Museo Chillida Leku: la gran obra de Eduardo Chillida revive

Con la reapertura del Museo Chillida Leku vuelven las icónicas esculturas de Eduardo Chillida, uno de los mejores escultores españoles

Chillidaleku, museo Chillida con las obras del escultor Eduardo Chillida
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Antes de que se cumplan los 9 años de su cierre debido a la crisis, el museo Chillida Leku vuelve a abrir sus puertas al público el 17 de abril. Un proyecto que nació cuando el escultor Eduardo Chillida y su mujer Pilar Belzunce compraron una finca rodeada de jardines cerca de la localidad de Hernani. Allí el escultor quiso cumplir uno de sus sueños: “Un día soñé una utopía: encontrar un espacio donde pudieran descansar mis esculturas y la gente caminara entre ella como por un bosque”. Lo consiguió durante 10 años y ahora renace posicionándose como una de las mejores excusas para viajar por primera vez a Euskadi o simplemente para volver a San Sebastián. Turismo cultural que puedes completar con el museo Guggenheim de Bilbao o el de Bellas Artes. ¿Preparado para un viaje de arte?

Reabre el museo Chillida Leku, la obra definitiva del escultor Eduardo Chillida

Con 43 impresionantes obras que aguardan a los visitantes que paseen por las 11 hectáreas de jardines y otras 60 más pequeñas, el museo Chillida Leku reabre el 17 de abril. Para recorrerlo lo mejor es dejarse llevar por la intuición ya que era así como el escultor quería que los visitantes se enfrentaran a sus obras. La situación de las esculturas de Chillida que se encuentran en los exteriores no sigue ningún orden, solo buscan la mejor fusión entre arte y naturaleza en un entorno que Chillida adoraba. “Yo en el País Vasco me siento en mi sitio, como un árbol que está adecuado a su territorio pero con los brazos abiertos al mundo. Estoy tratando de hacer la obra de un hombre que es la mía, y como soy de aquí, esa obra tendrá unos tintes particulares, una luz negra que es la nuestra”, decía.

Hay tanto que descubrir en Chillida: obras llenas de simbolismo, belleza, rotundidad. Entre las obras más impresionantes que pueden verse en el museo Chillida Leku están Buscando la luz que con sus 9 metros de alto y sus más de 25 toneladas pasa por ser una de las más grandes del museo y Lotura XXXII con más de 65 toneladas. Con la primera de ellas, Eduardo Chillida pretendía que al observarla pudieran contemplarse dos ópticas totalmente distintas y contrapuestas: el vacío y el lleno. En cuanto a la segunda, Lotura significa “nudo” en euskera y es precisamente lo que representa esta obra donde 4 ramas de acero se abrazan. Eduardo Chillida usaba en sus obras un acero tipo Corten que se caracteriza porque la capa exterior tiene mucho cobre lo que la protege de las inclemencias exteriores pero también da un aspecto especial con esa capa de óxido que tanto gustaba al escultor vasco.

La importancia de Eduardo Chillida: obras en San Sebastián

El museo Chillida Leku es sin duda un imprescindible para profundizar en la obra de Eduardo Chillida pero no es el único lugar en el que pueden contemplarse sus esculturas. San Sebastián cuenta también con esculturas de Chillida en pleno paseo de La Concha. El Homenaje a Fleming –inventor de la penicilina- mira a una de las mejores playas de España desde su base de granito. Chillida, sin duda uno de los mejores escultores españoles, realizó el diseño, en hierro, el año de la muerte de Fleming pero no realizó la escultura hasta 1955 optando finalmente por el granito. Además, también en San Sebastián está una de las obras más conocidas de Chillida: el peine de los vientos. Situado al final de la playa de Ondarreta, esta composición cuenta con tres esculturas, de 10 toneladas cada una, situadas sobre las rocas y que se ven azuzadas por el oleaje del Cantábrico. Un imprescindible que ver en San Sebastián y que, como tal, es uno de los lugares más frecuentados por quienes visitan Donosti.

Chillida, esculturas y obras en Sevilla o Barcelona, la huella de uno de los mejores escultores españoles de todos los tiempos

Además, en Sevilla puede visitarse también el Monumento a la tolerancia instalada en el Muelle de la Sal, junto al río Guadalquivir. Esta obra, inaugurada en 1992 coincidiendo con la Expo de Sevilla, quiere recordar el momento en el que los Reyes católicos expulsaron a los judíos. “No es mi intención dar ningún ejemplo a nadie pero sería perfecto que algún día en Sevilla el pueblo judío, el árabe y el cristiano volvieran a darse la mano. Eso es precisamente la idea que refleja el monumento”, explicó Chillida en la inauguración.

También en Barcelona tienen un hueco para Eduardo Chillida. En el Parque de la Creueta del Coll –lugar especialmente elegido por el escultor- está el Elogio del agua. Una obra que fue realizada in situ, usando un encofrado que se rellenó de hormigón y, una vez seco, sólido y retirada la carcasa, se convirtió en esta impresionante escultura de más de 50 toneladas que, inicialmente, antes de que se desecase el estanque, buscaba hacer honor al mito de Narciso el cuál se enamoró de su propio reflejo en el agua. Además, también en Barcelona pueden contemplarse Topos en la Plaza del Rey y Barcelona en la Plaza de los Ángeles.

¡Descubre a Chillida! Esculturas eternas y obras rotundas que no te dejarán indiferente.


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