Los mejores festivales de Navidad en Latinoamérica

En Colombia las celebraciones dan comienzo cada 7 de diciembre, día previo a la festividad religiosa de la Inmaculada Concepción, en el que las familias se reúnen para encender velas en las puertas de sus hogares con la intención de guiar a la Virgen María para que los bendiga.

Las luces y alumbrados navideños son el centro de la fiesta en ciudades como Bogotá o Cali.

Es el caso también del municipio colombiano de Medellín, que puede presumir de contar con uno de los alumbrados navideños más espectaculares del mundo según la revista National Geographic. Y es que esta ciudad recibe la Navidad con una amplia agenda en la que las luces son las protagonistas gracias a su reconocido Festival de las Luces, donde se encienden más de 30 millones de bombillas de colores para representar escenas típicas paisas. La espectacular decoración de las calles medellinenses es completada con un enorme árbol de 25 metros de altura y miles de figuras artesanales, entre las que destacan unos gigantescos Reyes Magos que guían la llegada del Niño Jesús.

El impresionante alumbrado de coloridas luces abarca el camino del río Medellín desde el puente de Guayaquil hasta el Edificio Inteligente de EPM y tiene una duración de un mes y medio, dando su inicio a finales de noviembre y extendiéndose hasta mediados de enero, tras las celebraciones del día de Reyes.

Entre la programación del festival de Navidad en Colombia destaca cada año el concurso Somos Luces, en el que se premia uno de los 70 barrios mejor iluminado de Medellín. También es famoso el Desfile de las Luces que recorre las principales calles de la ciudad y la Carrera de las Luces, una maratón por el alumbrado navideño.

Para disfrutar a fondo de la iluminación de esta época, es posible hacer un tour en autobús por las zonas alumbradas, aunque muchos locales optan por alquilar uno de los coloridos vehículos típicos colombianos, conocido como chiva, donde se acostumbran a hacer rumbas. El broche final a la animada fiesta se vive en las fuentes interactivas del Puente Guayaquil, donde niños y mayores aprovechan para darse un chapuzón rodeados del color de la particular Navidad en Medellín.

Tampoco faltan ancestrales y llamativas celebraciones en pueblos del Cauca. Los chirimias o trovadores recorren las calles de estos pueblos entonando villancicos típicios de Colombia que son acompañados por la música de las flautas.

 En Brasil las actividades navideñas entremezclan tradiciones de su pasado como colonia portuguesa y otras propias de América y de las diversas minorías étnicas que componen el país. Así, los numerosos festivales de Navidad en Brasil que se festejan llenan de luz ciudades como Gramado, en el estado de Río Grande do Sul, donde cada año se reúnen más de 2 millones de personas para presenciar el Natal Luz, un evento que dura 60 días y en el que se decoran calles y tiendas de toda la ciudad. Desfiles navideños, obras de teatro, conciertos y fuegos artificiales son parte de las celebraciones en estas fechas.

En el centro de la Laguna Rodrigo de Freitas de Río de Janeiro, se alza cada año un gigantesco árbol de unos 85 metros de altura, Árvore de Natal da Lagoa. Este árbol, que produce asombrosos efectos de luz y sonido, es el epicentro de las fiestas en Río.

 En Costa Rica las fiestas empiezan el 1 de diciembre y se extienden hasta el 2 de febrero, aunque es el periodo navideño, y especialmente el día de Navidad, en el que los festivales priman. Durante el 25 de diciembre, fuegos artificiales, cohetes y luces de todo tipo alumbran las calles. Se abren parques de atracciones con tiovivos, ruletas de la fortuna y otros juegos de azar para que niños y mayores se diviertan. La noche previa se festeja con una cena y bailes populares que duran hasta altas horas.

Las luces de Navidad también invaden la capital de Costa Rica iluminando sus calles y dejando en ellas el color que caracteriza a los países de Centroamérica. Desfiles con coloridas carrozas y máscaras, fuegos artificiales y música hacen que el Festival de la Luz de San José rebose de júbilo y se convierta en uno de los eventos más esperados del año. El desfile se inicia con fuegos artificiales lanzados desde las azoteas de los altos edificios del casco metropolitano. En él intervienen, tras realizar audiciones, alrededor de 15 bandas municipales que interpretan villancicos navideños, y un número aproximado de carrozas que varía dependiendo del año.

Como cierre de las fiestas navideñas, se celebra la llegada de los Reyes Magos con la colocación de sus figuras en los pesebres. Aunque cada familia marca el fin de la Navidad cuando retira los adornos y el portal de belén de su hogar.

Durante los nueve días previos a la Navidad, Las Posadas dan paso a las fiestas en México y otros países de Centroamérica. En estas fechas se representa el peregrinaje de María y José en busca de un lugar para dar a luz. Pequeñas procesiones de niños, que llevan un nacimiento de barro, visitan varios hogares cantando para pedir posada. El curioso novenario es combinado con tradiciones no religiosas y otras vinculadas indirectamente con la religión. Cada desfile acostumbra a terminar con los niños rompiendo una piñata llena de regalitos y tomando dulces y una bebida tradicional de chocolate.

La feria de la Posada y la Piñata de Acolman, a 33 kilómetros de la capital mexicana, es bastante famosa, ya que se cree que fue en esta población donde tuvo origen la Posada. Tal vez por ello cuenten con grandes artesanos que fabrican las piñatas más bonitas del país.

Tras los nueve días de fiestas de la Posada, coloridos eventos de lugares como Ciudad de México toman partido. Los mariachis llenan de música las fiestas de Navidad que se organizan en las calles. En las calles del centro de la capital de México tiene lugar un gran desfile, mientras que en la plaza del Zócalo, patinadores expertos o novatos pueden practicar este deporte en una enorme pista de patinaje que es presenciada por un impresionante abeto decorado.

En la ciudad mexicana de Oaxaca, la Noche de los Rábanos es la fiesta más esperada de las navidades y también la más singular del país. Se celebra la noche del 23 de diciembre y en ella compiten hasta 100 concursantes para tallar en rábanos espectaculares escenas navideñas.

Entre las costumbres de las fiestas decembrinas mexicanas, las pastorelas cobran también gran importancia. En estas obras teatrales se representa la anunciación de Jesús a los pastores.

México también cuenta con los míticos espectáculos de luces de otros países latinoamericanos. En la ciudad de Monterrey se empezó a organizar, en el año 2014, el espectáculo Luminasia en el Paseo de Santa Lucía, en el que las luces y el color son reflejados en las aguas del río provocando un fabuloso ambiente lleno de magia.

Panamá es otro país que también celebra la fiesta de las Posadas durante los días que preceden al 24 de diciembre. Aunque el momento cumbre de la Navidad panameña es la Misa del Gallo y la posterior cena con familiares y amigos.

Durante las fiestas decembrinas nacimientos, guirnaldas, luces y árboles de Navidad adornan los barrios de Ciudad de Panamá para concursar por el mejor decorado navideño. Asimismo son comunes los mercadillos navideños de artesanía en los que se venden bonitos trabajos hechos a mano.

La capital panameña aúna tradiciones americanas y españolas con su especial toque de país centroamericano; destacando entre sus festejos el gran desfile de carrozas repletas de globos en el que intervienen bandas escolares y nacionales. Tiene lugar una semana antes de Nochebuena desde que empezara a celebrarse a principios de los años 90 y se ha popularizado tanto que ya son muchas las ciudades panameñas que también lo organizan.