Parques temáticos de la Riviera Maya: sin montañas rusas

Además de sol y playas la Riviera Maya tiene parques temáticos curiosos. Estos son nuestros cinco favoritos. ¡Descúbrelos!

Poco se asemejan a los nuestros, y quizás por este motivo nos gustan tanto o más. Sin colas infernales ni atracciones capaces de pararle el corazón a los más temerosos o enemigos de las alturas, te recomendamos los mejores parques temáticos de la Riviera Maya.

Cinco planes en Riviera Maya en los que no pisarás la playa y sí los parques temáticos

Pocos sensaciones se asemejan a la que tiene el viajero cuando descubre algo nuevo, especialmente si el lugar, bar o atracción no está en sus planes iniciales. No digamos ya si no aparece en las guías de viajes y es un local el que le cuenta el secreto. Si tienes pensado ir a la Riviera Maya en pareja o en familia, y quieres ir un paso más allá y no quedarte sólo en sus (maravillosas) playas, no deberías dejar de visitar al menos uno de sus parques temáticos.

Xcaret

Junto al mar, muy cerca de Cancún –y del hotel Occidental at Xcaret Destination- y en mitad de la naturaleza está este pedazo de México a través del cual poder descubrir al menos una parte de la cultura del país. Pensado para ir en familia, encontraréis una actividad perfecta para cada uno. Los amantes de la naturaleza disfrutarán como niños en la isla de jaguares, en los ríos subterráneos o en el mariposario; quienes se decanten más por los animales podrán hacer o un tour de snorkel o mejor, nadar con delfines; y para los que quieran disfrutar de las tradiciones mexicanas, Xcaret te lo pone fácil.

A través de sus espectáculos y actividades, el parque presenta lo más característico de su cultura, considerado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. ¿Qué podrás ver? La celebración del Día de los Muertos, el ritual de los Voladores, el canto tradicional Pirekua… todo ello antes o después de meterte de lleno en México con sus mariachis y platos tradicionales.

Xplor

Como su propio nombre indica, Xplor está hecho por y para exploradores. Casi pegado a Playa del Carmen, se caracteriza por tener parte de sus 59 hectáreas bajo tierra… Lo dicho, está pensado para osados.

¿Qué puedes hacer allí? Sus seis actividades top son: tirolinas, vehículos anfibios, ir en balsas, nadar en el río e estalactitas, hacer una caminata por las cavernas y hamacuatizaje. Y si todo esto te sabe a poco, atrévete a recorrer el parque de noche. Con una antorcha en la mano, podrás ver luciérnagas, descubrir la otra cara de la selva e incluso sumergirte en el río subterráneo.

Xel-ha

Hablando de agua, el parque Xel-ha es un mundo 100% acuático, de hecho, su nombre en lengua maya significa ‘donde nace el agua’. Así que ponte el bañador porque lo vas a necesitar.

Ubicado en Quintana Roo, hablamos de un parque natural en el que poder hacer snorkel y nadar entre peces tropicales en el río o en la caleta; deslizarte por el agua en flotadores gigantes; adentrarte en la Cueva Maya, un cenote cubierto con tragaluces naturales que le dan una atmósfera mágica; montar en bici y hacer senderismo entre sus caminos y descubrir su flora y fauna o, si no te dan miedo las alturas, saltar al agua desde Peña Escalable. Abajo, el agua es clara y azul, ¿te atreves?

Y si quieres más, probar la gastronomía de Xel-há a través de sus restaurantes.

Xenses

Tan real como imaginario es Xenses, pues lo que parece no es, y al revés. Juegos visuales, ilusiones ópticas, la sensación de volar como un pájaro atado con una tirolina o el simple hecho de poner a prueba tus sentidos, como el equilibrio.

A través de una quincena de actividades irás por tierra, mar y aire y vivirás una experiencia única, pues pocos parques hay como este en el que incluso podrás relajarte, acostado, sobre un río en el que no te puedes hundir…

Xoximilco

Tras haber nadado con delfines, saltado al río desde un acantilado, recorrido unos cientos de metros bajo el suelo mexicano y experimentado con los sentidos, un parque temático inspirado en la fiesta de la Riviera Maya no suena nada mal.

Comienza con los juegos o kermés mexicana, es decir: canicas, dardos y hasta ponerle la cola al burro. Súbete a una trajinera y degusta lo mejor de la gastronomía local, riégalo con tequila y cerveza y anímate a bailar toda la noche a ritmo de mariachis (también Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO) en mitad de la selva Maya, entre manglares, islotes y chinampas.

Un consejo: no olvides que estarás en mitad de la selva y los mosquitos forman parte de la fiesta. Llévate el repelente de casa.

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