Las mejores playas de Valencia para perderte este verano

A solo 15 minutos en coche del centro de Valencia, El Saler es ese refugio natural que te hace olvidar que estás al lado de una gran ciudad. Ubicada dentro del Parque Natural de la Albufera, esta playa presume de dunas, pinares y una arena fina y clara que invita a quedarse todo el día. El ambiente aquí es tranquilo, perfecto para quienes buscan un plan más relajado o para los que se animan con deportes como el windsurf. No hay grandes edificios ni ruido urbano, solo mar, viento y pinos que huelen a vacaciones.

Una de las más conocidas de la provincia y no es por casualidad. La Playa de Gandía tiene más de tres kilómetros de arena dorada, un paseo marítimo animado, muchísimos servicios (desde hamacas hasta actividades acuáticas) y una vida nocturna que no decepciona. Es ideal si viajas con niños, ya que las aguas suelen ser tranquilas, y hay zonas deportivas, parques y hasta una biblioteca de verano. ¿Lo mejor? Al atardecer, todo el paseo se transforma en una pasarela de gente disfrutando del buen tiempo con un helado en la mano.

Es la playa urbana por excelencia y una de las mejores playas de Valencia si lo que buscas es combinar un día de sol con un tapeo sin complicaciones. Aquí puedes pasar la mañana en la arena, comer una paella en uno de los míticos restaurantes del paseo (La Pepica o Casa Carmela nunca fallan) y seguir la tarde con un baño o una siesta bajo la sombrilla. El ambiente es familiar y cosmopolita a partes iguales, y siempre hay algo que ver: desde vendedores ambulantes hasta partidos de vóley improvisados.

Este rincón al norte de Valencia ha ganado muchos enteros en los últimos años. Canet d’en Berenguer ofrece más de 1.200 metros de arena blanca y fina, aguas transparentes y un entorno cuidado, con pasarelas de madera que facilitan el acceso y una oferta gastronómica en continuo crecimiento. Es una playa accesible, cómoda y con un ambiente muy limpio y familiar. Además, cuenta con bandera azul, lo que asegura calidad y servicios a la altura. Si te gusta combinar relax con un poco de vida local, este puede ser tu sitio.

Pegada al Puerto de Valencia, pero con una esencia distinta, Pinedo es una opción estupenda para los que quieren playa sin salir de la ciudad, pero sin tanta gente como en la Malvarrosa. Aquí encontrarás zonas para perros, chiringuitos con música chill out y un ambiente algo más relajado. Lo interesante es que es una playa donde conviven perfectamente las familias con niños, los grupos de amigos y quienes simplemente buscan leer un libro mientras escuchan las olas.

Más al sur de Gandía, Oliva se desmarca por su entorno natural y por estar menos masificada que otras grandes playas. Tiene más de 8 kilómetros de costa divididos en varias playas, pero todas con algo en común: espacio para aburrirse de andar, tranquilidad incluso en verano y una belleza muy mediterránea. Hay zonas ideales para practicar kitesurf o windsurf, pero también rincones donde solo escucharás el vaivén de las olas. Una joya para los que quieren desconectar de verdad.

Cullera es uno de esos destinos clásicos que siempre apetece. Su playa más conocida es la de San Antonio, pero si lo que buscas es un poco más de calma, El Racó es tu lugar. Está al final del paseo marítimo y cuenta con aguas claras, servicios completos y un oleaje suave. El entorno es muy cómodo, con restaurantes y heladerías a tiro de toalla. Aquí se respira ese ambiente veraniego de toda la vida, donde el día gira en torno a los baños de sol y las sobremesas largas con vistas al mar.

No tan conocida como otras, pero precisamente por eso es una de las mejores playas de Valencia para quienes quieren sentirse un poco “descubridores”. Tavernes de la Valldigna tiene un litoral amplio, poco explotado a nivel urbanístico y muy limpio. La playa principal es larga, tranquila y perfecta para largos paseos. Pero si te aventuras un poco más, encontrarás calas escondidas que parecen sacadas de otra época. Es un destino perfecto para una escapada de fin de semana, con un ambiente local y auténtico.

Otro de los tesoros que esconde el Parque Natural de la Albufera. La Playa de la Devesa está completamente rodeada de naturaleza, sin edificios a la vista ni chiringuitos a cada paso. Es el destino perfecto si lo que buscas es una experiencia más salvaje, una conexión total con el entorno. Las dunas están protegidas, hay senderos para caminar por el bosque cercano y el acceso, aunque algo limitado, merece totalmente la pena. Es, sin duda, una de las mejores playas de Valencia para quienes quieren huir del turismo masivo.

Situada entre El Perelló y El Saler, esta playa mezcla lo mejor de ambos mundos: el entorno natural del Parque de la Albufera y la comodidad de tener servicios cerca. Es una playa poco conocida fuera del entorno valenciano, lo que le da un punto aún más atractivo. El ambiente es relajado, casi siempre hay espacio de sobra y es ideal para quienes quieren disfrutar del mar con tranquilidad. Además, puedes completar tu día con una visita al lago de la Albufera o una cena al atardecer en el puerto cercano.