Los souvenirs para recordar (y regalar) Santo Domingo
Santo Domingo es mucho más que playas: descubre qué hacer en Santo Domingo con estos souvenirs para el recuerdo.
República Dominicana se puede comer, beber e, incluso, vestir. Acercarse hasta la isla de La Española, la primera que pisó el propio Cristóbal Colón en 1492, supone sumergirse en la historia de América y encontrar los símbolos de una cultura centenaria. Piedras preciosas, ropa, puros y rones son los mejores souvenirs que podrás adquirir para llevarte un recuerdo dominicano de la que fue la capital del Nuevo Mundo.
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Ámbar
Hasta Steven Spielberg se enamoró de esta resina amarillenta con más de 40 millones de años de historia. El ‘origen’ de los dinosaurios en Jurassic Park tenía como protagonista a esta piedra transparente que conserva en su interior restos fósiles con toda la información necesaria como para recrear la flora y fauna prehistórica.
En la actualidad el ámbar es uno de los referentes de la historia de República Dominicana y se ha convertido símbolo del país, como demuestran los museos temáticos localizados en Santo Domingo y Puerto Plata (el mayor yacimiento de ámbar del mundo). Muchas leyendas aseguran sus poderes extrasensoriales y las propiedades mágicas, pero para evitar falsificaciones, si quieres adquirir una, lo más recomendable es que la compres en alguno de estos dos museos.
Larimar
De los subsuelos de Barahona, al sur de la isla de La Española, se obtiene esta piedra semipreciosa del mismo color que el mar dominicano: turquesa. La principal mina se encuentra en esa provincia y fue hallada por casualidad por un sacerdote a principios del siglo XX.
Desde entonces, la rareza y las tonalidades únicas del mineral lo han convertido en uno de los más deseados del mundo, ya sea en forma natural o trabajada en joyas: collares, sortijas o pulseras.
Guayaberas
Los primeros escritos que hablan de esta prenda de vestir datan de plena colonización española, allá por el año 1514, en la provincia de Sancti Espiritus, en Cuba. Estas camisas anchas de color blanco y bordadas a mano están hechas a base de algodón, lino o seda, todos ellos obtenidos en los campos de República Dominicana. Aunque originariamente eran usadas por campesinos y trabajadores para aplacar el sol y el calor caribeño, ahora son habituales en las celebraciones más solemnes en todos los países tropicales y conocidas como "chacabanas", "camisa”, "guayabana" o incluso “cubana”, por su origen.
Puros
Elaborados uno a uno a mano, los puros dominicanos son los más reconocidos en todo el mundo. El trabajo de la planta del tabaco se conoce desde antes de la llegada de Colón e incluso los indios taínos ya fumaban las plantas cultivadas en uno de los suelos más fértiles del Caribe.
En el Valle del Cibao y la provincia de Santiago, al norte de la isla, se encuentran los principales cultivos que cautivaron a los primeros colonos. Desde 1990 se ha convertido en la segunda industria del país y es el principal exportador de cigarros del mundo.
Entre las principales marcas destacan Aurora, El Coto, Vegafina, Macanudo, Cuesta Rey y Casablanca. Al igual que con el ámbar y el larimar, es preferible adquirirlos en establecimientos oficiales para evitar falsificaciones.
Cacao y chocolate
En plena zona colonial de Santo Domingo, a pocos metros de la primera catedral construida en América, se encuentra el Museo del chocolate de República Dominicana, un edificio del siglo XVI que alberga una fábrica artesanal de chocolate y un museo del cacao (entrada gratuita). Solo a unos kilómetros al norte de la capital siguen existiendo multitud de cooperativas de agricultores del cacao, donde compran las principales firmas de chocolate de Europa y Estados Unidos para fabricar sus chocolates con diferentes grados de pureza.
Ron
Los cultivos de caña de azúcar han otorgado a República Dominicana el estatus de la mejor cuna del ron. Se elaboran por la fermentación de la melaza, el líquido que se obtiene del jugo de la caña de azúcar. Después de este proceso, llega el momento de la destilación y posteriormente el envejecimiento en barricas. Fue en el siglo XIX cuando la fabricación de esta bebida cobró más importancia, y cuando nacieron bodegas tan reconocidas como Bermúdez o Brugal. Estas dos marcas, junto a Barceló, que empezó a rellenar sus barricas en 1922, son las más vendidas en todo el planeta.
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