Los mejores lugares que visitar en Portugal

Lisboa, la bellísima capital, es siempre uno de los mayores reclamos para viajar al país luso y sin duda uno de los mejores lugares que visitar en Portugal. Su centro histórico, custodiado por siete colinas, es un espectacular laberinto de callejuelas, lleno de plazas, miradores y rincones únicos. Eso sí, aquí cada barrio tiene su carácter: Barrio Alto está considerado uno de los más auténticos de la ciudad y uno de los mejores lugares para escuchar fados; Alfama es el antiguo barrio de pescadores, y cuenta con algunos de los miradores más bellos; Chiado, considerado el Montmartre de Lisboa; La Baixa, el centro neurálgico de la ciudad que se concentra principalmente en la Rua Augusta y en la Plaza del Comercio. Lo mejor para conocer la ciudad es callejear, dejarse llevar por los rincones que nos tienten con su encanto y, cuando las fuerzas fallen, subir al histórico tranvía 28 que recorre Alfama, Baixa y Chiado o en el 15 para llegar a Belém.

Oporto es el encanto en sí mismo de Portugal. Sus calles tienen un aire decadente que resulta tan atractivo que no son poco los viajeros que ponen la ciudad en el top one de lugares que visitar en Portugal, por delante incluso de la capital. Siempre con una mirada puesta en el Duero, en sus puentes -desde el de Das Barcas hasta el de Do Freixo, ninguno tiene desperdicio-, en la omnipresente Torre de los Clérigos, la Catedral, los característicos azulejos de la Estación de San Bento o un tranquilo paseo por La Ribera. Oporto es casi una sensación que se va colando en el corazón del viajero mientras come un maravilloso bacalao o saborea un vino típico de la zona. Su sabor es tan especial que se mantiene en el tiempo haciendo que se desee volver.

No hay duda de que el Algarve es una de las zonas más turísticas y uno de los mejores lugares que visitar en Portugal. Aquí se mezclan fácilmente los sitios que visitar con las playas que no olvidar, como sucede por ejemplo en Portimão y la Praia da Rocha, custodiada por el característico amarillo de los acantilados y por la Fortaleza de Santa Catalina, o por Albufeira y su costa llena de preciosas calas. En esta zona, el mar es el protagonista absoluto y los viajeros lo aprovechan haciendo surf, esnórquel, rutas de kayak para contemplar el paisaje de Ponta da Piedade o simplemente contemplándolo desde lugares con unas vistas tan impresionantes como el Cabo de San Vicente.

Madeira es un pequeño archipiélago que prácticamente lo tiene todo. Desde su encantadora capital, que mezcla empinadas callejuelas con sus verdes y maravillosas colinas y donde no se debe olvidar visitar el Jardín Botánico, el mercado de labradores, la catedral o el teleférico, hasta las impresionantes piscinas naturales de Porto Moniz, las casas típicas de Santana, Cabo Girão que ostenta el puesto del acantilado más alto de Europa, o las impresionantes playas de Porto Santo, la isla vecina de apenas 11 kilómetros y en los que 9 de ellos son una única playa de arena blanca y aguas nítidas. No hay duda de que Madeira es un destino en el que alcanzar todo lo que se buscan en un viaje y hacerlo además en un entorno completamente único. Si la visitas, te aseguramos de que no te arrepentirás.

Y de un archipiélago saltamos al otro porque Azores es otro de los mejores lugares que visitar en Portugal. Estas nueve islas cuentan con puntos tan impresionantes como la Boca do Inferno o la Caldeira Velha en la isla de San Miguel; el Algar do Carvao, la Serra de Santa Bárbara o el Monte do Brasil en la isla de Terceira; el volcán Calpelinhos en Faial, o las imprescindibles termas de Carapacho en la isla de Graciosa (no confundir con su homónima canaria). Las Azores son conocidas por su impresionante naturaleza combinada con su pasado volcánico que, además, da como resultado algunas playas impresionantes, ya sea por su habitual arena negra o por su escasa arena blanca. El mar también quiere aquí reclamar su protagonismo y por eso, este es uno de los mejores lugares del mundo para contemplar ballenas. Un encanto más para una zona y un país completamente únicos.