Descubre la gastronomía y cocina dominicana en Santo Domingo

Localizada en la desembocadura del río Ozama y con el mar Caribe bañando sus costas, Santo Domingo está repleto de rincones exclusivos en los que sumergirse de lleno tanto en la historia de República Dominicana como en el sabor de platos dominicanos imperdibles. Desde el Barceló Santo Domingo te resultará muy fácil vivir ambas facetas, cerca del malecón y su ambiente pausado junto al mar y de todas las fortalezas y calles de encanto señorial que hacen esta capital única. Y a que los mejores souvenirs de vuelta de un viaje son las experiencias, aquí te proponemos un paseo por los sabores de la cocina dominicana que hacen de la gastronomía de Santo domingo una de las más apreciadas de Latinoamérica.

Antes de perderte por la Ciudad Colonial de Santo Domingo, la más antigua de América y catalogada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y comenzar la visita a todos los “primeros” monumentos del Nuevo Mundo, no dudes en tomar fuerzas con un buen desayuno buffet internacional –para viajar en un solo bocado por todo el mundo- como el que ofrece el Embajador, a Royal Hideaway Hotel en sus espectaculares salones. Si tienes prisa por lanzarte a las callejuelas de la zona colonial, también podrás reservarte para ponerle el broche al día en su restaurante gourmet El Jardín, una estupenda cena con la mejor gastronomía dominicana en uno de los ambientes más cautivadores de la ciudad.

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Resultado de una mezcla de sincretismo étnico-cultural indígena, español y africano, la cocina dominicana se nutre de un catálogo de platos típicos a los que han contribuido grupos de inmigrantes como los canarios, los negros esclavos traídos por los franceses en el siglo XVII, los cubanos y puertorriqueños, los japoneses y un largo etcétera.

La cocina dominicana es apasionante y sin embargo aún guarda muchos secretos por descubrir para la gran mayoría de los viajeros. De hecho, en las raíces taínas (pueblo originario de la isla) están la celebración y los banquetes donde comer, bailar y compartir alegría, por eso no sorprende que a día de hoy los dominicanos siempre encuentren una excusa para encender un “fogón” y arrancar un “cocinao”. La gastronomía dominicana es sencilla y compleja al mismo tiempo; no se complica en los ingredientes, pero todo tiene su secreto, su ciencia y su técnica. Toma nota.

Santo Domingo y el sur han sido siempre un imán para los inmigrantes y esto ha convertido la ciudad en epicentro de toda suerte de innovaciones culinarias e importaciones deliciosas, que luego se han extendido al resto del país. Al final del siglo diecinueve llegó al país una ola de inmigrantes del Oriente Medio que finalmente se asentaron en su mayoría en Santo Domingo y San Pedro de Macorís, trayendo con ellos muchos de sus platos nativos que pasaron a formar parte de la cocina dominicana.

Quipes y tipili: son los descendientes del kibbeh y del tabouleh libaneses, y consisten en empanadillas rellenas de carne y verduras y un bulgur especiado.

Tostones: son un complemento y guarnición fundamentales en la cocina dominicana. Los tostones, también llamados fritos, son trozos de platano "verde", fritos con un toque de sal, en algunos casos vinagre, y ajo. Crujientes y deliciosos acompañan siempre al Pica Pollo y a todos los grandes platos típicos.

Niños envueltos y arroz con fideos: son recetas que evolucionaron de los platos egipcios malfouf mahshi y ruz bil shereya, respectivamente. Se trata de “rollitos” de repollo rellenos de carne y arroz, y cocidos en abundante salsa de tomate.

Sancocho dominicano: quizás el plato más popular y representativo de la cocina dominicana. Este delicioso guiso se prepara para las grandes ocasiones, normalmente con carne de res. A simple vista parece un "cocido español" pero sus ingredientes - yuca, patata, ñame, yautía, platano, cilantro… - lo hacen mucho más exótico.

Pica Pollo: se trata de trozos de pollo fritos preparados con buena harina, al punto de fritura para dejarlos crujientes y con un toque del exquisito sabor del orégano dominicano. Podrás degustarlo en cualquier lugar y seguro que te encanta.

Bandera: este plato no falta en ninguna mesa dominicana. La bandera dominicana se compone de arroz blanco, habichuelas rojas y carne, todo mezclado en un mismo plato.

Locrio: es un clásico de la cocina criolla dominicana y lo más parecido a la “paella” que tienen en República Dominicana. El delicioso arroz se puede combinar con camarones, gambas, arenque, sardinas y bacalao, y también con un toque de aguacate. 

Moro de Guandules con Coco: una masa con el inconfundible sabor de la leche de coco y guandules (legumbres similares al guisante).

Yaniqueques: es como una torta de harina de trigo, cocinada con bicarbonato de soda, agua y sal. La palabra Yaniqueques procede de la anglosajona "Johnny Cakes", pastel de origen estadounidense y cuya receta llegó junto con los esclavos negros traídos de los Estados Unidos y las Antillas a la región de Samaná.

La lista podría continuar infinitamente, aunque como último apunte, no olvides probar platos como el chambre, chacá y chenchén, de notable influencia africana. El primero es un caldo de legumbres, arroz y distintos tubérculos. Los dos últimos son platos a base de maíz.

Si además de probar estas espectaculares recetas quieres salir del circuito gastronómico tradicional, visita una fábrica de puros o una destilería de ron de la zona, ambas actividades de auténtico sabor local. ¡Un viaje a República Dominicana para disfrutar con el paladar de principio a fin!