La Menorca Talayótica: los imprescindibles del nuevo Patrimonio Mundial de la Unesco
¿Viaje a Menorca a la vista? Descubre los tesoros que esconde la Menorca Talayótica, uno de los mayores reclamos de la isla declarado recientemente Patrimonio de la Unesco
La Menorca Talayótica, en las Islas Baleares, es una de las últimas incorporaciones a la Lista del Patrimonio de la Unesco y la 50º de España, integrada por monumentos y lugares tan emblemáticos de todo el mundo como los centros históricos de Roma y Praga, la ciudad de Rabat, La Habana Vieja de Cuba, la Catedral de Notre-Dame de París, los glaciares argentinos o las obras de Gaudí en Barcelona. Era cuestión de tiempo que los restos arqueológicos que forman la Menorca Talayótica lucieran en este listado, por su conservación y, sobre todo, por el legado que representan.
Los vestigios pertenecientes a las primeras comunidades que vivieron en Menorca han escrito la historia, el patrimonio y el paisaje de la isla, con construcciones únicas en el mundo
Los vestigios pertenecientes a las primeras comunidades que vivieron en Menorca han escrito la historia, el patrimonio y el paisaje de la isla, con singulares construcciones únicas en el mundo. Y es que la cultura talayótica se diferencia del resto de culturas de la cuenca mediterránea occidental gracias a unas características únicas. De hecho, la taula –santuarios donde se realizaban sacrificios de animales, se depositaban figuras de ídolos y figuras mágicas– es un tipo de construcción que solo podemos encontrar en la isla de Menorca, concretamente, en la Menorca Talayótica.
El poblado talayótico de Torre d´en Galmés, en Menorca
¿Cuál es el origen de la Menorca Talayótica?
Las fuentes arqueológicas cuentan que alrededor del 1400 a. C. tuvo lugar un importante cambio económico y social en las comunidades que ocupaban la isla de Menorca, con un significativo aumento de la población y su evolución hacia una sociedad jerarquizada, así como hacia una nueva manera de entender los espacios sociales de un modo más “urbano”. Es aquí cuando tiene lugar el comienzo de la cultura talayótica.
Pero espera, ¿qué es un talayot? Se trata de un megalito semejante a una torre de poca altura y propio de las Islas Baleares. Al ser el monumento prehistórico con más presencia en sus islas, este dio nombre a una de las etapas más estudiadas de la prehistoria balear.
Un talayot menorquín
La mayoría de los poblados talayóticos se encuentran en la mitad meridional de la isla, aprovechando probablemente el mismo espacio ocupados por los asentamientos anteriores. Los diferentes tamaños de los poblados llevan a imaginar en una distribución dominada por poblados más grandes, en cuyos alrededores se situaban otros más pequeños. Torre d’en Galmés sería un buen ejemplo de estos grandes asentamientos, siendo, de hecho, el poblado talayótico más grande documentado hasta la fecha en las islas.
Los principales talayots y restos prehistóricos de Menorca
A continuación, te indicamos las principales construcciones y yacimientos que no debes pasar por alto en tu visita a la Menorca Talayótica.
Naveta des Tudons
La Naveta des Tudons es una construcción funeraria usada por los habitantes de este asentamiento entre los años 1200 y 750 a. C., cuyo nombre significa "La nave de las palomas torcaces". Se trata de una tumba colectiva en la que se han encontrado los restos de al menos 100 individuos, así como objetos de sus depósitos funerarios, desde pulseras de bronce hasta botones realizados con hueso o elementos de cerámica. Restaurada en 1950, se trata de una de las construcciones prehistóricas mejor conservadas de Menorca y de la Península Ibérica.
La Naveta de Tudons
Torre d'en Galmés
Este es uno de los poblados arqueológicos más grandes de Baleares. Se encuentra sobre una colina desde donde se obtienen unas impresionantes vistas de la costa de Menorca. En su parte superior se encuentran los espacios públicos, que incluyen tres talayots y el recinto de taula. Torre d’en Galmés se extiende hacia la parte sur de la colina, donde se sitúan las casas de uso residencial, de forma circular y con varias habitaciones.
Yacimiento de Torre d'en Galmés
Talayot de Trepucó
El poblado de Trepucó es uno de los más grandes de la isla, extendiéndose en un área de unos 49.240 m2. A día de hoy, tan solo se conserva una pequeña parte del asentamiento: los dos talayots, que son los edificios más antiguos (1000 - 700 a. C.), algunos lienzos de la muralla, dos torres, el recinto de taula –probablemente la construcción más importante de la isla– y algunos restos de viviendas.
El talayot de Trepucó
Talayots de Son Catlar
Construidas a partir de grandes bloques de piedra, las murallas de Son Catlar rodean prácticamente todo el poblado del mismo nombre, con una extensión de 1 km y una anchura de 2 m. Adosados a ellas, encontramos baluartes y garitas que servían para defender el interior del poblado, así como un corredor de entrada en un estado de conservación pasmoso. El interior, por el contrario, no ha sobrevivido al tiempo con tanta fortuna, si bien todavía pueden verse restos de 4 talayots, el recinto de taula y algunos monolitos.
Torralba d'en Salort
Torralba d’en Salort es uno de los poblados más grandes y que presentan una mejor conservación de la Menora Talayótica. Es también uno de los más bellos y complejos, formado por dos talayots, una espectacular taula, una sala hipóstila, varias casas prehistóricas, una muralla ciclópea y una edificación medieval.
El yacimiento de Torralba de Salort fue habitado desde los inicios de la Edad del Bronce hasta los tiempos medievales, pasando por la Edad del Hierro y la romanización. Aunque no se conoce con exactitud la datación de varios de sus construcciones, sí sabemos que su gran esplendor coincidió con la expansión púnica, si bien sus primeros asentamientos parecen corresponder al siglo XIII a.C. Es con diferencia uno de los yacimientos más estudiados y de mayor valor de la isla.
Torralba d'en Salort
Necrópolis de Calescoves
Se trata de una necrópolis prehistórica muy emblemática debido a su increíble entorno natural. Encontramos aquí alrededor de un total de 90 fosas excavadas en los acantilados del valle y en las paredes costeras donde las comunidades enterraban a sus difuntos. Calescoves se usó durante casi unos 1000 años, entre el siglo XI a. C y hasta entrado el proceso de romanización.
Si bien perdió su función funeraria durante la época romana, una serie de inscripciones en las paredes de la cueva atestiguan su valor como lugar de peregrinación, como la famosa "Cova dels Jurats". Calescoves fue, además, un importante fondeadero para las embarcaciones, especialmente entre los siglos IV a. C. y VI d. C. donde llegaban barcos de las principales potencias comerciales del Mediterráneo.
Fosas escavadas en rocas en la Necrópolis de Calescoves