Las mejores playas y piscinas naturales de Madeira

Con apelativos como “perla del Atlántico” o “jardín flotante”, ¿cómo no iba a tener Madeira playas que merezca la pena visitar? Si bien es cierto que no son tantas como a algunos les gustaría debido a sus orígenes volcánicos y a su geografía, este lugar sirve de punto de encuentro entre el océano Atlántico y una flora que cuenta con los famosos bosques de laurisilva, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Eso sí, no esperes encontrar playas kilométricas al puro estilo del Caribe, sino más bien playas de arena negra, calas rocosas y piscinas naturales de agua transparente. No están todas las que son, pero sí todas las que deberías conocer de primera mano.

Porto Santo es la segunda isla más grande del archipiélago de Madeira y la playa que recibe el mismo nombre se encuentra entre las más populares, precisamente por ser una playa de arena blanca y aguas turquesas de 9 kilómetros de largo, en contra de lo que comentábamos anteriormente. Además, cuenta con el oleaje justo para practicar actividades acuáticas –especialmente las derivadas del surf– y la arena posee propiedades terapéuticas que alivian el reumatismo y otras dolencias. Así que, a la belleza evidente de este tramo de costa, se añaden sendos reclamos turísticos.

La localización de la playa de Formosa, ubicada en Funchal, la capital del archipiélago de Madeira, ya es razón suficiente para incluirla en esta lista. Es importante señalar que se compone de tres pequeños arenales de roca y arena. Una zona que, al servir de puente entre visitantes y locales, cuenta con todo lo que puedas desear en términos de restauración, actividades y vida nocturna. También en Funchal se encuentra el hotel Barceló Funchal Oldtown, un hotel de 5 estrellas con vistas panorámicas al océano en el centro de la ciudad, junto a la catedral y la Avenida do Mar. Una estupenda base desde la que conocer las mejores playas de Madeira.

Esta playa de roca, donde el océano Atlántico y la densa vegetación se unen, es el enclave perfecto para sentirse en contacto con la naturaleza y todo un paraíso para los surfistas que buscan cabalgar las olas. Ay, ¡Madeira y sus playas!

En las entrañas de la localidad de Ribeira Brava se encuentra su playa homónima, un rincón de paz para quienes buscan una ecuación tan sencilla como leer con el sonido del mar de fondo, refrescarse cuando el sol aprieta y degustar alguna especialidad gastronómica de la zona.

Al caer la tarde, puedes darte un paseo, descubrir antiguos edificios como la iglesia de São Bento y salivar antes los cultivos de plátanos y frutas tropicales. Si no sabes en qué época ir, conviene tener en cuenta el mes de junio, ya que el día 29 el pueblo se viste de fiesta para honrar a su patrono San Pedro.

Quien ha estado en ella afirma que es una de las mejores playas de Madeira, aunque ya sabemos que cuando se trata de esta extensión a orillas del mar las opiniones difieren bastante. Sin embargo, en este emplazamiento rocoso se ha logrado crear una playa de arena blanca que, pese a ser artificial, consigue una acogida unánime entre los bañistas.

La playa de Gorgulho es un arenal de callaos y posee un paseo marítimo perfecto para pasear y tomar el sol. Se encuentra en la ciudad de Funchal, rodeada de elegantes hoteles .A escasos 500 metros de esta playa se encuentra Allegro Madeira Adults Only, un moderno hotel con vistas al océano Atlántico y a pocos minutos del centro de Funchal. Desde su Rooftop Bar 360 puedes capturar una hermosa panorámica de la zona mientras saboreas un cóctel recién hecho y un sabroso aperitivo. Luego, como broche, puedes relajarte en su centro Wellness.

Debido al carácter volcánico del archipiélago, no abundan tanto las playas y las que hay, son en su mayoría de canto rodado o arena negra, de ahí que los madeirenses hayan construido piscinas naturales para sublimar su topografía.

Porto Moniz reúne, probablemente, las mejores piscinas naturales de Madeira y sus instalaciones cuentan con todos los servicios necesarios (tumbonas, sombrillas, vestuarios, zonas infantiles, restaurantes, puestos de socorro, aparcamientos) para pasar una jornada de lo más apacible. Si decides visitar este complejo comprobarás que el camino por carretera es tan bello como el propio destino.

Otras de las piscinas naturales más conocidas de Madeira son las de Seixal, perfectamente equipadas y cuyas aguas cristalinas resultan una verdadera gozada. También conviene tener en cuenta las de Ponta Gorda, Ponta Delgada o Faial. Lo ideal es organizar el día de tal manera que puedas alternarlas con las mejores playas de Madeira (Portugal) durante tu estancia allí.