Emperatrices y emperadores se sientan a la mesa de Dani García

La Puerta del Sol y la de Alcalá. La Gran Vía y sus rascacielos. El Retiro y el barrio de Salamanca. Y la gastronomía. Y es que el buen comer forma parte del recorrido turístico de Madrid tanto o más que Las Ventas, la Castellana o la Plaza Mayor y sus terrazas. De los típicos bocadillos de calamares rebozados con mayonesa, a los restaurantes gourmet o con estrellas Michelin –este año son 18 en la comunidad-, en la capital es posible comer tan bien como uno quiera pues la oferta, lejos de reducirse, sorprende cada pocas semanas con alguna nueva apertura, experiencia o menú especial que merece una visita y una buena degustación.

En esta ocasión se han unido dos grandes y conocidos de la capital: el hotel de cinco estrellas Barceló Emperatriz y el restaurante BIBO Madrid del chef marbellí Dani García. Ubicados ambos en pleno centro de la capital, y a escasos minutos el uno del otro, el hotel ofrece a sus huéspedes (hasta el próximo 30 de diciembre, para despedir bien el año) el menú Gold de la bautizada como Barceló BIBO Experience, o lo que es lo mismo, una cena o almuerzo para dos personas diseñado en exclusiva para ellos.

Abierto desde hace ahora justo un año, BIBO es la segunda marca del cocinero con estrellas Michelin, que además de en éste, sirve sus creaciones en Dani García**, BIBO Marbella y el último en abrir hace apenas unos meses, Lobito de Mar, un chiringuito urbano y sin playa pero como reza su nombre “resalao”, ubicado, también, en la Milla de Oro de Marbella.

Decorado por el interiorista Lázaro Rosa-Violán (con decenas de proyectos nacionales e internacionales de todo tipo: tiendas, hoteles… ), el restaurante sorprende al poner un pie en el local por su tamaño y decoración, y por la estructura de nada más y nada menos que 7.000 bombillas que cubren las paredes imitando el sofisticado alumbrado de la feria de Málaga. Además de las luces festivas, se ha querido reflejar la esencia de la cocina viajera de BIBO a través de un gran globo aerostático que pende sobre la barra y al que es imposible no mirar una y otra vez, atraídos cual imán.

En tal atmósfera, los huéspedes de Barceló Emperatriz probarán en exclusiva el menú Gold, una propuesta gastronómica que, fiel a las raíces del chef, recoge los sabores del sur de España incluyendo el brioche de rabo de toro y la ensaladilla rusa con huevo de codorniz y langostinos rabuchón, dos de los imperdibles de la carta de BIBO. Tras abrir boca con los entrantes el comensal tiene la complicada tarea de escoger entre lomo de merluza a la romana, risotto de pasta de piñones con jibia, solomillo de ternera a la parrilla o presa de cerdo ibérico. Lo bueno es que elegir sobre seguro no tiene riesgos y siempre hay que dejar algo por probar para la siguiente vez. Muy importante dejar hueco para el postre, ya que las torrijas de chocolate blanco, la Nutella helada y el sol de Marbella de BIBO Madrid son bocados de otro mundo.

Exactamente 140 metros son los que separan la puerta de BIBO Madrid del hotel Barceló Emperatriz. Ubicados ambos en el Paseo de la Castellana y en pleno barrio de Salamanca, forman parte de un gran plan de fin de semana en la capital.

De cinco estrellas e inaugurado hace solamente un año y medio, el hotel se inspira en la estética palaciega y señorial del Madrid del siglo XIX, el de Eugenia de Montijo, la aristócrata granadina que se casó con Napoleón III, sobrino de Napoleón Bonaparte, y se convirtió en emperatriz de Francia -y la última española- antes de haber cumplido los 30 años.

Con 146 habitaciones, el hotel presume de ser diferente y rompedor, ya que la sofisticación y las piezas de diseño que pueblan las estancias mandan. Algunas, incluso, tienen terraza privada con vistas al skyline de Madrid, lo que cualquier emperador o emperatriz hubiera pedido a la hora de alojarse, sin duda.

Además de por su diseño, el hotel destaca por el proyecto de co-creación que tiene detrás. Tras haber recibido más de 1.500 sugerencias y aportaciones por parte de sus huéspedes y expertos de diferentes sectores para darle un aire distinto, una de ellas fue la seleccionada como la mejor. Dada la historia que había detrás de su nombre, ¿por qué no incorporar una galería con exposiciones temporales y una colección permanente pensada por y para los amantes del arte? Y se hizo.

Además, y siguiendo la misma filosofía bajo la que nace dicha galería, el hotel creó el Club de Emperatrices del s. XXI formado por mujeres líderes en sus ámbitos que participaron en la renovación del hotel. Entre ellas estaban la periodista Rosa María Calaf, la CEO corporativa del Grupo Antena 3 Patricia Pérez, la galerista Soledad Lorenzo, la influencer María León, la empresaria Carla Royo-Villanova o la actriz Ana Fernández.

Paralelamente a este proyecto, el hotel ha confeccionado las Guías del Emperatriz, donde personalidades como la escritora Elvira Lindo o el periodista e influencer Jesús Terrés descubren su fuera de ruta de la ciudad para que no te pierdas nada de lo que ocurra en la capital. Eso sí, antes de poner un pie sobre el asfalto tómate con calma el momento del desayuno, pues lo que sirven en el restaurante Mutis es una perdición para los huéspedes más  foodies con propuestas que van del dulce al salado con panes artesanales de todo tipo, brioche de crema, panettone, zumos naturales de frutas exóticas y un café recién hecho. Y como de empaparse de la cultura madrileña se trata, ¿por qué no tomarse unos churros con chocolate caliente para empezar el día?