Los Parques Nacionales de República Dominicana: el Caribe más natural

No por nada Steven Spielberg decidió rodar gran parte de la clásica Jurassic Park en el Parque Nacional Los Haitises. Esta selva tropical (y una de las pocas que mejor se conservan en el país) nos transporta inmediatamente a la época de los Diplodocus y los Tyrannosaurus rex gracias a sus formaciones cársticas llenas de vegetación, que conforman pequeñas cordilleras que emanan del agua.

Haitises significa “tierra de montañas” y es una gran descripción de esta reserva natural dominicana, la cual fue declarada parque nacional en 1974. Si nos adentramos en el parque se descubren cavernas, ríos subterráneos, una flora y fauna exuberante y el manglar caribeño más grande de todo el Caribe. Gracias a su proximidad al mar, el Parque Nacional Los Haitises se convierte en el hábitat de numerosas aves, y descubrir este paraíso invita a otra de las actividades que hacer en República Dominicana: conocer especies como los manatíes o delfines en su ecosistema natural.

El turismo ecológico o ecoturismo tiene su lugar en el Parque Nacional Jaragua, al suroeste de la República Dominicana y el hogar de numerosas especies animales y vegetales endémicas, lo que le define como una joya natural imprescindible si se visita el país caribeño.

En su interior se encuentra la Bahía de las Águilas, considerada una de las playas con el agua más cristalina del mundo. Un paraíso dentro de los parques nacionales de República Dominicana al que poca gente accede ya que sus instalaciones son nulas, lo que permite disfrutar de una experiencia única a la que pocos están acostumbrados. Senderismo, ciclismo e incluso avistamiento de la fauna característica del lugar, como son los manatís, las iguanas o las tortugas. Además, la Bahía de las Águilas hará las delicias de los amantes del buceo, gracias a la presencia de numerosos corales y todo el ecosistema a su alrededor.

Otro de los grandes imprescindibles que visitar en el Parque Nacional Jaragua es Laguna de Oviedo, un oasis acuático en el que conviven cientos de especies únicas y el lugar perfecto para vivir la naturaleza en primera persona. Murciélagos, iguanas, cangrejos, flamencos y un extenso etcétera completa la biodiversidad de esta atracción natural dentro de Jaragua.

Respirar aire fresco es sinónimo de Sabaneta. La presa de Sabaneta es el emplazamiento que eligen los dominicanos para disfrutar de unas vistas imperdibles mientras se alejan del ruido de la ciudad. Para turistas que viajan de forma diferente, la presa de Sabaneta exige una parada. Aparcar, contemplar las vistas y disfrutar de un pescado fresco en un bar de la zona completan el plan perfecto de tarde en este embalse artificial.

La aventura por los parques nacionales de República Dominicana no termina cuando se pone un pie en el hotel. Hoteles como Barceló Bávaro Palace son el lugar perfecto para viajeros incansables en los que poner en práctica (e incluso comenzar a aficionarse) deportes acuáticos como el esnórquel, kayak o windsurf. Tanto en familia como en pareja, República Dominicana es para disfrutarla desde la playa o desde la selva.