¿Cómo fue la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano?

Un mes antes de su salida oficial, el 10 de agosto de 1516, la flota partió de Sevilla, descendió el Guadalquivir y aguardaron en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) hasta terminar todos los preparativos y completar el avituallamiento. Tras ese proceso, el 20 de septiembre, salía del puerto de Sanlúcar de Barrameda una expedición que no tenía como destino dar la vuelta al mundo sino que buscaba llegar a las llamadas islas de las Especias (las islas indonesias de Molucas) por el oeste. Pero al igual que le pasó a Cristóbal Colón, cuyo propósito era similar y acabó descubriendo América, la expedición Magallanes-Elcano terminó haciendo historia prácticamente sin querer. Casi tres años después, solo uno de los barcos regresaría al mismo puerto.

La primera parada de la expedición fue Tenerife. Allí llegaron las cinco naves: la Trinidad –donde viajaba Magallanes-, la San Antonio, la Victoria, la Concepción, y la Santiago. Llevaban víveres para dos años que es el tiempo máximo que estimaban podría durar la travesía pero, antes de atravesar el Atlántico, se detuvieron también en las paradisíacas islas de Cabo Verde. Ese sería el último destino ‘tranquilo’ que encontraría la flota. Casi cuatro meses después de su partido, llegarían al fin frente a las costas americanas.

En diciembre de 1519 tocarían tierra después de meses navegando, concretamente en la bahía de Santa Lucía donde actualmente se encuentra Río de Janeiro. Comenzaba ahí el intento de encontrar un paso para cruzar hacia el océano Pacífico, algo que, tras perderse en la ensenada del Río de la Plata, les llevaría meses, una nave encallaría contra la costa argentina, tendrían que sofocar un motín y perderían otra nave que, tras sublevarse, iniciaría su camino de vuelta a España con gran parte de los víveres.

Tras meses recorriendo la costa, la expedición consiguió bordear el cabo de Magallanes, bautizado por el capitán como Cabo de Todos los Santos y llegar al Pacífico, creyendo que llegaría la parte más tranquila de la travesía. Las aparentemente tranquilas y cristalinas aguas del Pacífico pronto se tornaron en amenazadoras especialmente porque Magallanes no calibró la amplitud de este océano, que es casi un tercio de la superficie de la Tierra y que es el doble de grande que el Atlántico.

Así pues, lo que el capitán portugués creía que sería un sencillo crucero hasta las islas Molucas derivó en más de 100 días sin atisbar tierra, condenando a la tripulación al hambre y al escorbuto. Tras tres meses, tocaron tierra en las islas Marianas y unos días después en Filipinas, se les considera los primeros europeos en atisbar este archipiélago. Fue allí, en la isla de Mactán, en una batalla entre dos jefes indígenas, donde murió Magallanes. Comenzaría ahí la segunda parte de la expedición.

Tras quemar una de las naves ya que no había suficientes hombres, la flota se quedó en dos embarcaciones, una gobernada por Elcano y otra por Gonzalo Gómez de Espinosa que, en noviembre de 1521, más de dos años después del inicio del viaje, llegaron a las islas Molucas, concretamente a la isla de Tidore. Allí, las dos naves que quedaban se separan, la Trinidad, tras una reparación, volvería a España por donde habían venido mientras la Victoria lo haría por la ruta de la India, consiguiendo así la primera circunvalación a la Tierra.

Mientras en su camino la Trinidad fue apresada por los portugueses, la nao Victoria tripulada por Elcano partía el 21 de diciembre camino de España. La vuelta se produjo bordeando el cabo de Buena Esperanza, ascendiendo por la costa africana y evitando recalar en cualquier puerto portugués; la nave llevaba un importante cargamento de especias que los españoles había conseguido en Tidore.

Finalmente, el 6 de septiembre de 1252, casi tres años después de su partida, con solo una nave casi destrozada y acompañado de 17 hombres, Juan Sebastián Elcano arribaba al puerto de Sanlúcar de Barrameda. El cargamento de especias que transportaban consiguió cubrir los gastos de toda la expedición y los nombres de todos ellos se conservan en la Historia como los primeros hombres en completar la hazaña de dar la vuelta al mundo.