Turismo en Casablanca: disfruta como un local

Casablanca es la capital económica de Marruecos. Una metrópoli activa y bulliciosa en la que se mezclan culturas en cada rincón creando un contraste muy interesante. Además de ser el centro económico e industrial, viajar a Casablanca de turismo merece mucho la pena por sus importantes enclaves artísticos y culturales. Vamos a ver los más importantes:

Uno de los edificios más impresionantes de Casablanca. Construida en 1993, es una de las mezquitas más grandes del mundo con un minarete que alcanza los 210 metros de altura. Este imponente edificio se alza sobre el agua en una península artificial haciendo que sea posible rezar mirando al mar. Si el exterior quita el aliento por su gran belleza, en tu visita de turismo a Casablanca no puedes perderte el interior. Mosaicos de mármol, techos de madera tallada, fuentes, grandes puertas decoradas y lámparas de cristal de Murano. Una mezquita de belleza impresionante que, además, permite la visita a turistas. Eso sí, sólo con visita guiada. Evita los viernes ya que se trata del día sagrado para el islam y se encuentra cerrada para el turismo.

Aunque no es tan grande como las de Fez o Marrakech, se trata de una parte de la ciudad con mucho encanto que merece la pena visitar. Las pequeñas callejuelas de la medina están salpicadas de talleres, pequeñas tiendas y vendedores ambulantes. Un lugar lleno de vida en el que encontrarás todo lo que puedas imaginar.

Desde la Medina puedes ver esta torre construida en 1911 con el objetivo de acostumbrar a los habitantes de Casablanca a tener un ritmo de vida ordenado para el trabajo. Aunque se derribó en 1948, la torre se reconstruyó en 1993 en el mismo lugar. Junto a ella está la Plaza de las Naciones Unidas, un enclave muy caótico y concurrido en el que sentir el ambiente de la ciudad.

En tu visita de turismo a Casablanca no puedes dejar de visitar la plaza más bonita de la ciudad. Se trata de una gran plaza en el centro de la ciudad rodeada de edificios de estilo art decó y mudéjar como el Gran Teatro de Casablanca, que se encuentra a uno de los lados de la plaza, el Palacio de Justicia o el Ayuntamiento.

Si has llegado a Casablanca tras enamorarte de la película de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman seguro que este es uno de los enclaves que quieres visitar sí o sí. La realidad es que el famoso Ricks’s Café de la película no existió, ya que el filme fue rodado en unos estudios de Hollywood, pero dada la gran cantidad de turistas que lo buscaban durante su viaje de turismo en Casablanca, se ha recreado una copia exacta. El Rick’s Café se encuentra en una antigua mansión colonial y cuida cada detalle para que los visitantes sientan que forman parte de la película.

Pasea por la extensa franja costera que se extiende durante casi 3 kilómetros desde la mezquita de Hassan II al distrito de Ain Diab disfrutando de la refrescante brisa marina. Un lugar en el que contemplar el océano Atlántico y conocer la vida nocturna de Casablanca. En La Corniche también podrás relajarte en la playa o disfrutar de la comida en uno de los múltiples restaurantes de la zona.

Para los amantes del arte esta es una visita obligada. Situado en el boulevard d’Anfa, este museo cuenta con una amplia colección de arte moderno y contemporáneo tanto de artistas marroquíes como internacionales.

Conoce el pasado francés de Casablanca acercándote hasta esta monumental catedral católica ubicada en el centro de la ciudad. Todo un contraste con el resto de la ciudad ya que se trata de un claro ejemplo de la arquitectura neogótica francesa. Diseñada por el artista Gabriel Loire, ya no funciona como iglesia, pero sí como centro cultural.

El auténtico pulmón verde de Casablanca. Este parque de más de 30 hectáreas cuenta con fuentes, estanques, palmeras y hasta un pequeño zoológico y un parque de atracciones. Un espacio tranquilo en el que huir del ajetreado ambiente de la ciudad.

Otro vestigio del paso de los franceses es este pintoresco barrio construido siguiendo el estilo francés pero respetando al mismo tiempo las tradiciones del país. En él encontrarás calles de casas blancas, tiendas de artesanía y teterías en las que disfrutar de un buen té con un dulce típico marroquí.

Aunque no está abierto al público, en tu visita por el Quartier Habous te recomendamos acercarte para contemplar su impresionante arquitectura. Este palacio fue construido por los franceses en los años 20 y se trata de la residencia oficial del rey de Marruecos cuando visita Casablanca.

Un hotel perfecto desde el que conocer Casablanca y hacer turismo es el Barceló Casablanca, situado en el céntrico Boulevard d’Anfa. Este alojamiento ofrece habitaciones con vistas a la Mezquita de Hassan II y se encuentra en un enclave perfecto para visitar el casco antiguo, el museo de Arte Moderno y Contemporáneo y pasear por el gran mercado llenando los sentidos con el olor de las especias y los diferentes sabores.

En el restaurante podrás degustar toda la esencia de Marruecos gracias a su selecta gastronomía tradicional marroquí y terminar con la mejor carta de tés de la zona. Unas instalaciones acogedoras perfectas tanto si viajas por turismo como si lo haces por trabajo.

Es imposible viajar a Casablanca y a Marruecos por turismo sin volver con la maleta llena. Este país tiene una rica tradición artesanal y tantos zocos y mercados que siempre encontrarás algo que te llame la atención.

Si quieres saber qué comprar en Casablanca aquí tienes una lista con algunas opciones:

En este barrio podrás encontrar tiendas de artesanía en las que comprar alfombras, artículos de cuero, joyas o piezas de cerámica. Además, también es un buen lugar para comprar productos de belleza, aceite de argán o dátiles.

Se trata del centro comercial más grande de Marruecos y un lugar clave si piensas qué comprar en Casablanca. Entre sus tiendas hay marcas locales e internacionales y una interesante sección dedicada exclusivamente a la artesanía marroquí.

Un mercado muy popular en Casablanca en el que sentarse a probar la riqueza de la cocina local y comprar una amplia variedad de productos locales. Pasea por los diferentes puestos para descubrir los diferentes olores y sabores de la ciudad. Aquí lo mejor es aprovechar para comprar especias típicas de la cocina marroquí, como comino, curryo o pimentón. 

Si eres de los que quieren llevarse algo más que souvenirs, en esta cooperativa de artesanos además de vender productos de gran calidad también organizan talleres para crear tus propias piezas de artesanía marroquí.

En tu visita a Casablanca y Marruecos de turismo descubre el vibrante ritmo de una ciudad llena de historia, cultura y gastronomía.