvet: otro imprescindible de la arquitectura de Gaudí

En pleno Ensanche, a 15 minutos de las céntricas Ramblas y del barrio del Raval, se encuentra el triángulo formado por la Casa Batlló, la Milà y la Calvet, la más conservadora de las tres. Aunque un simple vistazo a la fachada de esta casa ya denota quien fue la mano ejecutora que la llevó a cabo. Se recogen las formas características de Gaudí, aunque al ser una de sus primeras obras aún se perciben tímidamente, sus materiales habituales –el hierro forjado, el ladrillo y la piedra de Montjuic- y su ornamentación inspirada en la naturaleza.

La importancia de la Casa Calvet es precisamente el salto que da Gaudí entre el empleo de estilos como el mudéjar, el románico o el gótico, tan presente en sus obras anteriores como por ejemplo la Casa Vicens, y su estilo personal de marcada inspiración en la naturaleza y que daría como fruto obras como la casa Milà o la casa Batlló.

Casa Batlló, una evocación al dragón de la leyenda de San Jordi, patrón de Cataluña

Casa Batlló

La casa Batlló se levanta en el número 43 del paseo de Gracia y, es imposible no perderse en las sinuosas formas y los alegres colores de su fachada principal. En ella, destaca la tribuna del piso principal en la que, de nuevo, busca la inspiración de la naturaleza; las ocho columnas tienen forma ósea con representaciones vegetales y el colorido lo ponen las vidrieras policromadas. En la azotea, se encuentra la bóveda formada por una piel escamada de cerámica, recordando el cuerpo de un dragón y una cruz de cuatro brazos en la parte central del terrado.  La evocación a la leyenda de San Jordi –patrón de Cataluña- y el dragón es inevitable.

La Pedrera o Casa Milà, todo un símbolo de la arquitectura de Barcelona

Tras ver lo que Gaudí había hecho con la casa Batlló, el matrimonio formado por Pere Milà i Camps, importante empresario textil, y su mujer Roser Segimon i Artells decidió elegir al arquitecto para levantar su casa, la que sería la última obra civil de Gaudí.  En realidad se trata de dos edificios, de seis plantas con dos patios interiores, comunicados por la planta baja. Debido a su rugoso aspecto exterior, que ofrece diferente tonalidades de blanco según incida la luz sobre la fachada, se la conoce habitualmente como la Pedrera.

La Pedrera o Casa Milà

Aunque sin duda, el protagonismo para quienes la visitan se lo lleva la azotea donde las chimeneas y las torres de ventilación tienen curiosas formas lo que provoca la sensación de estar ante un jardín de esculturas en pleno cielo de Barcelona. Algunas de las más características son las que simulan ser cascos que, más tarde, sirvieron de inspiración para los cascos de los soldados imperiales de la saga de la Guerra de las Galaxias.

Desde este punto privilegiado de la Ciudad Condal puede apreciarse una preciosa vista, no solo de gran parte de Barcelona sino también de las inacabadas torres de la Sagrada Familia. 

Y como curiosidad final, aunque no se trata de una obra de Gaudí, debido a su fama, el pintor Joan Limona escogió la fisionomía del arquitecto para representar a San Felipe Neri en las pinturas de la iglesia barcelonesa de San Felipe Neri. Para que no solo pasasen a la historia las obras de Gaudí, sino también su rostro.


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