'Firmamento': Màxim Huerta te sorprende

Una carta escrita en el hotel Formentor nos presenta a los dos protagonistas. En ella, Mario Bellver adjunta tres posibles comienzos de novela para que su editora escoja. «Solamente uno es verdadero», le dice, «otro me convence y sé cuál elegirás». En los tres posibles relatos, quienes viven la historia son el propio Mario, llegado al hotel en busca de la inspiración para terminar la novela de otro, y Ana Monteleón, que pasa en el mismo enclave a orillas del Mediterráneo sus vacaciones y va a cambiar el rumbo del verano…y de la novela.

Dos personas que se cruzan por casualidad, en un rincón apartado de la vorágine cotidiana, único en su belleza, que les invita a descubrirse ante el otro. Un juego amoroso entre personas muy distintas pero con el mismo ansia de huir de aquello en lo que se han convertido sus vidas. Bajo el cielo plagado de estrellas, con el murmullo de la bahía de Formentor de fondo, en las estancias de su pequeño paraíso privado, se descubren sus oscuros recovecos. La cara vulnerable y real de dos amantes que dialogan sobre la vida, se contradicen y viven apasionadamente el momento por primera vez.

«El problema es que pensamos demasiado tiempo en lo que pasó y en lo que pasará, cuando lo importante es lo que está pasando.» - Ana Monteleón.

Màxim Huerta nos cuenta su historia a través de tres narradores —dos en primera persona y otro en tercera— que muestran diferentes facetas de la pareja. Hay un Mario y una Ana vistos por ellos mismos; otros tal y como quisieran que los demás los vieran; también vistos a través de los ojos del otro y, finalmente, un Mario y una Ana descritos por un narrador externo. Una constelación de miradas que dan sentido a las distintas personalidades que les(nos) componen, como sucede con el dibujo de las estrellas en el cielo.

La historia de Firmamento, tan intimista como el diálogo entre dos personas que quieren conocerlo todo del otro, gana en encanto a cada página, creando un universo protagonizado por Ana y Mario donde el lector se siente plenamente identificado con los personajes y cómplice de sus confesiones y pensamientos. Una novela sencilla y a la vez reveladora, inquietante cuando se descubre la verdad, que ya es uno de los libros recomendados 2018.

Situado en Pollença, Mallorca, el hotel Formentor es mucho más que el telón de fondo de esta historia. Logra por sí mismo catapultar la imaginación, no solo de Màxim Huerta dando lugar a Firmamento y las cuidadas fotos y reflexiones que contiene, sino también a todo aquél que decide vivir la isla desde el icónico hotel boutique. Una estancia de localización privilegiada frente a la idílica playa de Formentor, donde se erige como refugio pensado para desconectar y relajarse, en sintonía con la cultura mallorquina y la filosofía de tiempo de calidad de la isla.

La historia del hotel fue precisamente una de las razones por las que Màxim lo eligió como escenario de la novela. Además de su entorno tranquilo y naturaleza idílica, sus orígenes se remontan a los años veinte cuando Adan Diehl, soñador y mecenas argentino, quedó cautivado por los encantos del norte de la isla de Mallorca. Lo que comenzara como los planos de una casa donde recibir a sus amistades terminó por convertirse en el Hotel Formentor en 1929, pasando a formar parte del imaginario colectivo gracias a pasajes como los del Nobel Mario Vargas Llosa en algunas de sus obras.

Entre los clientes que han pasado por allí se encuentran Churchill, el Dalai Lama, Vicente Alexaindre, Octavio Paz, Chaplin, Audrey Hepburn, Gary Cooper, Luis García Berlanga, Plácido Domingo o Bobby Charlton. Si bien uno de los episodios más destacados de su historia como retiro mediterráneo por excelencia fue en abril de 1956. Entonces, los ojos de medio mundo miraron hacia el Hotel Formentor donde los príncipes Rainero y Grace de Mónaco desembarcaban para disfrutar en la suite 322 de su luna de miel.

Màxim Huerta despliega en Firmamento su gran habilidad a la hora de desentrañar los sentimientos humanos del amor y el desamor, emplazándolos en un lugar especialmente inspirador para él mismo, que en numerosas ocasiones ha hablado de Formentor, a Royal Hideaway Hotel en su blog. Haciendo uso de los recursos narrativos más variados, cada descripción, cada diálogo, cada reflexión están cuidadosamente escogidos para formar un conjunto que, como las estrellas en el firmamento, esconde mucho más de lo que aparenta. ¡No te pierdas unas de las novelas recomendadas de este año!

Firmamento es más una metáfora que un simple título, porque está ligada íntimamente con la historia y el carácter de sus protagonistas, con el cielo que cubre el hotel Formentor y es testigo de sus encuentros. En la novela, Ana y Mario actúan como dos estrellas entorno a las que orbitan varios planetas —familia, amigos, antiguos amores, el trabajo…— y les revela en aquél lugar de ensueño, escogido entre miles, la inmensidad de sus sentimientos y su fragilidad.

Por eso resulta inevitable quedar atrapado por este viaje allí donde comienzan los verdaderos viajes, en un lugar pensado para disfrutarse sin prisa, para descubrirse pleno y liberado de tensiones. Porque todos necesitamos un poco de la magia de Formentor.

Coincidiendo con esta presentación se ha conocido al nuevo ganador del Premio Formentor de las Letras 2018 que ha recaído en el escritor rumano Mircea Cărtărescu, uno de los poetas más relevantes de las últimas décadas que ha publicado más de 30 libros, traducidos a 23 idiomas. Para el jurado, la obra de Cărtărescu integra en un único ímpetu narrativo la evidencia de la realidad, la cartografía de la memoria, la energía creativa del sueño, la libertad de la imaginación y la pulsión de los deseos.

Después de hacer constar su admiración por una obra destinada a impulsar la transformación radical de la conciencia humana, el jurado subraya la fuerza narrativa con que el autor ha sabido expandir los límites de la ficción.No en vano, el jurado ha cerrado el acta con una cita del propio Cărtărescu: “Sólo quiero desenmascarar la realidad, abrir puertas a laberintos imposibles de desentrañar y para ello escribiría aunque no quedase ni un solo lector en el mundo”.

El Premio Formentor, galardón literario sostenido con el mecenazgo de las familias Barceló y Buadas, fue creado en 1961 por un reputado grupo de editores europeos (Carlos Barral, Gallimard, Einaudi, Rowolt…). En Formentor fueron premiados autores como Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Saul Bellow, Jorge Semprún y Witold Gombrowicz. Tras su recuperación en 2011, cincuenta años después de su primera edición, el premio lo han recibido Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Ricardo Piglia, Roberto Calasso y Alberto Manguel. La ceremonia de entrega tendrá lugar el 5 de octubre en Mallorca, dentro del marco de las Conversaciones Literarias de Formentor que este año llegan a su XI edición.