Las mejores tortillas de patatas de España para celebrar el Día de la Tortilla

El origen de la tortilla de patatas es un tema de debate. Aunque hay referencias a platos similares en documentos del siglo XVI, la versión más aceptada es la que sitúa su invención en Navarra, durante el siglo XIX. Se dice que fue el general Tomás de Zumalacárregui quien popularizó la receta como una solución rápida y nutritiva para alimentar a sus tropas en plena guerra carlista. Eso sí, si hay conoce una teoría diferente, ¡que no se ofenda! De hecho, hay quienes aseguran que el plato se originó en Extremadura en 1798, concretamente en la zona de Villanueva de la Serena. Con el tiempo, la tortilla de patatas ha evolucionado y hoy en día cada cocinero tiene su propia versión, desde la más clásica hasta aquellas con ingredientes añadidos como cebolla, chorizo o trufa. 

Elaborar una buena tortilla de patatas no es tan fácil como parece. Se necesitan ingredientes de calidad: huevos frescos, patatas bien seleccionadas y, según el gusto de cada uno, cebolla o no. Se fríen las patatas en abundante aceite de oliva, se mezclan con los huevos batidos y se cocina todo en una sartén hasta obtener la textura deseada. Y aunque preparar una en casa es todo un arte, hay bares y restaurantes en España que se han convertido en auténticos templos de este plato. Para celebrar el Día de la Tortilla, te llevamos de ruta por algunos de los locales donde se preparan las mejores tortillas de patatas del país.

Ubicado en el barrio de Lavapiés, La Falda se ha convertido en un referente para los amantes de la tortilla de patatas en Madrid. Su versión destaca por ser de las más jugosas de la capital, pero sin llegar a ser completamente líquida, logrando un equilibrio perfecto entre textura y sabor. Se elabora con huevos camperos y patatas gallegas y ha sido reconocida en varias ocasiones como una de las mejores de la capital y su demanda es tan alta que conviene llegar pronto para probarla recién hecha.

En pleno centro de Oviedo, El Tizón es un clásico que nunca falla. Su tortilla es una de las más premiadas de Asturias, gracias a su elaboración con patatas autóctonas y huevos ecológicos. La clave está en su cuajado intermedio, con un interior cremoso, pero sin desbordarse. Además, el toque final lo aporta un ligero dorado en la superficie, que le da un extra de sabor. Perfecta para acompañar con una sidra natural asturiana.

En el corazón del casco viejo de Pamplona se encuentra Iruñazarra, un bar que ha elevado la tortilla de patatas a otro nivel. Su versión es famosa por ser una tortilla cuajada, nada que ver con la clásica de Betanzos, por lo que si la prefieres jugosa y casi líquida, la del Iruñazarra no es para ti. Es uno de los pinchos más demandados en la ciudad y se sirve en pequeñas porciones, ideal para degustarla junto a otros clásicos del tapeo navarro.

Para los amantes de la tortilla poco hecha, La Ceba es el paraíso. Situado en el barrio de Gràcia de Barcelona, este restaurante ofrece una de las mejores tortillas de la zona. Su textura es extremadamente suave y su sabor intenso, gracias a la combinación de patatas confitadas y huevos de corral. Aunque el local no es especialmente atractivo, su tortilla a ha sido destacada en varias listas gastronómicas y es un must para cualquier foodie que visite la Ciudad Condal en el Día de la Tortilla. ¿Un plus? Los precios son populares.

La tortilla del bar Alhambra es, sin duda alguna, la más famosa de Valencia. Y tiene sentido. La de aquí pesa 4 kilos, es gruesa -15 cm de altura- y está elaborada con 32 huevos. Una tradición que los nuevos dueños han retomado siguiendo el legado de Benito Bazán, creador de este bar con tanta solera. Otro de sus fuertes es que tienen varios sabores, sumando un total de 14 tortillas diferentes, por lo que no será difícil encontrar una que se ajuste a tu paladar.

En Galicia tampoco faltan grandes tortillas, y San Amaro es la prueba de ello. Este restaurante de Vigo es conocido por su tortilla estilo tradicional, con un cuajado medio que deja el interior ligeramente cremoso. Su secreto está en la calidad de los ingredientes: patatas gallegas, huevos camperos y aceite de oliva virgen extra. La combinación perfecta para lograr un sabor auténtico e inigualable. Otro de sus trucos es que aquí jamás recalientan las tortillas, sino que se preparan según demanda y al gusto del cliente, por lo que siempre se sirve calentita y recién hecha.

Si alguna vez te has preguntado cuándo es el Día de la Tortilla, marca en tu calendario esta celebración y prepárate para disfrutar de una de las recetas más queridas de nuestra gastronomía. Porque, al final, con o sin cebolla, bien cuajada o poco hecha, la tortilla de patatas siempre será un símbolo de la cocina española.