Parques nacionales de México: viaje al centro de la Tierra

La creación de reservas naturales es clave para conservar la biodiversidad del país y asegurar la salvaguardia de un territorio para las generaciones futuras. Pero el buen mantenimiento de los parques naturales y su protección permiten también hacer un tipo de turismo diferente: más atento y respetuoso con la tierra y las especies que la habitan, y con un menor impacto ambiental. Además, el turismo sostenible, o ecoturismo, promueve actividades como senderismo, observación de aves y camping, que te permitirán disfrutar del paisaje de forma más auténtica y profunda. 

Como ya te hemos mencionado, hay más de 60 parques nacionales de México, pero, si no sabes por dónde empezar, aquí te dejamos una lista de las 10 áreas naturales protegidas que no puedes perderte. No te olvides tampoco de elegir un hotel de México en el que quedarte. 

Este parque es un paraíso para los buceadores y todos los que aman la vida marina. Piensa que el Sistema Arrecifal Mesoamericano, del que forma parte, es el segundo arrecife más grande del mundo. Aquí, además, podrás encontrarte con especies marinas únicas como el emblemático caracol rosado, peces loro, rayas águila y tiburones nodriza. Dependiendo de la época, también podrás avistar tortugas marinas como la carey y la verde. Si eres de los que aman las actividades marinas, además del buceo podrás practicar esnórquel entre los arrecifes de coral o disfrutar de un paseo en kayak sobre las aguas cristalinas.

Rodeada por las islas Carmen, Danzante y Coronado, este parque nacional de Baja California alberga una increíble biodiversidad marina. Aquí podrás observar leones marinos, delfines y, en temporada, ballenas grises y azules. Sus aguas tranquilas son ideales para practicar kayak, paddleboard y buceo. Mientras que desde tierra podrás aventurarte por los senderos que conducen a miradores espectaculares, con vistas al Mar de Cortés, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Declarado parque nacional en 1982, El Chico es una de las áreas naturales protegidas de México más antiguas. Este parque es una joya para los amantes de la montaña, con senderos que te llevarán a lugares icónicos como Las Ventanas y Peña del Cuervo, perfectos para escalada en roca y alpinismo. Acampar aquí te dará la oportunidad única de dormir bajo el cielo estrellado, con el sonido de la naturaleza como fondo. Sus densos bosques son el hogar de animales como el coyote, el cacomixtle y aves como el zopilote aura. 

Este parque en Nuevo León es otra meta ideal si buscas aventuras al aire libre. En sus montañas puedes encontrar una rica fauna: desde el oso negro, el venado cola blanca y aves coloridas como la cotorra serrana oriental. La famosa montaña del Cerro de la Silla que se ubica en esta región, es perfecta para actividades como escalada, ciclismo y caminatas de diferentes dificultades. Además, los cañones de Matacanes y el Chipitín son ideales para practicar rapel y descenso por los ríos.

Un verdadero santuario ecológico en Oaxaca constituido por cinco grandes lagunas conectadas. En sus playas protegidas encuentran refugio tortugas marinas como la golfina y laúd, pero también cocodrilos y aves migratorias como garzas y espátulas rosadas. Como actividades te recomendamos reservar los paseos en lancha para observar las aves, y los recorridos nocturnos organizados para ver la bioluminiscencia en el agua (entre agosto y marzo) o participar en la experiencia de liberación de tortugas que organizan las asociaciones faunísticas locales.

Este sistema arrecifal en el Golfo de México alberga más de 20 arrecifes y varias islas ricas en especies marinas. Además de delfines y tortugas, aquí puedes encontrar morenas verdes, peces ángel y el espectacular coral de fuego. El buceo es la actividad estrella, con sitios de interés como los arrecifes de La Blanquilla y Punta Gorda. También se pueden hacer recorridos en lancha para observar las aves de las islas cercanas.

Lo que más llama la atención de este parque en Zacatecas son las impresionantes formaciones rocosas que parecen órganos musicales. El lugar perfecto si deseas escaparte un poco de la civilización y conectar con la naturaleza más salvaje. Además del lince y el cacomixtle, el parque es el refugio de coyotes, águilas reales y halcones. Es un lugar ideal para hacer senderismo, escalada y acampada, además de recorridos nocturnos para observar las estrellas. Su cielo despejado, sin contaminación lumínica, te dejará con la boca abierta.

En la selva tropical de Chiapas, Palenque combina riqueza arqueológica y biodiversidad. Entre la fauna, podrás ver monos aulladores, tucanes y, con suerte, incluso jaguares (aunque mejor desde lejos). Pero también podrás aprovechar para explorar la zona arqueológica de ruinas mayas, recorrer senderos en la selva y descubrir las maravillosas cascadas de Misol-Ha y Agua Azul. Son tantas las cosas por ver aquí que recomendamos apuntarte a caminatas guiadas, así aprenderás sobre la historia, la flora y la fauna local.

Este parque entre Morelos y Estado de México está formado por siete lagunas rodeadas de bosques de encinos, pinos y oyameles. Aquí encontrarás animales como el ajolote, el venado cola blanca y aves endémicas como la perdiz mexicana. Entre las actividades que podrás hacer están el senderismo, los paseos en lancha por las lagunas y la observación de la fauna. Es una zona muy apreciada también por los apasionados de la micología y en temporada de lluvias podrás encontrar una enorme variedad de hongos raros y protegidos.

En lengua rarámuri, Basaseachi quiere decir lugar de cascadas y es que aquí encontrarás las cascadas más impresionantes del país: la que da nombre al parque, Basaseachi, con una caída de 246 metros, y la de Piedra Bolada de 453 m de altitud, la más alta de México. El paisaje alrededor se compone de un espectacular sistema de barrancas y bosques entre los que se refugian el oso negro y el puma, así que es importante infromarse bien para adentrarse en el parque sin riesgos. Aquí podrás recorrer senderos panorámicos y hacer actividades como rapel, ciclismo de montaña y camping, para los más aventureros.

Si vas a viajar a un espacio natural protegido, recuerda que no encontrarás todas las comodidades típicas de las zonas más urbanizadas. Por esta razón, es importante ir preparados y con un buen conocimiento del destino al que se viaja. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:

1. Investiga las temporadas: algunos parques tienen restricciones de acceso durante ciertas épocas del año para proteger flora y fauna.

2. Opta por guías locales: no solo conocerás mejor los lugares, también ayudarás a las comunidades locales.

3. Maleta ligera, pero inteligente: un buen par de botas de senderismo, protector solar y una cámara serán tus mejores aliados.

4. Respeta las normas: recuerda que estas áreas son espacios protegidos, así que evita dejar basura y sigue siempre las indicaciones.

Las reservas naturales son determinantes para la conservación del medioambiente, pero, además de esta función, actúan como laboratorios vivos para preservar y promover la biodiversidad, y es nuestra responsabilidad protegerlos y respetarlos, generando el menor impacto posible. Por estas razones visitar los parques nacionales de México también te dará la oportunidad de viajar de forma diferente, conectar con la naturaleza salvaje y entender la importancia de preservarla. Así que, haz las maletas y ajusta tus botas de senderismo: estamos seguros de que no te arrepentirás.